El azúcar es un producto químico travestido de alimento - Fernando Ferdo
A las mujeres en general les gusta mucho el azúcar, pero la recíproca
no es verdadera. El azúcar está asociado a una serie de condiciones
que hacen de sus vidas un infierno: celulitis, tensión pre-menstrual (TPM),
jaqueca, estrés, arrugas. En las mujeres embarazadas, el daño que
hace el azúcar es doble y significa pre-eclampsia, endometriosis, diabetes
gestacional y bebé macrosómico. Aunque el azúcar estuviese
implicado solamente en problemas que atañen a las mujeres individualmente,
ya sería motivo suficiente para preocupación. Lo grave de la situación
es que el azúcar está afectando al ser humano en el delicado momento
de la reproducción de la especie, comprometiendo el futuro de la humanidad.
Celulitis
La celulitis no es más que las células del tejido subcutáneo
con grasa almacenada. Un cuadro infeccioso de la piel asociado a alteraciones
metabólicas del tejido subcutáneo y a disfunciones endocrinas. La
celulitis se forma en la capa profunda de la piel en el tejido adiposo entre la
dermis y los músculos. Una alteración misteriosa en el metabolismo
de esa capa de grasa origina la celulitis.
Un crecimiento desordenado de células de grasa interrumpe la circulación
congestionando el tejido, y dando origen a los hoyos y nódulos típicos
de la celulitis. Todo el mundo sabe que la grasa no es más que el "exceso"
de azúcar ingerido. El Dr. Antonio Herbert Lancha Jr. Recomienda: "si
el objetivo es reducir la celulitis, evita largos períodos de ayuno. Evita
además alimentos con mucho azúcar."
Lo irónico del caso es que existe una industria, funcionando a todo vapor,
que pone en movimiento billones de dólares en el mundo entero a cuenta
de la celulitis, tratamientos prodigiosos y caros para combatirla, cuando la solución
es tan simple y barata: la primera providencia del mujerío que quiere verse
libre de la celulitis es abandonar el azúcar.
Estrías
Qué es lo que causa las estrías, nadie lo sabe. Entre las causas
posibles están el desequilibrio hormonal y la mala formación del
colágeno. Colágeno y elastina son células de sustentación
localizadas en las capas más profundas de la piel. Cuando se rompen, el
reflejo a flor de piel son las estrías.
El azúcar es sospechoso en la formación de estrías por dos
razones básicas: una porque es un notorio revoltoso para los sistemas hormonales
y la otra sería la glicolisación no enzimática de las proteínas
(GNP), durante la cual queda expuesto el colágeno - proteína que
ayuda a conferir elasticidad y lozanía a la piel.
Las mujeres que no desean ver su cuerpo todo estriado, tienen en la dieta exenta
de azúcar el mejor camino: la prevención, puesto que la dieta azucarada
moderna responde por un torrente de glucosa inútil y de radicales libres
en el organismo. "El secreto es no comer azúcar, practicar ejercicios
físicos, consumir verduras
" resume Patricia Rittes, dermatóloga
de la Sociedad Brasileña de Dermatología y de la Academia Americana
de Dermatología, contestando a la pregunta de una internauta sobre las
estrías en el Chat del Portal Terra.
Jaqueca
Otro fantasma en la vida de muchas mujeres es la jaqueca. Las bebidas alcohólicas
encabezan la lista de factores que desencadenan las crisis de jaqueca. El vino
tinto es el campeón de las reclamaciones, aunque las bebidas destiladas
también contribuyan. Los médicos que lidian con el problema no atinan,
pero el vino tinto implicado seguramente es "lo suave", y cuando la
bebida es destilada debe ser otra porquería azucarada, tipo 'caipirinha'
o cóctel de frutas, que a las mujeres les encanta.
El doctor Edgar Raffaelli Jr, fundador y presidente honorario de la Sociedad Brasileña
de Cefalea, en entrevista al site www.cente.med.br dice: "Hay,
en cambio, un enemigo que, en general, es desconocido para las personas y al que
les cuesta identificar: el azúcar. Como el control de la glucemia depende
también del sistema límbico, y el hipotálamo de esas pacientes
funciona mal, las oscilaciones bruscas de la tasa de azúcar en sangre son
factores importantes para desencadenar la crisis."
