El camino hacia la libertad puede sorprendernos con armadillas donde menos lo esperamos...
A medida que avanzamos y nos sentimos más confiados, porque en parte ya damos cuenta de enfrentar y liberar nuestros enemigos más temidos, como nuestros miedos, culpas, resentimientos... etc. puede ser que aparezcan otras armadillas, no tan visibles, pero no por ello menos peligrosas. Una prisión más sutil puede ser más difícil de dejar que las obvias rejas de nuestros enemigos declarados.
A veces nos encantamos tanto con las señales... y con las herramientas que nos indican y facilitan el camino, que nos olvidamos de que solamente están indicando algo y no son el fin que hemos de alcanzar...
Cuando veo que me estoy liando en una de esas trampas, una voz que proviene de dentro siempre busca una forma de llamarme de vuelta...
Esta vez ha sido así:
Me veía tan encantada con algunas sincronías que estaban ocurriendo con tanto sentido, que de nuevo me encontré intentando fijarlas en explicaciones... que generaban otras explicaciones... casi enmarañándome en las enredadas tramas de un laberinto que mi mente se encargaba de crear a partir de las señales... Éstas habían llegado como claves preciosas, precisamente para sacarme de otro laberinto más antiguo... donde todavía me encontraba enredada...
Esta vez he visto una escena en la cual me encaminaba hacia un lugar, donde iba a encontrarme conmigo misma... Y la voz interior me hablaba, indicando simbólicamente que llegar allí era el motivo de mi venida aquí ahora... que yo no sabía dónde era ni qué era... sólo sentía que era hacia allá adonde me llamaba mi Alma y que allí me encontraría conmigo misma.
En esa jornada rumbo a ese lugar yo recibía pistas que me guiaban al próximo paso... y por una de esas pistas me veía llegando a un pueblecito muy encantador desde donde vendría la próxima indicación de camino... Allí en aquel pueblo muchas cosas me fueron reveladas... cosas que rellenaron lagunas fundamentales al dar sentido a acontecimientos que había vivido anteriormente; aquel pueblecito se fue haciendo tan encantador que casi se me olvida que tengo que seguir e iba quedándome por allí...
Era como si finalmente hubiese encontrado algo que buscaba...
Y fue entonces cuando me he dejado embrollar por la mente que... aprovechó la ocasión para sujetarme allí y hacerme olvidar que aquel no era más que un lugar de paso y que permanecer detenida en él no era mi objetivo...
Los sincronismos nos impulsan hacia el próximo paso rumbo a nuestro encuentro con nosotros mismos... pero podemos correr el riesgo de quedar enredados en el camino, olvidando que estamos allí para encontrar las pistas que nos llevan a nuestro verdadero destino...
Entendí el mensaje de forma bastante profunda... esa imagen formó mucho sentido y olvidé todo, permaneciendo en el silencio... vacié la mente de tantas explicaciones al percibir que el plan es tan perfecto que no necesitamos crear nada con lo racional, por encima de lo que llega...
Las sincronías son un regalo debido al impulso que nos dan... por la energía que se renueva... por la indicación de que estamos en el buen camino y por el significado para nuestro momento... Allí reconocemos que el Gran Misterio nos guía hacia el próximo paso...
Pero debemos poner atención para que nuestra mente no use de esa bendición para crear una armadilla, manteniéndonos sujetos... impedidos de seguir el camino que nos conduce a la verdadera libertad.
He quedado más centrada y he dejado marchar los muchos significados posibles... que había creado a partir de los sincronismos. Me he quedado con lo que ES y dejé marchar lo que yo “creía” que era...
A partir de esa atención al presente, con entrega y sencillez, los sincronismos se fueron presentando más y más y de forma cada vez más significativa...
Estoy enviando mucho Amor al ego para que cada vez más se convierta en un aliado que abre paso a la Divinidad con total confianza, por aceptar su papel...
Entiendo que cuando intentamos hacer algo con los recursos limitados de nuestro ego, por encima de lo que ya es perfecto, que es el Plan Mayor, permanecemos atados al camino, en un punto que puede ser muy bonito y encantado, pero... que nos impide llegar a nuestro destino, que es el encuentro con quienes verdaderamente Somos.
Y lo que verdaderamente Somos es siempre más perfecto que lo que imaginamos ser...