Introducción de Saliendo de la Matrix:
¡Hoy Saliendo de la Matrix no va a hablar mal de la Iglesia Católica! Es muy fácil hablar mal cuando se tiene una larga historia donde sus practicantes se hicieron más famosos por sus crímenes que por sus virtudes. Lo mismo podría pasar en relación al Islamismo (y la mayoría lo hace), pero este Site busca la INTEGRACIÓN (sin cerrar filas con uno u otro punto de vista) pincelando, investigando, buscando puntos de contacto y pasando a limpio (a veces de forma muy incisiva). Es realmente importante para quien se interesa por religiones y doctrinas conocer un mínimo de cada una para que no quedarse apenas con la caricatura que los medios de comunicación de masa insisten en imponernos. Como aquí no había mucha información sobre el punto de vista Católico (y sobraban críticas), resolví equilibrar un poco las cosas. Así que tomé un mail de mi amiga Andréia, donde ella, de forma relajada, sin la intención de ser una explicación académica, habla sobre sus creencias y su estudio de la Doctrina Católica. Léanlo con el corazón abierto, desde el punto de vista de alguien que encontró su Camino, su Verdad, su Creencia, con el mismo respeto dispensando a Shivaista, Hare Krishna, al Islamismo, etc.…
Dios es Amor, y es esta Ley, la del Amor, que Jesús trajo en su mensaje. Pero para el cristiano-católico, la salvación es fruta de la Gracia de Dios (de Su Infinito Amor) y de la perseverancia del ser humano en la fe y en las buenas obras (diferente de aquellos que creen que basta “aceptar Jesús” para estar salvado para siempre). De ahí puede surgir el miedo de la separación de Dios (que es lo que se llama de Infierno), porque podemos pecar gravemente y morir sin arrepentimiento, permaneciendo lejos de Dios.
Si yo amo a Dios y tengo confianza en la salvación a través de los méritos de Cristo (porque la salvación se da debido al sacrificio amoroso de Jesús que se entregó en la cruz por nosotros, por nuestra salvación) yo debo tener fe que Él me va a aceptar cerca de Él. Ahora si yo estuviera en pecado grave (aquellos que están prohibidos en los Diez Mandamientos) y fuera aceptado por El, es porque me arrepentí y aclamé por Él. Siendo así, Él me recibe. Vea que el católico cree que debe perseverar hasta el fin para ser realmente salvado.
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará
(Mateo 10:22)
Eso es bueno, porque hace con que el ser humano trabaje para el Bien hasta el fin. Y, si en el inicio ele puede hacer eso obedeciendo al mandamiento (o hasta por miedo), con el tiempo se va desenvolviendo dentro de él una voluntad real de vivir en el bien, un amor por el prójimo, por Dios que se irradia por todo su ser. Y esto lo transforma y lo hace feliz. Es una felicidad diferente, porque se sabe que este mundo no es perfecto (debido a la Caída), pero se tiene la esperanza de ser salvado y participar definitivamente de la Gloria Divina. Y existe el placer que nace de la práctica de las buenas obras (las buenas obras son los mandamientos, aquellos diez). Si tú vives en el bien, sientes placer en eso, pues es bueno. La acción buena trae en sí la recompensa. Tú no necesitas recibir nada a cambio por haber hecho el bien, pues eso en sí ya es recompensador. Haciendo el bien, tú estás viviendo con Dios que es El Bien Supremo y no hay nada mejor que eso.
