Ayer he sentido tanto sueño que no tuve otra opción más que dormir casi todo el día... una transformación muy grande parece que estaba pasando en mí... tanto que podía sentir la liberación en mi cuerpo físico de forma muy nítida.
Había identificado algo a ser liberado por un sueño que tuve recientemente y me dediqué a hacer el Ho’oponopono durante todo el día y... en los intervalos en que despertaba, percibí que incluso dormida no dejaba de decir las preciosas frases... ¡Lo siento mucho! ¡Perdóname! ¡Te amo! ¡Te doy las gracias!
Cuanto más lo hacía más notaba la fuerza de la liberación sucediendo, poniendo en movimiento una energía que fluía trayéndome la sensación de que lo que estaba liberando era alguna cosa muy antigua...
Sentía un dolor en un punto al lado izquierdo del ombligo... y por un momento, entre el dormir y el despertar, me pareció que allí había algún tipo de registro que estaba siendo limpiado...
Y así he ido pasando el día despertando de vez en cuado... pero cada vez con más sueño, siempre notando el pequeño dolor que venía como un pulsar.
A ciertas alturas he soñado que un Hombre de mucha luz retiraba una abeja de mi ombligo... y ella volaba... Fue todo muy rápido pero la emoción que sentí con ese encuentro fue muy grande y me conmovió mucho por la cercanía de lo Sagrado... y al fin llegó la noche y el dolor se fue pasando y con él, el sueño...
Ya bien despierta conecté el computador para trabajar un poco en un dibujo... pero percibí que tenía hambre y fui a prepararme una merienda a la cocina regresando en seguida, pero, cuando entré en el cuarto y miré la pantalla del computador... llevé un susto porque había una página diferente abierta que creí pudiese ser algún aviso de virus.
Acercándome más he visto que era una página del diccionario Aurelio abierto en la palabra Paz.
Después he visto que él siempre se abre en esa palabra... pero en aquel momento... en aquel día, la palabra Paz me colmó con la certidumbre de que una fuerza mayor estaba de veras actuando...
No sé cómo se ha podido abrir el diccionario solo... pero sé que sentí allí, durante una fracción de segundos, lo que puede ser la “Paz más allá de toda la comprensión” de la que habla el Dr. Len.
Por un momento sentí que caminaba hacia esa posibilidad, y tuve la seguridad de que el Ho’oponopono estaba actuando de forma cada vez más profunda.
Después de sentir esa Paz... no he querido comprender lo que quería decir aquel dolor en el ombligo... ni tampoco lo que significaba esa abejita que aquel Hombre tan Sagrado quitó de allí... porque esa Paz, aunque por un corto tiempo, pareció infinita y me enseñó que... lo que podemos alcanzar con el Ho’oponopono es mucho más que lo que cualquier explicación puede darnos.
Y confié tanto en la Divinidad que se me presentó en aquella forma... mostrando que quitar el dolor puede ser así de sencillo... que sólo puedo desear que la Paz que se ha abierto inesperada... en la pantalla del computador, se expanda... expanda... y toque cada corazón como ha tocado el mío...
Experimentar esa Paz así me ha hecho tener la esperanza de que es posible.