“ED volvió a contactar conmigo, trayendo más informaciones del “Grupo”, y señaló algunas tareas necesarias para que yo pueda dar comienzo a una nueva Misión: la de rescatar el Grupo de Sacerdotes que huyó de Atlántida y se reencarnó en el Egipto Antiguo, donde fundó una gran Cofradía.
El reencuentro debe realizarse en esta vida actual, pues la depuración y el reequilibrio de los errores y abusos cometidos ya están concluidos. Los Sacerdotes, tras muchas reencarnaciones de profundos sufrimientos, han estudiado, han evolucionado, están ahora debidamente preparados para la realización de la Gran Misión Humanitaria.
Así como a las Sacerdotisas, debo encontrar a todos los Sacerdotes del pasado.
Teniendo en vista las grandes transformaciones que los seres humanos van a pasar en los próximos tiempos, el reencuentro del “Grupo” es fundamental para que la Gran Misión – el pacto hecho en el pasado – de la ayuda humanitaria pueda concretarse.
“ED” informa además, que el Planeta Tierra está pasando por grandes transformaciones e insiste en que los próximos años serán decisivos en la evolución de los seres que aquí viven, siendo imprescindible que la humanidad alcance un nivel mayor de conciencia, buscando nuevas condiciones de vida, nuevas posturas, nuevos valores, promocionando trasmutaciones y profundos procesos alquímicos, concluyendo los aprendizajes propuestos en estas innumerables existencias terrenas.
Los cambios de comportamiento serán fundamentales para la continuación de la vida en el planeta, pues la no obediencia a las Leyes Naturales y la continuidad e insistencia en la degradación a todos los niveles, serán catastróficos para todos los seres aquí existentes. No habrá salvación para aquellos que no se adhieran a un nuevo concepto de existencia pacífica entre todos los pueblos, finalmente sin guerras, sin conflictos por interés propio, sin daños a la naturaleza, a los animales, a las fuentes energéticas.
Por tanto, considero que un fuerte cambio se perpetrará para que los humanos crean de veras; un acontecimientos que llegue a hacer que todos se movilicen y empiecen a percibir que será necesario cambiar radicalmente la forma de vida aquí en el planeta.
La Naturaleza no está en modo alguno vengándose de los humanos. Los huracanes, maremotos, terremotos, las catástrofes en el planeta siempre han existido, antes incluso de que los humanos lo habitasen, y siempre seguirán existiendo, pues la naturaleza es un elemento vivo, tiene ciclos de transformaciones, tiene vida propia. Los humanos deberían apenas sufrir los impactos de ese movimiento constante, pero como están sobrepasando los límites, faltando al respeto a su propia casa, obtienen como resultado la ley de causa y efecto, con más graves consecuencias y sufrimientos maximizados, para que tomen conciencia de la responsabilidad y respeto a la naturaleza y al planeta.
El Orden Divino no está en caos, ese movimiento planetario es necesario para la evolución del planeta y de la humanidad. Es la vuelta de la Rueda de la Vida.
La gran misión del “Grupo” de Sacerdotes es el apoyo a la humanidad en este momento crítico de la evolución. Es el compromiso de llevar conciencia, de orientar, de elevar el nivel energético del planeta, de enseñar el amor, la sumisión a la sabiduría divina, encaminarse en el progreso interior, cambiando creencias, valores, ‘scripts’ que han programado a la humanidad, estimulando al Ser a captar el verdadero sentido de la vida y de Dios.
Aquí me enfrento a mi mayor desafío: cumplir mi misión, siendo extremadamente cuidadoso, vigilándome constantemente, permaneciendo en la más profunda humildad para no contaminarme por el “falso endiosamiento” y observar con el Tercer Ojo, más allá de las apariencias, manteniendo mi mente y mi corazón en neutralidad para conseguir detectar, con discernimiento, a los verdaderos Sacerdotes.
Es necesario mucho cuidado con los falsos profetas, los vendedores de ilusiones, los grupos radicales, los usurpadores de la fe pública, los fanáticos religiosos, los anunciadores del catastrofismo, los manipuladores, que estarán de guardia intentando engañar a los pueblos en su ingenuidad e ignorancia.
Tal como empecé a reconocer a las Sacerdotisas, también aprendí a reconocer a los Sacerdotes, pues utilizo el mismo elemento de juicio. Los principios son los mismos: siempre basados en los valores del Yo Superior, manifestando nivel de conciencia y actos coherentes con una Esencia de Luz conectada con los Planos Superiores.
Sacerdotes Verdaderos – Tienen atributos de la Luz: bondad, sencillez, generosidad, compasión, justicia, amor en el corazón, sinceridad, lealtad, perdón, humanitarismo.
Falsos Sacerdotes – Poseen atributos de las sombras: egoísmo, falsedad, manipulación, rencor, envidia, traición... pero todo encubierto por una máscara de falsa luz.
¡Comparto con vosotros estas informaciones, estas experiencias, para que aunemos conocimiento y sabiduría, posibilitándonos recorrer una senda de más Luz, menos dolor, menos ilusión, minimizando desengaños y decepciones!
¡Invito a todos a observar la vida, los acontecimientos, los encuentros y desencuentros, con la sabiduría enseñada por “ED”, filtrada por el discernimiento de los atributos de la Luz!
Si tú eres un Sacerdote de Luz, ponte en contacto, pues “El Grupo” te aguarda para contribuir a la Gran Misión de salvar a los seres humanos y al Planeta Tierra de la destrucción.
Jaime Benedetti é uma pessoa comum como você e esta foi a maneira
que ele encontrou de falar a todo mundo
daquilo que considera muito importante. A Vida! Visite meu Site Email: [email protected] Visite o Site do Autor