¿Entiende cómo es importante preservar las buenas obras? ¿Y que sin la fe es complicado actuar en el bien? Porque sin fe podemos hacer cosas que pensamos que son buenas pero que en verdad no lo son. Entonces infringimos los mandamientos creyendo que estamos haciendo un bien cuando en verdad estamos alejándonos de Dios. Claro que Él juzga de acuerdo con lo que cada uno sabe, con la historia de vida de cada ser. Pero aquellos que más recibieron serán más exigidos. Nosotros cristianos recibimos mucho. Y cuando digo eso incluyo a toda la civilización occidental, que fue construida por el cristianismo. No importa si alguien hoy en el mundo occidental se dice cristiano o no, pero recibió un mensaje, y si no la sigue va a responder por su negligencia en observar la Verdad. Él va a juzgar, con mucho amor, a cada uno de acuerdo su propia conciencia, con sus obras. Es por eso que la Iglesia enseña que existen aquellos que son católicos sin saberlo y que serán salvados debido a su conciencia. Fuera de la Iglesia no hay salvación. Aquellos que son salvados, lo son porque son católicos (del griego Katholikós, que significa universal), aunque no lo sepan. Por ejemplo, un indio que nunca recibió el Evangelio, pero que vivió de acuerdo con la Ley Natural inscripta en la conciencia por Dios, se salva por haber muerto en comunión con Dios a través de su conciencia. Si el vivió en comunión con Dios, el forma parte de la Iglesia, aunque nunca haya conocido la Iglesia en la Tierra. Porque la Iglesia es el cuerpo místico de Cristo, es Su Esposa y nuestra Madre. Pero para quien recibió el Evangelio la historia es otra porque existe la responsabilidad de haber recibido el mensaje de Dios y de no haberlo observado. Claro que Él también va a juzgar hasta donde la persona realmente recibió el Evangelio, si fue bien instruida, si tuvo capacidad de comprensión, etc. Pero lo que quiero decir es que nosotros que recibimos la Buena Nueva debemos buscar con afinco saber lo que ésta dice, saber lo que nos trae. Buscar la Verdad es esencial para aquél que quiere estar en el Camino.
Purificación post-muerte
Como en el Cielo sólo entra quien está purificado, es necesario entonces que haya una purga, que es lo que sucede con aquellos que están llenos de las penas de los pecados. Vea, los pecados son perdonados, pero las penas permanecen. Las penas son basura que afean el alma. Necesitamos liberarnos de eso. Y si no hacemos eso aquí en la Tierra (a través de las buenas obras, ayunos, o de las diversas prácticas espirituales) lo haremos en el más allá, en lo que convencionalmente se llama de Purgatorio.
Por eso es importante orar por las almas del Purgatorio, para que sus penas sean atenuadas. Las oraciones funcionan como una manera de ayudar en la santificación de quien ora y de hacer surgir o aumentar la Caridad (que no es el asistencialismo, como dicen por ahí, y sí el amor en Dios, el amor que sentimos por Él, que es entonces canalizado hacia el prójimo, en agradecimiento a Jesús por Su divino sacrificio). Vea que no se hace Caridad, ¡se la vive! Y sólo puede vivir la Caridad quien acepta la enseñanza cristiana, quien observa las palabras de Jesús, quien cree en lo que Él dijo: “Yo soy el Camino, La Verdad y La Vida. Nadie viene al Padre sino por Mi”. San Pablo habla sobre eso, él dice que la Caridad es todo lo que queda cuando se va la esperanza. Algunos traducen como Amor, pero esta palabra tomó significados distintos con el tiempo. La palabra Caridad también. Pero debemos buscar siempre en el Ater el sentido original, como sustenta la Tradición, sino no estaríamos siendo correctos.
Iglesia
Hoy hay muchas dudas sobre el por qué las personas se alejan de la sana doctrina. El problema es que ciertos grupos, personas, quieren hacer interpretaciones del mensaje de Cristo, siendo que Él solamente autorizó que sus apóstoles, dentro de la Iglesia, a hacer eso. Y estos apóstoles tuvieron discípulos, que tuvieron discípulos y de ahí viene toda la sucesión apostólica. Si tú estudias sobre la historia del cristianismo, vas a ver que la Iglesia Católica ya existía desde los primeros tiempos del cristianismo. Ella nace en Pentecostés, cuando Jesús sopla en ellos el Espíritu Santo (Actos de los Apóstoles 2).
La palabra Iglesia deriva de la palabra griega Ekklesia, que significa asamblea convocada. En este sentido la Iglesia es la reunión de todos los que responden al llamado de Jesús:
...oirán mi voz y habrá un sólo rebaño como hay un sólo pastor
(Jo 10,16)
Jesucristo tenía la intención de fundar una Iglesia, la prueba bíblica de su intención la encontramos en Mateo 16,18: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella”.
Otros pasajes también son importantes para constatar el propósito de Jesús en fundar la Iglesia:
La elección de los doce apóstoles: - Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar (San Marcos 3, 13-14).
La elección precisa de doce apóstoles tiene un significado muy importante. El Señor lanza los fundamentos del nuevo pueblo de Dios. Doce eran las tribus de Israel, surgidas de los doce hijos de Jacob; doce fueron los apóstoles para dar testimonio de la continuidad del Plano de Dios por medio de la Iglesia.