Más adelante el médico explica mejor lo que ocurre: "Una hipoglucemia
reactiva evidencia el hecho de que el azúcar se ha quemado en exceso por
haber funcionado como agresor del sistema. Por tanto, la conducta acertada es
ingerir menos azúcar."
Endometriosis
La endometriosis es una dolencia crónica muy común, caracterizada
por la presencia de tejido de estructura semejante al endometrio (mucosa que reviste
las paredes internas del útero) en diversas áreas del aparato genital
femenino: peritoneal, ovárica, septo-retro-vaginal. La endometriosis pude
provocar dolores menstruales y causa fibrosis en toda la pelvis, envolviendo tanto
los ovarios, que el óvulo normal no puede ser liberado, siendo, por lo
tanto, causa de esterilidad femenina.
La Folha de S. Paulo, en el cuaderno "Equilibrio", en Internet, tiene
un testimonio conmovedor de la fisioterapeuta Ana Tereza en pregunta a la Dra.
Claudia Colucci: "Padezco endometriosis y cuando recibí el diagnóstico
ya no quería saber de tratamiento alguno, pues ya había tenido un
mortinato, dos abortos y un embarazo ectópico. Estuve un año sin
comer azúcar y cuando ya ni siquiera lo creía, fui madre."
Menopausia, Menstruación y TPM
El nombre del sitio web es Canal Saúde. En él encuentro un interesante
texto de Lúcia Fávero, del cual destaco este fragmento: "El
azúcar es muy perjudicial para quien está enfrentándose a
los problemas de la menopausia. Produce una fluctuación hormonal en el
páncreas que conduce a la bajada de estrógenos. Además, el
azúcar provoca el enlentecimiento de los elementos químicos de las
hormonas, perjudicando el trabajo de las suprarrenales, actuando además
para bajar el nivel de estrógeno. El azúcar no hace falta en el
organismo. El azúcar es un vicio (de los más fáciles de desterrar).
El secreto está en cortar definitivamente el empleo de azúcar en
la alimentación."
Estoy feliz cuando encuentro un sitio web como ese. Defendemos la misma causa:
azúcar cero.
En cuanto a la menstruación y la TPM (tensión premenstrual), en
la página del periódico cearense O Povo, en Internet, leo materia
de 1 de enero de 2003 sobre esos asuntos. Como "armas para combatir la TPM"
entre otras providencias, tales como dormir bien, el Dr. Carlos Antunes, ginecólogo
y homeópata, pide atención para la ingesta de azúcar. Según
él, para cada tres cucharillas de azúcar refinado, el organismo
tiene que librarse de 100 miligramos de toxinas, y la capacidad de eliminación
del organismo es de tan solo 60 miligramos. Esas toxinas son un subproducto del
tratamiento químico por el cual pasa el azúcar hasta volverse blanco.
Es la basura química fina del azúcar.
Arrugas de azúcar
En reportaje de la revista Veja, de 29.9.2004, titulado "Doutor Celebridade"
(Doctor Celebridad), hemos conocido al Dr. Nicholas Perricone, dermatólogo
de estrellas del porte de Sharon Stone y Nicole Kidman e inventor de la crema
del "efecto Cenicienta". Según la Veja, Perricone es dueño
de un imperio que puso en movimiento, solo en 2004, 70 millones de dólares.
Con más de un ciento de sustancias patentadas en todo el mundo, su línea
de productos de belleza está en los anaqueles de tiendas como Daslu, Neiman
Marcus, Saks y Nordstrom. Un pote de crema puede llegar a costar 570 dólares.
Su libro "El fin de las arrugas" estuvo 25 semanas en la lista de los
más vendidos en los EUA; otro superventas suyo es "Rejuvenecimiento
Total".
El Dr. Perricone es autor de una interesante teoría sobre el envejecimiento:
sería el resultado de sucesivas inflamaciones en las células. ¿El
remedio? Además de las cremas y lociones creadas por él, una dieta
rica en frutas, verduras y legumbres, algunos tipos de proteínas (como
la de la clara de huevo) y mucho salmón. El pescado es riquísimo
en dimetilaminoetanol, el nombre de la sustancia conocida por las siglas DMAE,
base de las cremas de Perricone.
En la corta entrevista telefónica a Veja, preguntado sobre cuál
es la base de su teoría anti envejecimiento, respondió el doctor
Perricone: "Después de veinte años de pesquisas, he llegado
a la conclusión de que el envejecimiento se debe a inflamaciones causadas
por sustancias tóxicas. El azúcar es uno de los grandes villanos
en ese proceso. Tanto que personas con diabetes, que padecen exceso de azúcar
en sangre, envejecen a una velocidad un tercio mayor que las no diabéticas.
