Bondad, honradez, pureza de espíritu, amor incondicional...
Si nos paramos ante un quiosco de periódicos para mirar las portadas de las innumerables revistas hoy a la venta, si permanecemos atentos al contenido de las novelas o a las noticias de los telediarios, tendremos bastante dificultad para encontrar los referidos valores, prácticamente sepultados a causa de la divulgación de superficialidades, del mar de fango que se desborda por todas partes, sin hablar de las aberraciones impresas y habladas que nos maltratan en la intención de mantenernos asustados, desinformados y controlados, intentando quitarnos el inmenso poder que traemos como seres humanos despiertos y morada de la divinidad.
Tal vez sea por esta razón, por esta asfixiante masificación a que todos estamos expuestos en mayor o menor grado, por lo que los Guías insisten en transmitirnos mensajes de alerta, en recordarnos más y más que es el amor lo que rige el Universo y que esta vibración, este sentimiento puro, no tiene plazo de caducidad y, por tanto, jamás pierde su fuerza, permanece latente y disponible en nuestro corazón, nuestro centro inmortal, para quien desea vivir fiel a su esencia, depurándose permanentemente, buscando la verdad por encima de cualquier otro aspecto, aliviando su fardo para hacer que la andadura por este planeta sea cada vez más suave y triunfante.
Creo incluso que hoy somos muy afortunados al poder disfrutar de la poderosa, interactiva y aglutinante herramienta que es Internet, recibiendo por el Website mensajes y ejercicios que permiten a quien los lee beneficiarse de su contenido diariamente actualizado y participar activamente, con sus intervenciones y comentarios, de la vida del STUM. Convirtiéndose en célula actuante a todos los niveles y dimensiones, operando de forma más clara y despierta ante los múltiples desafíos del mundo material, siendo también aquella chispa, aquel faro de Luz que ampara a los navegantes en el gran mar del Inconsciente Colectivo, en el Cosmos infinito donde somos Uno con el Todo y el pensamiento se transmite instantáneamente y sin fronteras.
Por tanto, mientras permanecemos aquí encarnados, hemos de continuar nuestra acción, del modo que mejor nos corresponde, sin jamás perder la esperanza y el sueño de por el amor transformar este mundo; ejemplo constante, por nuestra belleza interior, por la perseverancia y coraje de estar compartiendo nuestros valores, generando una energía que crece y se disemina al mantener todos nosotros – quien sugiere, quien escribe y quien lee y divulga –, la fe, la sintonía sutil, la conexión inconmovible con la Fuente.
El desafío es muy grande, pero la inspiración que proviene del Universo es poderosa y solamente hay un camino sin retorno que pasa por nuestra evolución personal y por la de las personas que nos rodean. Ya no se trata de la secular evangelización de las almas basada en los diversos credos religiosos, sino de la profunda expansión de la conciencia individual.
Quienes acompañan los boletines probablemente se saben de memoria las “armas” que habremos de emplear y que, pacíficamente nos acompañarán en el día-a-día: son las innumerables prácticas del auto-conocimiento y de la cura holística que forman un binomio inseparable; me refiero a las técnicas milenarias que desvendan nuestra personalidad, nuestra misión de vida y que se funden también en la Unidad...
Hablo de la Astrología, de la Numerología, de la Meditación, de la Aura-Soma, de las Imágenes Mentales, de los Florales, de las Terapias de Vidas Pasadas, de la Psicología que se apoya en la espiritualidad, en los oráculos como el I-Ching, el Tarot, las Runas, el interactivo del Perdón, la Proyecciología – los viajes fuera del cuerpo, las Constelaciones Familiares.
Ya no hay modo de equivocarnos. El guión que antecede, de la renovación del Alma, ha venido transformando a mucha gente y ciertamente, si has llegado hasta aquí, tu vida también ha mejorado y algo también se ha modificado a tu alrededor de forma que estás en sintonía firme con la Fuente... basta mirar hacia atrás y recordar aquel sentimiento de insatisfacción con tu propia vida, que te ha obligado a buscar lo desconocido, lo nuevo, abriendo tu Alma y permitiendo que te despojases de costumbres que no te pertenecían y de creencias obsoletas y limitadoras.
Tú también has descubierto que el camino es estupendo... que compensa cada paso dado, te has dado cuenta de que las “armas” que se emplean vibran amor, respeto y paz; has comprendido que son más fuertes que el mejor acero forjado y que ha bastado un acto de la voluntad para desenvainarlas y empezar la suave lucha, la revolución que brota del interior de cada ser y que nos convierte en personas serenas, nos hace respirar profundamente de alivio con cada información recibida, cada señal que nos conmueve, cada palabra que llega hasta nosotros en el momento propicio y nos deja con una sonrisa abierta en los labios, nos hace pasar por los contratiempos de la vida con más sabiduría y menos sufrimiento... nos da la certidumbre de pertenecer al Todo y de poder contar con los Hermanos Invisibles de los diversos planos, todos interconectados por hilos de energía sutil que forman así una Única Gran Alma.
El mensaje es de infinita esperanza. Nadie puede desfallecer cuando está cerca de llegar a su objetivo, de alcanzar su propósito. No es posible vivir lejos de nuestra cuna espiritual, olvidando nuestra divinidad y nuestra capacidad de co-crear lo bello, lo correcto y verdadero. Sabemos que estamos en la sintonía de la Luz, pues hemos reencontrado – al fin – el equilibrio y la salud. La comparación es definitiva... Aun en medio del caos, permanecemos en paz, centrados y coherentes, siempre atentos para amparar, cuando sea necesario, a todos los hermanos – despiertos o todavía anestesiados – que se crucen en nuestro camino. Aun viviendo en una selva de piedras, percibimos, ahora, la vida manifestándose lozanamente en una planta espléndida, en los rincones de una pequeña rendija en la pared, o los colibríes que insisten en mostrar su galanura desafiando a los muchos gatos en las ventanas de los varios apartamentos que ofrecen generosos bebederos... Esos y otros detalles nos llevan también a admirar la gran obra del Universo en todas sus manifestaciones.Somos Uno solo, todos. Nadie se quedará fuera de este despertar de la Humanidad; cada uno tiene su responsabilidad, su parte decisiva. Me acuerdo nuevamente de aquella película en que el niño había ideado una cadena de amor. ¿Qué pasaría si cada persona ayudase cuando menos a otra? Algún día, allá en la China, tal vez, alguien preguntaría al otro si necesitaba de algo y éste diría que ya no necesitaba de nada, pues finalmente todos habían hecho su parte.
Mientras tanto... el Universo cuenta todavía – y mucho – contigo, conmigo y con todos los que ya conocen qué es lo que la vida, de hecho, representa.
¡Que seáis bendecidos y bendecidas!
¡Somos Todos UNO!