Creo que pueden existir muchas diferencias sutiles entre estas dos palabras: VÍNCULO y APEGO. Fue en un curso sobre cambios donde he tomado conocimiento de la importancia de la comprensión de estas palabras tan sencillas, pero que nos pueden transformar y libertar.
Me gustaría que en este momento, te detuvieses un poco y pensases qué significa vínculo... Tú tienes un vínculo ¿con quién o con qué?
Ahora, podrías definir lo que significa apego, ¿qué sensaciones tienes al pensar en esa palabra y a quién o a qué te sientes apegado (a)?
La palabra vínculo, para mí y para algunos oyentes de la radio que han participado en el programa sobre ese tema, tiene un sentimiento muy fuerte de libertad, de placer sin obligación.
El vínculo entre las cosas y las personas se da en el momento propicio, sin forzar nada y con la certidumbre de que aceptamos al otro tal como es. Hay un vínculo muy fuerte incluso cuando permanecemos años sin ver a alguien. Ese vínculo vive, pese al tiempo, trasciende nuestro consciente. Simplemente existe. Es como nuestro vínculo con la naturaleza, no vivimos en la playa, pero ella está allí.
Ahora saliendo del vínculo externo, me gustaría reflexionar sobre nuestro vínculo con nosotros mismos. El vínculo de ser nuestros propios amigos, de aceptarnos tal como somos, de permitirnos vivir cosas importantes, aunque los demás no lo perciban. Ese es el verdadero mantenimiento de nuestro vínculo con nuestra propia alma. Entramos en depresión cuando perdemos esa conexión. Tenemos la impresión de ser seres fragmentados. Ora somos razón, ora emoción, ora ni siquiera sabemos quiénes somos. Necesitamos religar ese lazo con nuestra alma para no perder la conexión de nuestra evolución consciente.
En cuanto al apego... ese es un sentimiento de sufrimiento, control, cautiverio. Una oyente me dijo que era tan apegada a la madre que, no aceptando su muerte, permaneció en depresión durante tres años. Si, en vez de apego, hubiese un vínculo, ella comprendería la trascendencia de la muerte y la continuidad de la ligazón. Después de reflexionar sobre esto, lo comprendió. Otra oyente dijo que su matrimonio estaba terminando por celos. El apego al marido la estaba alejando de él, pues él se sentía agobiado. Dijo que ahora era tarde para recuperarlo.
Para mí, el apego es la falta de seguridad, de autoestima y de fe. Quién se apega no cree en el amor, en la experiencia y... en lo que sea bueno mientras dure... Nosotros, los seres humanos, gustamos de vivenciar determinadas cosas mientras esos momentos nos aportan alegría, bienestar, crecimiento y felicidad. Pero tenemos la manía de mantener las situaciones que ya no nos hacen bien. El apego nos da la falsa ilusión de control, de satisfacción y de amor. Una madre que ama a su hijo de verdad, comprende que él es un ser único y separado de ella, que tiene vida propia y experiencias que vivir. Toda madre siente en propia piel que no puede proteger a su hijo durante toda la vida.
Cualquier tipo de apego trae ceguera. El apego al dinero, a la religión, al coche, a la casa.
Cualquier tipo de apego va en contra de nuestras necesidades, no contempla el cambio, la transformación de esas necesidades. Cuántas veces nos hemos apegado a algo y después de que lo hemos soltado, lo nuevo ha venido y ha sido mucho mejor, o por lo menos importantísimo para nuestro crecimiento.
Espero que sepamos transformar todos nuestros apegos en vínculos... Y que la vida fluya, conforme el alma nos pida los cambios. Espero que sepamos reconocer que, cuando nuestros ojos pierden el brillo es porque es tiempo de cambio, sea en la profesión, en la salud, en la relación, etc. El cuerpo sabe lo que da placer, hay que saber oírlo y, de vez en cuando, mírate al espejo para saber qué dicen tus ojos. Medita para saber qué desea tu alma y ten el coraje de dejar venir lo nuevo. Lo nuevo puede venir incluso en la misma casa, en la misma relación y en la misma persona. Lo nuevo viene de la renovación de actitudes, del cambio de pensamiento y proceder, que todavía no hemos experimentado. Lo nuevo viene de dentro...
Sigue a continuación un Ejercicio de Imágenes Mentales por Izabel Telles para ayudar a cambiar ese patrón mental.
Si notas que no logras desapegarte de algo o de alguien, aquí va una sugerencia de ejercicio:
El Camino Dorado
Sentada, ojos cerrados, respira 3 veces lentamente y contémplate sentada en una playa teniendo el mar frente a ti. A tu lado izquierdo mira a la persona o a aquello de lo que deseas desapegarte, y mira cómo esta persona sale lentamente de tu lado (o como se la llevan) por tu lado izquierdo, lentamente, bañada por una lluvia dorada muy fina.
Acompaña cómo va desapareciendo esta persona allá en lo infinito.
Entonces, respira aliviada y abre los ojos.
Simone Arrojo é apresentadora do programa Virando a Página, na Rádio Mundial, aborda assuntos relacionados a Constelação Familiar e Autoconhecimento.
Trabalha com Grupos todas às terças e quintas-feiras; Atendimentos Individuais com Constelação Familiar; Palestrante e Organizadora de Projetos de Qualidade de Vida e Constelação Sistêmica em Empresas; Dirige Grupos em Viagens a Lugares Sagrados em vários países para trabalhos terapêuticos. Email: [email protected] Visite o Site do Autor