La Última Cena: - Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes” . (San Lucas 22, 19-20).
Así como era costumbre para los judíos, Jesús también reunió a sus apóstoles para celebrar la Pascua. Durante esta ceremonia fue celebrada la última cena. Jesús se presenta como el nuevo y verdadero cordero, dando a sus seguidores el alimento de Su cuerpo y sangre.
Las palabras “haced esto en memoria mía” presenta el distintivo del nuevo pueblo de Dios. De este modo, la última cena pasó a ser la base y el centro de la vida de la Iglesia que estaba naciendo. Al final, por medio de la cena el Señor se vuelve de un modo más fuerte presente entre su pueblo.
Y, finalmente, según San Agustín, la Iglesia comenzó “allí donde el Espíritu Santo descendió del cielo y llenó a 120 personas que se encontraban en la sala del Cenáculo”. El derrame del Espíritu, en Pentecostés, fue como la inauguración oficial de la Iglesia para el mundo.
¿Cómo identificar la Iglesia de Cristo?
En el credo del Primer Concilio de Constantinopla (año 381) son presentados los trazos que permiten reconocer las señales de la Iglesia de Cristo:
“Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica”
UNA: La iglesia debe ser UNA del mismo modo como existe “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” (Ef. 4,5). La intención de Jesús Cristo fue fundar una sola Iglesia.
SANTA: En virtud de su fundador, Jesucristo. Fue ella que recibió una promesa fundamental: “…las puertas de la muerte no prevalecerán contra ella” (Mateo 16, 18).
De este modo, la razón de la propia existencia de la Iglesia está en ser un instrumento de santificación de los hombres: “Y por ellos yo me santifico a mí mismo para que también ellos sean santificados en verdad” (San Juan 17,19).
CATÓLICA: Porque fue establecida para reunir a los hombres de todos los pueblos, para formar el único pueblo de Dios: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28,19).
APOSTÓLICA: Porque está construida sobre el “fundamento de los Apóstoles…” (Ef. 2,20). La garantía de legitimidad de la Iglesia está en la continuidad de la obra de Jesús por medio de la sucesión apostólica. Todo lo que Jesús quería para su Iglesia fue entregada a los cuidados de los apóstoles: la doctrina, los medios para la santificación y la jerarquía.
¿Cuándo surgió la “expresión” Iglesia Católica?
La palabra “católica” en relación a la Iglesia fue usada por la primera vez en el siglo II de la era cristiana por San Ignacio de Antioquía en la carta dirigida a los esmirnenses: “Donde quiera que el obispo aparece, que la gente esté allí tal que dondequiera que Jesucristo está, está la Iglesia Católica” (8,2). Fue empleada para destacar el sentido universal de la Iglesia de Cristo. De a poco la palabra “católica” fue siendo usada para definir a aquellos que estaban de hecho siguiendo la doctrina de Jesús. A fines del siglo II, la iglesia cristiana ya era conocida como Iglesia Católica.
Vea que las palabras de Jesús aclaran las cosas para aquellos que quieren ver. Él mismo ya avisaba sobre los peligros por los que iríamos pasar por causa del surgimiento de falsos profetas que darían origen a falsas doctrinas, sectas, herejías y cismas.
Esta fue la explicación simple de lo que es el cristianismo, la salvación, la fe en Dios como es enseñada por Jesús y Su Santa Iglesia. Para mayor información o detalles, pueden consultar los siguientes sites: Veritatis, a Central de Obras del Cristianismo Primitivo, el Mercabá y las Catacumbas Cristianas de Roma. La verdadera voluntad de aprender – y no simplemente de rechazar puntos de vista sobre las cosas – es fundamental en el camino espiritual, porque no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Dios ama a los humildes y no soporta la soberbia, que es lo que da origen a todos los pecados y blasfemias. Recuerde que fue por causa de la soberbia que todo comenzó: la caída de los ángeles, la caída de los hombres…
Acid é uma pessoa legal e escreve o Blog www.saindodamatrix.com.br "Não sou tão careta quanto pareço. Nem tão culto. Não acredite em nada do que eu escrever. Acredite em você mesmo e no seu coração." Email: Visite o Site do Autor