Ya no tengo cómo contar los e-mails que recibo pidiendo algo de luz sobre el tema de las relaciones. Son muchos. ¡Pero muchos, muchos!
Relaciones entre padres e hijos, hermanos y hermanas, jefes y subordinados, vecinos, ciudadano y gobierno, en fin, toda suerte de convivencias.
Pero lo que más me llama la atención, por el gran número de peticiones de ayuda, son los matrimonios, idilios, noviazgos, pasiones, proyecciones de amor sobre el otro, en fin, relaciones amorosas que envuelven emociones profundas y delicadas.
Como no tengo tiempo para contestar a cada uno de ellos, he resuelto resumir las peticiones de ayuda más recurrentes que recibo, pidiendo muchas disculpas por no poder responderlos uno por uno.
Clasificando las quejas que recibo, tenemos:
1. Ella le está pidiendo a él que converse con ella acerca de las cuestiones de la relación. Él no quiere, permanece frío y evita los momentos en que podría tener lugar esta conversación.
2. Él tiene una amante, ella lo sabe. Él dice que no es cierto, ella sabe que es cierto. Ella quiere salir de la relación, pero no lo consigue, porque depende de él económicamente.
3. Todo igual, tan sólo que en este caso es ella la que tiene un amante y él no quiere dejar la relación.
4. Ella ya no soporta la relación y reza para que surja un héroe que la liberte del matrimonio.
5. Ella ha decidido poner fin al matrimonio, pero siente culpa a causa de los hijos, de la familia y del marido que “van a sufrir mucho cuando ella abandone la casa”.
6. Ella odia a la suegra, pero el marido quiere mucho a su madre. Tanto que la ha invitado a vivir con ellos. Ella ya no soporta la vista de la suegra. Él ya no soporta escuchar las críticas que ella hace de la madre de él. La suegra no tiene para dónde ir, porque ha vendido su apartamento para ayudar al hijo a comprar la casa en que viven.
7. El marido bebe o se droga o tiene el vicio del juego. Llega tarde a casa, agrede a la mujer y a los hijos (verbal o físicamente). Gasta el dinero de la familia y no consigue salir de su vicio.
8. Él está enganchado a Internet. Tiene relaciones virtuales y desde entonces ignora a la mujer. Ella se siente rechazada y nota un frío en la espina cada vez que él se encierra en la habitación para conectar el computador. Ha intentado hablar con él sobre el tema, pero él no quiere conversaciones.
9. Ella trabaja como una esclava de sol a sol para atender a los compromisos económicos de la familia. Él no trabaja y no consigue encontrar trabajo. Ella se lo reprocha todos los días. Él se siente humillado, porque “ella me lo reprocha hasta con la mirada” y se siente cada día más deprimido y sin capacidad ni poder para conseguir un buen empleo.
10. Ella es espiritualizada y sensible. Le gusta meditar, ir a grupos religiosos, orar, frecuentar la iglesia. A él todo eso le parece una pérdida de tiempo. Ella quiere que él se convierta. Él quiere que ella abandone sus creencias religiosas.
11. Ella estaba enamorada. Él la ha dejado sin mayores explicaciones. Simplemente desapareció. Ella no come, no consigue salir de la cama. Ya ha gastado todo el dinero que tenía en la tentativa de recobrar al hombre. Pero él no ha dado siquiera señales de vida.
12. Ella desde hace quince años es la amante de un hombre casado. Él dice todas las semanas que su esposa está muy enferma, que va a morir y que ella ha de tener paciencia porque pronto estarán juntos. Pero ella ha descubierto que todo eso es mentira. Lo ha echado. Pero han vuelto un mes más tarde y todo ha estado bien durante algunas semanas, cuando el ciclo ha recomenzado.
13. Él no tiene recursos económicos. Ella tiene muchos. Él ha entrado en la vida de ella cuando era su escolta personal. Se enamoraron y acabaron por irse a vivir juntos. Están juntos desde hace 3 años y ella empieza a sospechar que él ha vuelto a salir con la novia que tenía cuando se conocieron.
14. Ella empezó a trabajar en una empresa nueva y se enamoró perdidamente de su jefe. Él no sabe nada. Ha creado por su propia cuenta un romance entre ellos y a la menor mirada de él, ella siente su romance confirmado. Siente muchos celos y rabia si él se dirige a otra empleada.
Lo que tengo para responder a todas estas peticiones es lo siguiente:
Una relación es un proceso a dos, tres, cuatro o más personas. Un proceso que ha de ser vivido de manera consciente, calma, con desapego y compromiso. No es posible prestar ayuda en estos procesos desde lejos, sin conocer las causas más profundas que han movido a las partes por este o aquel camino.
Quiero, no obstante, dejar aquí algunas indicaciones para que encuentres la ayuda de alguien que pueda recibir tu caso, acoger tus quejas y ayudarte a solucionar tus conflictos:
1. Busca, en tu ciudad, las universidades que tengan curso de psicología. Entra en contacto con la secretaría de ese departamento y pide ser incluida en el programa de prácticas de los graduandos. Tu caso será analizado, normalmente, sin coste alguno.
2. Si vives en Sao Paulo o Ribeirao Preto (SP) puedes contar con el Instituto Familiae y su fantástico equipo de mediadores reflexivos. Basta entrar en su Sitio Web: link
3. Si tienes alguna religión procura conversar con tu mentor espiritual sobre qué salidas él te aconseja.
4. Busca la ayuda de un psicólogo o de un terapeuta especializado en temas de relaciones para llegar con él a la comprensión de tus sentimientos y emociones.
5. Cree en la felicidad como un bien mayor y no permitas que la falta de armonía y de equilibrio estropeen tu jornada en este planeta. ¡Haz tu parte!
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor
Publicado dia 10/11/2007 12:07:23 PM em STUM WORLD