En uno de mis libros digo que las arrugas, por ejemplo, son una dolencia resultante
de esa inflamación y, como tal, pueden ser curadas." ¡Qué
maravilla! La sustancia química que venimos enfocando tiene además
esa propiedad
¿le buscamos un nombre? ¿Gerontógena?
¿Senilógena? ¿Arrugógena?
El tratamiento del Dr. Perricone funciona por la razón básica de
que él pide que se retire de la dieta el factor patógeno que es
todo el mundo ya lo sabe. Con ello, estanca el proceso de glicolisación
degenerativa de sus clientes. Las cremas de 500 dólares son el chantilly
con que el hombre se gana su dinero.
Amiga lectora, si tú pones a cero tu azúcar, tanto da que comas
salmón o sardinas, aguacate o calabaza, el "efecto Cenicienta"
se producirá. En cuanto a las mujeres que no abandonen la dieta azucarada,
habrán de encarar el "efecto Bruja Malvada".
Pre-eclampsia (ex toxemia gravídica)
Asociando la pre-eclampsia a la obesidad, resistencia insulínica y trigliceridemia,
el Dr. T. Clausen, del Hospital de la Universidad de Ullevaal, en Oslo, Noruega,
orientó a un equipo de investigadores, partiendo de la hipótesis
de que la ingesta de calorías de alimentos ricos en sacarosa o ácidos
grasos poliinsaturados, independientemente considerados, aumentaría el
riesgo de pre-eclampsia.
En las mujeres embarazadas, las pruebas han confirmado que el consumo de azúcar
está asociado al aumento del riesgo de contraer la pre-eclampsia. Según
el Dr. Clausen, los ácidos grasos poliinsaturados también contribuyen.
Los investigadores no han observado relaciones entre otros nutrientes energéticos
y el riesgo de padecer esa disfunción. Y llegaron a la conclusión
de que "los patrones dietéticos cada vez más prevalentes en
diversas partes del mundo pueden afectar adversamente a los muchos esfuerzos para
reducir las complicaciones de hipertensión durante el embarazo." En
otras palabras, la dieta azucarada moderna está ofendiendo a la humanidad
desde el vientre materno.
Pica
Es aquel extraño deseo que tienen las mujeres embarazadas de comer cosas
raras. La pica tiene que ver con el lado patológico de la cosa. Es cuando
las gestantes desean comer cosas absurdas como barro, cerillas, bolitas de naftalina,
cabello, etc. Para algunos autores, el instinto explicaría tal comportamiento;
así, por ejemplo, la necesidad orgánica de algún mineral
llevaría a una embarazada a comer arcilla. Pero la ciencia médica
no está de acuerdo con eso.
El deseo de comer comida normal, frutas fuera de temporada, por ejemplo, no está
considerado como pica. Según el libro "Nutrición en el Embarazo
y Lactancia", entre los alimentos más deseados por las embarazadas
están los dulces, y esos deseos o aversiones "no son necesariamente
perjudiciales". Ahora bien, comer almidón, cosa común entre
las negras americanas, se tiene como síntoma de pica, e incluso tiene nombre
propio: amilofagia. Si comiesen tierra o barro sería geofagia. Comer almidón,
aún según dicho libro, "puede producir obesidad".
El almidón, hasta donde yo sé, es un alimento, contiene proteínas,
vitaminas, sales minerales, fibras y además libera la glucosa lentamente;
luego, ingerir un alimento normal no podría caracterizar una dolencia.
A no ser que la amilofagia se refiera a la manía de comer almidón
crudo. Siendo así, comer grasa o proteínas crudas tendría
que considerarse pica: lipidofagia y protidiofagia, lo que no sucede.
Entonces, el hecho de que una embarazada coma dulces no es "necesariamente
perjudicial", mientras que comer almidón es patología y "puede
producir obesidad".
A mi modo de ver, tenemos aquí un claro ejemplo de un texto sobre nutrición
escrito según los intereses de los traficantes de azúcar, o sea,
no se trata de ciencia sino de ideología.
