El Ho’oponopono es de veras una práctica muy especial y cuanto más tiempo lo hacemos más preciosos se revelan los frutos que cosechamos en resultados sorprendentes.
Es muy sencillo... y de tan sencillo muchas personas ni siquiera creen que funciona, tal vez porque ya nos hemos acostumbrado tanto a necesitar de gran esfuerzo para alcanzar resultados, que no damos mucho valor a cosas que llegan con esa sencillez... Pero el hecho de ser sencillo no quiere decir que sea fácil... es sencillo pero es preciso practicar... y eso requiere disponibilidad para limpiar lo que nos aparece en el día-a-día como fruto de memorias revividas.
No hay nada más simple que borrar lo que está escrito en un papel cuando notamos que allí hay un error... si tenemos una goma de borrar. Pero hemos de tomar la goma y borrar lo que está mal escrito.
Así es el Ho’oponopono... es como una goma que borra la causa de los problemas mediante el Arrepentimiento... Perdón... Amor y Gratitud... pero que es preciso usar.
“LIMPIA, borra, borra y encuentra tu propio Shangri-La. ¿Dónde? Dentro de ti mismo.” Morrnah Nalamku Simeona, Kahuna Lapa’au
Vengo haciéndolo con mucha determinación, porque los resultados realmente son visibles, por la diferencia que notamos en nosotros ante el mismo tipo de situaciones. Me observo procediendo de forma tan diferente... que sólo puedo agradecer al Ho’oponopono y a todos cuantos nos han traído esa herramienta preciosa.
Y percibimos que cuando limpiamos las memorias... la Divinidad fluye... y esto nos deja más serenos y con una Fe tan profunda que... donde antes reaccionábamos alocadamente guiados por los patrones, hoy observamos la perfección de los planes manifestándose ante nuestros ojos.
Veo que muchas veces yo consideraba que “tenía” que hacer alguna cosa para resolver situaciones y hoy sé que lo mejor que se puede hacer es justamente no hacer nada... observar lo que llega con la seguridad de que la solución también llega de forma natural y simple, mediante la práctica del Ho’oponopono.
Empezamos a observar qué perfecto es ese flujo de la Vida si no interferimos tanto, llevados por nuestro ego.
El ego se va convirtiendo en un aliado porque percibe su papel... y comprendemos que... lo que muchas veces estorbaba y nos hacía permanecer detenidos e infelices... víctimas sin salida aparente, era justamente nuestra intervención precipitada, por miedo... culpa... y tantas otras cosas que acumulamos...
Notamos que con cada acontecimiento que llega y nos incomoda de alguna forma, está en nuestras manos hacer la limpieza...
Puede ser que en ese tiempo tengamos acceso a un poco de la energía de lo que está siendo liberado, pero el tener conciencia de ello nos hace pasar por el proceso sin apegarnos a nada... Dejándolo ir sin identificarnos con aquello...
Y el propio Ho’oponopono se convierte en nuestro maestro de cómo hacer en cada situación, porque cuando decimos las frases: ¡Lo siento mucho! ¡Perdóname! ¡Te amo! ¡Te doy las gracias!... en la forma en que nuestra intuición nos guíe... la Divinidad fluye y nos inspira en la próxima acción.