“Todo aquello a que te resistes... persiste.”
No sé bien de quién es esa frase... pero ella me ha servido mucho últimamente, para recordarme cómo nos apegamos... y mantenemos en nuestra realidad las cosas y situaciones a que nos resistimos.
Recientemente, charlando con una amiga muy querida que vive en los EUA y que también está muy encantada con el Ho'oponopono, ella me cuenta que frente a un obstáculo o problema, lo primero que hace es enviar Amor. Ya sea una persona... una situación o incluso un objeto.
Ella pasa a enviar Amor y los resultados que ha venido obteniendo son increíbles.
A partir de esa conversación empecé a hacer eso... y he ido percibiendo cómo todo cambia cuando, en vez de resistir... amamos. Generalmente nos resistimos a lo que nos da miedo, tengamos o no conciencia de ello... Un día me he visto frente a una situación ante la cual creaba enorme resistencia simplemente por miedo... Sentía miedo sin motivo alguno aparente, pero eso casi me hizo desistir... Podía percibir claramente que procedía de una creación de mi mente... sobre alguna memoria guardada, aquella situación fue como un detonante que accionó ese miedo... Pero saber eso no servía de mucho, porque el sentimiento de miedo era bastante real.
Entonces... en vez de huir o hacer de cuenta que no sentía miedo, decidí mirar de frente, y cambié la resistencia por el Amor. En vez de esconder nuevamente el miedo en las sombras y desistir... envié mucho amor a aquella situación... mucho Amor...
Y casi como por magia aquel miedo ha sido neutralizado y sustituido por un bienestar muy grande. una comprensión sin palabras, y el sentimiento verdadero de que allí no había motivo alguno para el miedo.
Una transmutación muy real y perceptible sucedía dentro de mí, haciendo que el miedo se transformase en una fuerza de acción por el Amor.
Comprendí que el amor-apego y la aversión nos dejan sujetos a personas... cosas... situaciones. Cuando viene la aversión, resistimos. Si en vez de huir, de alguna de las muchas y sofisticadas maneras que tenemos para hacerlo, enviamos Amor hacia lo que genera la resistencia, el Amor lo neutralizará y empezará a fluir en aquella situación liberando y aportando luz.
Entonces, siempre envío Amor hacia todo aquello a que me resisto... y no existe mayor fuerza.
Claro que mejor todavía es enviar Amor hacia todo... todo de veras... a las flores... a las personas... a la Tierra... al computador... No hay nada mejor que tú, en todas las situaciones... envíes Amor... emanes Amor...
Esa amiga me ha contado también que siempre que ve un crío, envía Amor a ese crío. Un día vio a un niño con su madre, no recuerdo si fue en un centro comercial... y así lo hizo... Enviaba mucho amor al niño.
Cuando, inesperadamente, el niño se volvió hacia la madre y le dijo:
- I Love You.
Me cuenta que la madre abrazó al niño con tanta emoción... tanta emoción y sorpresa, que ella se sintió también muy conmovida, notando el efecto del Amor.
Me quedé también muy emocionada y percibí que tenemos en nuestro corazón una fuerza capaz de cambiar al mundo.
Enviar Amor... emanar Amor... Ser Amor... Tan sólo hay que dejarlo fluir, el Amor encuentra su camino...