Dios llamó a sus dos Ángeles y les dijo: Tú, mi Ángel Bueno, la Luz, y tú, mi Ángel Malo, la Sombra… Tengo una misión para vosotros, allá en la Tierra…
¡Habéis sido elegidos para cuidar de mis hijos, los Humanos!
Para ello, daré a ambos los mismos poderes, para que podáis orientar, enseñar, conducir a mis criaturas a fin de que ellas un día vengan a estar conmigo y puedan contarme lo que han aprendido de bueno allá en la Tierra.
Pasaron 5 minutos y el Ángel Bueno retornó y dijo a Dios: Padre, me cabe la duda, ya que siempre me has explicado que el mal nunca vence al bien, y ¿cómo podré vencer al mal si ambos tenemos los mismos poderes? ¿Cómo?
Dios le dijo entonces: Mi Ángel Bueno, providencialmente he omitido decir al Ángel Malo que solamente el Ángel Bueno podrá leer los pensamientos de mis hijos Humanos… El Ángel Malo nunca conseguirá leer ni saber los pensamientos que pasan por la mente de mis hijos.
¡Entonces ve y escucha los pensamientos de mis hijos y ayúdales!
El Mal nunca sabrá lo que pasa por la mente de mis hijos, no conseguirá leer ni saber los pensamientos buenos ni los malos, siempre que sean mantenidos en secreto, pues él solamente podrá actuar cuando estos pensamientos sean proferidos a través de la palabra.
Todo lo que mis hijos estén pensando, será secreto para el Ángel Malo, incluso cosas buenas o cosas malas, pues él estará constantemente al acecho e intentando de todas formas saber lo que pasa dentro de sus mentes.
Si por la palabra el Ángel Malo supiese que son cosas buenas, él correrá para estorbarlo todo, teniendo en vista hacer que esas cosas salgan mal y se pondrá muy contento. Si por la palabra el Ángel Malo supiese que son cosas malas, correrá para hacer que todo salga bien y estará feliz.
Entonces, mi Ángel Bueno, enseña a mis hijos a permanecer siempre con la boca cerrada, a decir solamente cosas buenas y cuando tengan que hablar, a que digan las cosas en el momento oportuno, cuando todo ya esté correcto y preparado, pues el Ángel Malo no tendrá la oportunidad ni el tiempo hábil para perjudicarlos.
Poder leer los pensamientos de mis hijos Humanos te dará una enorme ventaja sobre tu adversario. Este será el poder adicional sobre el Ángel Malo y esta será tu oportunidad para poder ayudar a mis hijos, anticipándote en su socorro, porque ellos también tendrán, a través de sus mentes, su poder personal y tendrán que elegir constantemente sus propios caminos… el camino del Bien o el camino del Mal y a esto he dado el nombre de: ¡Libre Albedrío!
¡Ve ahora mi Ángel Bueno y enseña a mis queridos hijos a Orar y Vigilar y a mantener sus bocas cerradas y sólo abrirlas cuanto estén completamente seguros de que el Ángel Malo no anda por cerca!
Jaime Benedetti é uma pessoa comum como você e esta foi a maneira
que ele encontrou de falar a todo mundo
daquilo que considera muito importante. A Vida! Visite meu Site Email: [email protected] Visite o Site do Autor