Si, ¡vos podes! Ah, si hubiéramos oído esas palabras desde pequeños, ¡como tendríamos mayor éxito en la vida! El hecho es que muchas veces no creemos en nosotros mismos y acabamos creyendo que no conseguiremos nunca alcanzar nuestras metas y realizar nuestros sueños. De hecho, ese condicionamiento mental nos viene de la pequeña infancia, del ambiente donde fuimos criados, de nuestra madre (o de nuestra madre substituta) que nos crió y que moldeó nuestra auto-imagen en nuestros primeros años de vida. La astrología ve en la Luna el símbolo de esta “auto-imagen” y el análisis de su posición en nuestro mapa astral y sus aspectos con los otros planetas puede ayudar a la persona a comprender mejor ese mecanismo que está tan bien escondido en nuestro inconsciente que puede no ser reconocido racionalmente, pero que sirve de escudo para que nuestras emociones no salgan de control. Este mecanismo es llamado también de “reacción emocional” o “defensa emocional”. Los hábitos, las memorias de la infancia, nuestra receptividad y emotividad, nuestra sensibilidad, son todos factores de nuestra personalidad influenciados por la Luna. La Luna es regente del signo de Cáncer, posicionado en la 4ta Casa de la Rueda Zodiacal. A pesar de la Luna ser más representativa y evidentemente expresada en la personalidad femenina, los hombres no están exentos a su influencia ya que ellos también tienen un lado ‘receptivo y femenino’ dentro de ellos.
La posición de la Luna (y sus aspectos) en el Mapa Natal indica que tipo de madre la persona tuvo, como fue su relación con esa figura materna en la pequeña infancia, como ella se moldeó o no al condicionamiento del ambiente familiar. La mujer, en su fase adulta, seguramente buscará reproducir el papel de la madre, que la naturaleza le impuso, o lo rechazará dependiendo de este condicionamiento inconsciente. ¿Cuántas mujeres conocen el conflicto de elegir entre la vida profesional (esencialmente masculina hasta hace pocos años atrás) y su papel de madre? Ellas se desdoblan para vivir esa ‘dualidad’ de la mejor forma posible, pero ¡con cuanto sacrificio se adaptan a esos dos papeles! En el Mapa Natal de la mujer, la Luna representará también su fertilidad (útero, ovarios y senos) indicando si ella tendrá o no hijos, si sufrirá abortos, si tendrá dificultades para llevar adelante un embarazo, etc. También puede indicar que tipo de madre será, como se comportará en relación a su familia de origen y a su familia formada al casarse y tener hijos. Si el astrólogo ve que esa mujer posee una Luna con aspectos tensos, podrá orientarla para que ella aprenda a comprenderse mejor, y para que pueda, talvez, aprender a perdonar a esa ‘madre’ que ella tuvo y que la condicionó inconscientemente, dificultando su propio papel de madre.
El ciclo de desenvolvimiento lunar – psicológico y emocional – sucede de siete en siete años, porque la Luna tiene una revolución de 28 días. No es por casualidad que en nuestra sociedad, los chicos vayan al colegio a los 7 años (cuadratura de la Luna en progresión con la Luna Natal), que la crisis en la adolescencia comience a los 14 años (oposición de la Luna en progresión a la Luna natal), que se asuma la edad adulta a los 21 años (cuadratura de la Luna en progresión con la Luna Natal), y que termine el ciclo de maduración emocional a los 28 años (con la conjunción de la Luna en progresión con la Luna natal). Los aspectos benéficos, sextis y trígonos, aparecen cerca de los 3 años y medio, de los 10,5, 17,5, y 23,5 aproximadamente y marcan fases más fáciles de desenvolvimiento. Los aspectos tensos – cuadraturas, oposiciones y conjunciones – marcan ciclos de maduración con crisis emocionales. Estos ciclos representan las prácticas recorridas por el bebé en su camino para transformarse en adulto, cuando pasará de la “fase lunar” para la “fase solar” de su personalidad, integrándose a una personalidad más completa. Es cierto que eso no sucede tan fácilmente y muchas son las crisis que enfrentamos durante nuestro crecimiento. Quien ya tuvo hijos adolescentes sabe de lo que estamos hablando y de cuantas responsabilidades caen en los hombres de las madres. No, no debemos culpar a nuestras madres por haber sido esto o aquello, porque todas realizaron su mayor esfuerzo, estoy segura de eso (¡salvo algunas excepciones!), pero podemos comprender nuestras reacciones emocionales y de este modo corregir nuestras actitudes delante la vida. Cuando hablamos de signo astrológico, hablamos del signo solar (signo donde el Sol se encontraba en el momento del nacimiento) y muchas veces tenemos dificultad de identificarnos con ese signo así como es normalmente descrito en los libros o artículos de astrología. Entonces, seria interesante que fuéramos a mirar a la Luna, donde ella está en nuestro mapa, que aspectos ella forma, y sabremos más sobre nuestras motivaciones inconscientes que muchas veces nos impiden un desenvolvimiento pleno como persona. (Lean en mi site más artículos sobre La Luna e hagan el Teste Interactivo aquí en el STUM).
