La vida se escurre entre los dedos siempre que intentamos retenerla… pero… por más que sepamos eso, algunas veces, o muchas veces… nos vemos intentando controlar alguna situación por la expectativa de que alguna cosa suceda o no suceda. En cualquiera de las dos opciones estaremos impidiendo el flujo natural de la vida.
El Gran Misterio, en su perfección, manifiesta sus regalos cuando se lo permitimos… cuando dejamos espacio a lo desconocido…
El pasado es lo conocido y lo que el Gran Misterio nos reserva de mejor puede estar precisamente cuando nos abrimos a lo desconocido… de ahí pueden venir posibilidades ilimitadas…
Cuando limpiamos las memorias que nos atan al pasado, empezamos a percibir cómo el Gran Misterio nos trae suavemente todo cuanto necesitamos… sea en personas… situaciones o respuestas tan claras y encantadas que sólo podemos agradecer profundamente…
El Universo se comunica con nosotros siempre… somos nosotros los que… encubiertos por los muchos velos de la ilusión, casi no percibimos ese lenguaje tan especial…
Vengo notando claramente cómo esa comunicación se hace cada vez más perceptible y clara después de haber estado practicando el Ho’oponopono… se ve con nitidez cómo, con la limpieza de las memorias, la Divinidad puede fluir más libremente, guiándonos y haciendo que todo ocurra sin esfuerzo… y de forma natural.
Este fin de semana, en una vivencia del “Amor y Perdón”, tuvimos la experiencia del Universo actuando a través del fuego… de la lluvia… de los animales… de las nubes y de las estrellas… conmoviéndonos de forma muy profunda y demostrando que mucho más allá de nuestras posibilidades, existe Algo que Crea…
Antes incluso de empezar el trabajo, ya había podido sentir la acción de esa fuerza guiándome en cosas sencillas, pero que dejan ver claramente la rúbrica de una Fuerza Mayor.
Antes de que el trabajo comenzase… una vez que el salón ya estaba todo arreglado y adornado… pensé en perfumar el ambiente con agua de azahar… a continuación pensé que podría ser mejor quemar salvia blanca… Con esa duda geminiana, subí en dirección a la casa de la Mujer de la Montaña para ver qué le parecía a ella. Pasé por las moreras cargaditas de la fruta… y cuando giré en dirección a su casa, observé que en la galería había dos mujeres mirando como si buscasen algo. Al llegar abracé a las dos, que son muy queridas, y supe que estaban charlando sentadas cuando notaron un perfume muy fuerte a flor de azahar procedente de aquel lado… se levantaron para mirar qué era y aparecí yo…
Claro que esa ha sido la forma que halló el Universo para decirme cuál sería la mejor elección para perfumar el salón para aquel trabajo…
Y así otras muchas cosas han ido ocurriendo de forma simple y natural, mostrando que siempre podemos contar con la ayuda de esa parte nuestra “Que Sabe”, en todo momento, para cualquier situación.
Y cuando entregamos el control a la Divinidad, como procuro hacer siempre, muchas veces ni siquiera es preciso preguntar… porque confiamos en que Ella nos trae todo en el momento oportuno… no hay más que estar disponibles para recibir…
Hoy me acordé de que el agua de azahar que utilicé para perfumar el salón, me la había obsequiado la Mujer de la Montaña, en una época en que me sentía triste e imposibilitada para ejercer mis Dones, porque estaba cuidando de una persona querida… Ella me regaló aquella agua de azahar y dijo que me la echase en el corazón y en los hombros…
Hoy veo cómo mi vida ha cambiado y cómo el mismo perfume que un día ha servido para aliviar mi dolor hoy perfuma mi Don…
A veces no somos lo suficientemente agradecidos porque nos olvidamos de cuántos motivos tenemos para agradecer…
Nos quejamos de lo que está por liberar y nos olvidamos de lo mucho que ya ha sido liberado…
Nos quejamos de lo que aún no tenemos y nos olvidamos de lo mucho que ya hemos alcanzado…
Estoy profundamente agradecida a la Vida y a todas las personas que forman parte de ella, y siempre traen oportunidades de crecimiento… de una forma o de otra… siempre traen la posibilidad de enseñarnos un poco más a dejar fluir el Amor…
Agradezco profundamente al Gran Misterio que por caminos inesperados e insondables siempre nos pone frente a frente con nuestro destino.
Agradezco silenciosa a la Gran Madre que siempre nos acoge en todas sus infinitas moradas.