Meditar es estar en el presente, no es estar en el pasado ni en el futuro, es estar en el momento presente.
Siéntate y ponte cómodo, cierra los ojos y empieza a observar todos los ruidos y sonidos que se producen en torno a ti, tan sólo escucha, observa, no juzgues, solamente escucha, sólo escucha, escucha solamente y no juzgues.
¿Cómo podemos hacer eso? Es sencillo, tú escuchas un coche, un perro ladrando, un avión, solamente escuchas y el ruido pasa y el silencio retorna.
Cuando meditamos, los pensamientos pasan como una película en una pantalla, debemos observarlos y solamente observarlos, dejarlos pasar y retornar al estado meditativo, el estado de la observación del momento. Cuando retornamos al momento presente sentimos una profunda armonía, esta es la clave.
La mente es muy útil en el momento de la meditación, es a través de la mente como aprendemos a parar de hablar, a parar de pensar, y a entrar en contacto con el silencio. El silencio de nuestra mente. Para que esto suceda hay varias técnicas, en varias filosofías. Todas estas técnicas tienen una única finalidad, llevar a la persona al estado meditativo. El estado de la no agitación, el estado de estar alerta en el momento y en silencio.
Cuando explanamos sobre meditación, qué es, cómo se debe practicar, etc., no podemos dejar de citar al maestro hindú Osho: “La meditación no es algo nuevo; tú has venido al mundo con ella. La mente es algo nuevo, la meditación es tu naturaleza, es tu propio ser. ¿Cómo puede ser difícil?
¿Cómo conseguimos sintonizar y estar alertas y en conexión con nuestro bienestar?