En la Cábala la Luna es llamada de ‘Fundamento’, debido a su importancia primordial en la formación de nuestra personalidad. La Luna es también identificada en astrología psicológica como el Ego. La definición de Ego encontrada en Wikipedia explica: Ego es el centro de la conciencia inferior, diferente del Yo que es centro superior de conciencia. El Ego es la suma total de los pensamientos, ideas, sentimientos, recuerdos y percepciones sensoriales. Es la parte más superficial del individuo, la cual, modificada y transformado en conciente, tiene como funciones la comprobación de la realidad y la aceptación, meditante selección y control, de parte de nuestros deseos y exigencias procedentes de los impulsos que emanan del individuo. Obedece al principio de la realidad, o sea, la necesidad de encontrar objetos que puedan satisfacer el id (patrón de identidad) sin transgredir las exigencias del superego. Cuando el ego se somete al id, se vuelve inmoral y destructivo; al someterse al superego, enloquece de desesperación, porque vive en una insatisfacción insoportable; si no se somete al mundo, es destruido por el mismo. Para Jung, el Ego es complejo: “el complejo del ego”. Dice sobre el Ego: “Es un dato complejo formado en primer lugar por una percepción general de nuestro cuerpo y existencia, y luego por los registros de nuestra memoria”.Por lo tanto, se modificamos y volvemos concientes todos esos datos almacenados en el Ego, podemos comprenderlos y aceptarlos. Sin embargo, si los obedecemos ciegamente nos hundiremos, porque no conseguiremos nunca llegar a su completa satisfacción. Se ese ‘registro de nuestra memoria’ es leído y releído, interpretado y comprendido, ¡nos puede transformar en seres completos y felices! Concluimos entonces que el Ego es una trampa que necesita ser abierta para dejar a nuestro Yo superior escapar y conectarse con la Luz.
La terapia psicológica, la terapia de vidas pasadas, la terapia de las constelaciones familiares y todavía más profundamente, el psicoanálisis, son todos excelentes medios para la comprensión de ese mecanismo del Ego, y un astrólogo conciente encamina a sus clientes a esas terapias si fuera necesario. Pero una buena interpretación del Mapa Natal de la persona ya representa un buen instrumento para que ese camino sea iniciado, fácil y directamente entre el astrólogo y la persona que realiza la consulta. Con el instrumento en la mano, o diagnóstico inicial, la persona podrá encaminarse para los medios de cura que le sean más convenientes. Entonces, finalmente podrá decirse a si misma: “Sí, ¡yo puedo!, Sí, ¡Lo conseguí!, y vivirá su vida en la plenitud de todas sus posibilidades.
Para ayudarlo en este trabajo de autoconocimiento, puede rezar el Salmo Nº 02 de la Biblia que abre nuestra visión interior, agudiza la intuición y nos conecta con la Luz.
Publicado dia 7/11/2008 2:28:38 PM em STUM WORLD
