Todo depende de lo que creemos como verdadero para nosotros. Hay una estrecha relación entre lo que creo y lo que efectivamente soy. Creer tiene que ver con valores. El “Soy” es consecuencia. Por tanto, depende exclusivamente de mí, el aceptar que una verdad externa forme parte de mi vida.
Puesto eso, es preciso saber comprender las consecuencias de los comentarios con que los medios de comunicación nos están bombardeando recientemente, empleando masivamente la palabra crisis. Ésta efectivamente existe en Estados Unidos y entre sus socios económicos más estrechos, como Inglaterra, Japón, Alemania y la fuerte dependencia económica de China en la exportación de sus productos a los EUA.
Aquí en el Brasil, la crisis efectivamente existe en las empresas que tienen profunda relación con el mercado norteamericano, especialmente las de explotación minera.
Pero querer y aceptar que esta verdad esté presente en nuestro País es, como mínimo, ignorancia colectiva. Varios periodistas están comportándose como verdaderos ventrílocuos de sus fuentes que nada saben sobre el mercado internacional.
La palabra crisis debe ser sustituida por oportunidad. La palabra crisis debe convertirse en sinónimo de atención, celo y finalmente la palabra crisis ha de ser encarada fuertemente como una realidad que tenemos frente a nuestra ventana, pero que no es preciso que necesariamente entre en nuestra casa.
Cada País se comporta según su etnia y los valores que componen su economía y sociedad. Los norteamericanos son literalmente guerreros por excelencia. Nosotros no. Por tanto, es como mínimo falta de buen sentido importar valores de un país y querer que el otro los acepte y se comporte de la misma manera. Si ya las familias son bastante diferentes, imaginemos entonces el comportamiento cuando nos comparamos en todo con otros países.
Ellos, los norteamericanos, son los pioneros en el marketing y demuestran esta competencia singular al crear un icono de cambio con su nuevo Presidente. Éste a su vez también es capaz cuando afirma:
El Cambio no se producirá si esperamos por alguna cosa o por algún momento.
Nosotros somos lo que estábamos buscando, nosotros somos el cambio que buscábamos…
Por tanto, no seas un rehén más de los medios de comunicación que propagan la caída de los empleos, de las concesiones de crédito y de las dificultades de algunas empresas que exportan a los EUA, como si nuestro País efectivamente ya estuviese en Crisis. No estamos. Ésta se produce de forma aislada en las empresas.
No obstante, si insistimos en hacernos rehenes, será un desastre sin precedentes, porque tardaremos más de una década en reponernos.
La caída del empleo se produce porque las empresas invierten en Investigación y Desarrollo y la mano de obra de menor especialización queda sustituida por máquinas y equipamientos. Esto siempre sucederá. Por tanto a nosotros cabe no permitirnos ser – o convertirnos, en trasnochados y arcaicos. Tenemos que entrenarnos y culturizarnos a cada instante. La verdad de ayer es vieja. No esperes que eso sea obligación solamente de tu empresa. Es tuya también. Al fin y al cabo eres tú quien depende de ella.
El Mercado financiero es tirano. Cuando el tiempo está firme, soleado, el Banco te ofrece crédito. O sea, todo está en función de la cantidad de dinero y bienes que tú mantienes vinculados al banco. Con el primer rayo, en día de lluvia, el crédito se esfuma. Por tanto, cada empresario ha de aprender a trabajar con sus recursos provenientes del LUCRO y no de la especulación o del límite que el Banco ofrece. El Banco NUNCA PIERDE. Cuánto más dependa del Banco una empresa, peor estará hoy. Cuidar, celar y administrar costes y gastos siempre será el secreto. No se gasta dinero por cuenta de la especulación o de una planificación optimista. Primero entra el dinero, después se gasta. Crédito nunca será sinónimo de lucro.
Las empresas exportadoras han de aprender a dejar de ser inmediatistas y de poner su objetivo de ventas en un solo mercado. No es recomendable que mi empresa tenga una dependencia por encima del 15% de su facturación total procedente de un único mercado comprador. Algunos exportadores brasileños están sintiendo esto en propia piel. Dependen mucho del mercado norteamericano.
Muchas empresas familiares son verdaderos árboles de navidad, acogiendo a parientes y personas que se allegan a la familia como si la empresa fuese sinónimo de acomodación y distribución de donativos. Crean cargos y funciones absurdas apenas para mantener apariencia y poder. La familia da satisfacción. La empresa produce Lucro. Mezclar ambos es un verdadero suicidio. Esto sí es crisis, pero nunca generada por los norteamericanos. Ninguna empresa sobrevive a eso.
Por tanto, la crisis que pretendidamente existe aquí en el Brasil está localizada en la incompetencia de gestión y no es consecuencia de lo que sucede en los EUA. Procura saber cuántos coches utilitarios han de venderse por mes para que la ganancia cubra el coste del salario y de los beneficios mensuales destinados a un Vicepresidente de una montadora de automóviles en el mercado norteamericano… Te causará sorpresa el resultado de la pesquisa. Eso es Crisis.
En fin, antes de admitir que tú y tu País estéis en crisis, procura comprender más acerca del tema y deja de propagar una irrealidad. Obama es una esperanza para los norteamericanos que siempre se posicionan de manera más optimista que nosotros los brasileños. Descubre dentro de ti el Obama dormido. Despiértalo, pues somos ilimitados en nuestra capacidad de resolver problemas.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor