Recientemente me he visto, en el mismo día, en contacto con tres personas que de forma muy nítida presentaban el mismo tipo de comportamiento, que se ajustaba a un mismo patrón... Era algo completamente opuesto a mi punto de vista y a mi comportamiento...
He vacilado en aceptar que a algún nivel yo tenía aquel mismo patrón... puesto que conscientemente era algo que no percibía en mí...
Pero no tuve otra alternativa sino aceptar que alguna memoria mía estaba atrayendo aquella situación que se proyectó en mi realidad a través de aquellas tres personas con el mismo patrón... en un mismo día. Era demasiado obvio que aquello era un reflejo de alguna cosa dentro de mí.
El Ho’oponopono me ha aportado mucha claridad acerca de cómo creamos nuestra realidad, al proyectar nuestras memorias, como una película que presenta... personas, situaciones, lugares, como un reflejo para que podamos ver... lo que de otra manera no conseguiríamos advertir en nosotros mismos.
Pasaron algunos días y nuevamente me he visto ante un mismo tipo de patrón en personas diferentes que... de alguna forma yo había atraído para mi realidad en un mismo día.
Parece que cuando nos disponemos a limpiar las memorias, ellas realmente aparecen para ser liberadas, de una forma que no te deja duda alguna de que no es el otro... sino algo dentro de ti, lo que está atrayendo el mismo tipo de situación.
Solamente que esa vez, la acción de aquellas personas me parecía exactamente lo opuesto de mi forma de ser...
Respiré hondo y llevé a cabo todos los pasos para que la limpieza se verificase, pero... el alivio no llegó tan rápidamente... de alguna forma aquellas situaciones estaban sacando a la superficie memorias que debían haber sido muy dolorosas porque, incluso sin tener conciencia de lo que se trataba, percibí que me había tornado extremadamente sensible y lloraba un poquito a todas horas...
No me estaba resultando fácil volver en mí y comprender que, de la actitud de aquella persona, que había sido indelicada conmigo gratuitamente, yo era responsable en un 100%... y para completar me he visto nuevamente durante el día atrayendo el mismo tipo de reacciones por parte de personas diferentes...
Continué con el Ho’oponopono hasta que me derrumbé y me fui a mi cuarto a llorar... permitiendo que aquel torrente de emoción, reprimido en algún punto dentro de mí, pudiese ser liberado...
Agradecí por aquellas memorias y aquellas personas... comprendiendo que me traían una gran oportunidad de liberar algo de lo cual yo no tenía conciencia...
En los siguientes días me dediqué a concentrarme en la limpieza de esas memorias, sabiendo que allí estaba una gran oportunidad de tornarme más libre y de abrir espacio a nuevas posibilidades.
He visto claramente cómo se producía ese cambio... y tal como ha venido el caos, así se ha ido, dejando una atmósfera de levedad, muy suave.
Hoy me he despertado con las cosas más claras... y he comprendido un poco más por qué atraemos a personas que aparentemente tienen puntos de vista tan opuestos a los nuestros...
Y es que esas memorias que hemos acumulado desde el comienzo de nuestra creación, engloban todo tipo de creencias y de verdades, en las cuales creemos píamente y que ya hemos “defendido” un día...
Cuántas memorias podemos tener, de experiencias en que actuábamos en lados opuestos...
Me acordé de algo que he leído recientemente, en que el autor dice que con determinadas energías que se alimentan de los miedos, basta que creas píamente en alguna cosa, para que entres en conflicto con aquellos que creen píamente en lo opuesto... o algo así.
He comprendido cómo guardamos a través de esas memorias compartidas... verdaderas guerras, en las cuales nos peleamos todo el tiempo con nosotros mismos...
Y he comprendido además por qué me gusta el Ho’oponopono, que llega como una posibilidad de limpiar todo eso... todas esas memorias... que nos hacen alimentar esa eterna guerra entre varios puntos de vista, creencias, culturas... religiones, etc. ... que nos parece que están fuera, pero que en realidad suceden dentro... en nuestro subconsciente, atiborrado de memorias compartidas por todos.
He agradecido profundamente al Gran Misterio por esas personas que se dedican a traernos técnicas como el Ho’oponopono y otras, de transmutación... en las cuales podemos vislumbrar la esperanza de la libertad, que llama nuestra atención desde el horizonte, y nos trae la oportunidad de que la Luz y el Amor sean... al fin... soberanos.