Cuando pensamos en Ética, la imagen que acude inmediatamente a nuestra mente es la del Sumo Sacerdote, representado por el Arcano V del Tarot. Este Arcano representa la “Ética de las Esferas y es conocido también como “El Hierofante”. Es el Maestro Espiritual que nos auxilia a encontrar nuestra Divinidad Eterna.
La palabra Hierofante procede de Hier-Phaine, que significa “Revelar”. Es el revelador de nuestra verdadera naturaleza y de los misterios de la vida, del conocimiento. Es el Iluminado, el Maestro Interior de cada uno de nosotros. Es el “Revelador de lo Sagrado” y lo Sagrado está dentro de nosotros y no en doctrinas / ideologías / filosofías externas. Es la sabiduría de este Iluminado la que rige el discernimiento entre Ética y No Ética.
El Ser Consciente se ha comprometido a recorrer su camino con integridad, honradez y ética consigo mismo y con el otro. Si se aparta de este camino el Ser Consciente habrá de cargar con las consecuencias de lo que ha elegido.
La Integridad tiene lugar cuando la realidad interna es coherente con la proyección externa. Es la consistencia entre la palabra y la acción.
Caminar en Ética no es tan fácil como las palabras escritas en este papel puedan dejar trasparecer; exige reflexión y entendimiento entre los valores impuestos y los verdaderos; exige amar al otro como a nosotros mismos; exige acción basada en el Amor y la Compasión; exige coraje para asumir nuestra Verdad, ante nosotros mismos y ante los demás; exige consistencia entre lo que decimos y la forma en que procedemos; exige la renuncia de las conquistas más fáciles para permanecer en la ética y en la honradez.
Ser Éticos con el mundo, exige, ante todo, ser Éticos con nosotros mismos; en nuestras palabras, actitudes, acciones. Es un camino arduo, estrecho, de renuncias y desapego a los valores impuestos y superficiales... pero cuántas bendiciones y alegrías atraemos en este camino de la Ética.
Es indescriptible el contentamiento de nuestra alma cuando caminamos firmes en esta dirección, cuando miramos dentro de nuestros propios ojos y percibimos esa transparencia de la Verdad y de la Ética transmitida en la mirada. Nos sentimos fortalecidos, firmes, fuertes, felices, pues seguimos a nuestro corazón, a nuestra verdad, teniendo el comando de nuestra vida, de nuestro barco. Somos gobernados por nuestro Yo Iluminado. Usamos el discernimiento de los Maestros y no somos comandados ni dirigidos por ninguna doctrina o ideología externa. Somos y nos sentimos responsables por nuestras acciones, por nuestros deberes y responsabilidades.
Percibimos que somos los únicos responsables por nuestros fracasos o nuestras victorias.
“Si quieres cambiar el mundo, prueba primero a promover tu perfeccionamiento personal y a realizar innovaciones en tu propio interior” – Dalai Lama.
La falta de ética en nuestro caminar origina consecuencias dolorosas para nuestro ego. Es una cuestión de Ley – la Ley de Acción y Reacción - ¡es física! ¡Es el retorno! Y tendremos, por imposición de esta Ley, que reequilibrar lo que ha sido desequilibrado. La Rueda de la Vida gira y nos coloca frente al desequilibrio producido por nuestra acción; mientras no lo reequilibremos y aprendamos, permaneceremos expuestos a las consecuencias, al dolor y a las pérdidas; pero todo es transitorio, nada es permanente y cuando tomemos conciencia de la actitud, palabra, proceder, que ha causado el desequilibrio, estaremos preparados para dar nueva dirección a nuestro camino.
¿Cuántas veces hemos sido anti-éticos con nosotros y con el otro? A veces, en situaciones muy cotidianas, que incluso podrían pasar desapercibidas si no fuésemos conscientes. La vida es muy sabia y no acepta ser manipulada... es pura ilusión creer que podemos manipular la vida... hacer de cuenta que no hemos percibido nuestra actitud, nuestra palabra inconsistente, falsa, manipuladora... hacer de cuenta que no hemos percibido haber lastimado profundamente al otro... hacer de cuenta que no sabemos el origen de aquel dinero que nos permitirá disfrutar de algunos placeres temporales... hacer de cuenta que somos fieles y leales a nuestros compañeros... hacer de cuenta que somos Éticos... hacer de cuenta que no tenemos conciencia... hacer de cuenta que estamos haciendo de cuenta...
La vida es lo que es... y Ella siempre nos colocará frente a frente con las consecuencias de nuestras acciones. ¡No nos hagamos ilusiones!
En mi experiencia personal y profesional he sido testigo de estos ciclos de la vida... he sido testigo del dolor de la inconsciencia... de la necesidad del equilibrio... he sido testigo del descenso de la Rueda de la Vida...
El camino de la Ética y en la Ética es el único que aporta la auto-realización verdadera, la satisfacción del Yo Superior. Recorrer el camino de la Luz nos traerá la certeza de la victoria y de la ascensión.
¡Os invito a ahondar en vuestros corazones y a poner como meta la constancia en el Camino de la Ética! ¡Seamos Éticos para ser en Paz!