Propongo pasar esa ciencia a platos limpios. Siendo así, el deseo de ingerir
almidón debe ser considerado un deseo normal, quizá manifestación
instintiva de la gestante de su necesidad de nutrientes; y el deseo de comer dulces
debe ser considerado una peligrosa manifestación de pica que expone a las
mujeres embarazadas al riesgo de obesidad, de diabetes gestacional, al riesgo
de generar bebés macrosómicos y al riesgo de la pre-eclampsia.
Diabetes gestacional
La diabetes gestacional es un asunto de la mayor gravedad, justamente porque afecta
a la humanidad en el sagrado momento de la reproducción de la especie.
No veo, sin embargo, la seriedad necesaria al tratar sobre este asunto. Por ejemplo,
un número especial sobre diabetes de la revista Saúde, ya en portada,
al lado del rostro perfecto de Carolina Melhem, trae una llamada insidiosa: "Con
moderación, se puede incluso liberar el azúcar". Liberar el
azúcar para diabéticos debía ser considerado delito y la
petición de moderación, una atenuante. En la presentación,
Lúcia Helena de Oliveira, directora de redacción, dice que el número
de diabéticos "solo aumenta justamente porque el mundo está
cada vez más gordo". Y está cada vez más gordo porque
la dieta es cada vez más dulce, ¿alguien lo duda?
La revista informa que la diabetes gestacional afecta al 2% de las embarazadas.
El médico Dráuzio Varela acompañó el embarazo de cinco
mujeres para el programa Fantástico de la Rede Globo y una de ellas presentó
el síndrome - precisamente la que mantenía la despensa abastecida
de chocolate. Una de cinco, no soy buena en matemáticas, pero supone el
20%. ¿No será que los de digitación se han comido el cero?
En la ciudad de Recife el número de casos de diabetes gestacional ya pasa
de 130 mil por año; ¿será que esa cifra es solamente el 2%
de los nacimientos en esa ciudad? ¿O bien la industria de la enfermedad
no tendría interés en informar de la real dimensión del problema?
¿Y en cuanto a la etiología de la diabetes gestacional? Según
la teoría general que informa este libro (ver referencia más abajo),
es el consumo aumentado de azúcar por las mujeres embarazadas. Todos sabemos
que las gestantes comen más, "comen por dos", y, et pour cause,
comen más azúcar. La revista consultó a Mauro Sancovsky,
ginecólogo y obstetra especializado en diabetes del Hospital Israelita
Albert Einstein, en São Paulo. Según él, "a partir de
la segunda mitad del embarazo es cuando tendrá la mujer más glucosa
en sangre para atender al bebé que está creciendo. Las madres que
desarrollan diabetes en la gestación no consiguen adaptar su producción
de insulina a esa fase." Yo pregunto: ¿de dónde viene esa glucosa?
¿De lo que ella come o de la depleción de glucógeno o grasa?
Apuesto a que es de la dieta azucarada. La naturaleza no da puntada sin hilo:
si el organismo de la embarazada providenciase más glucosa a partir de
sus reservas, el páncreas sería instado a producir más insulina.
La brecha del sistema es la boca, por donde las mujeres mandan el azúcar
para dentro. Y ese fermento biológico dulce es lo que hace al bebé
"crecer demasiado".
Mi hipótesis es fácil de derribar a través de una pesquisa
barata: basta aislar dos grupos de gestantes y a uno de ellos retirarle la sacarosa
refinada de la dieta. Mi pronóstico: solo surgirán casos de diabetes
gestacional en el grupo de las comedoras de azúcar. Vale el axioma: cuanto
mayor sea la cantidad de azúcar ingerida mayor será el número
de los casos de diabetes gestacional. Y además - ¿qué jugador
de ajedrez seguro de su juego ofrece una pieza importante a su adversario? - permito
incluir en el grupo de las embarazadas-azúcar-cero a aquellas que los médicos
entienden como portadoras de "predisposición genética",
las hijas y nietas de diabéticos.
Veamos ahora los estragos que el azúcar hace en el ser humano al nacer,
una tremenda cobardía. A continuación, una relación de las
morbilidades y disfunciones del recién nacido de madre diabética.
Todo empieza con el propio bebé agigantado, pesando aproximadamente 4 kilos,
que no debe ser saludado como un bebé súper nutrido, sino lamentado
como una manifestación teratológica causada por el azúcar.
Aquí va la relación: trauma obstétrico, parto difícil
debido a la distocia del hombro; asfixia (y sus terribles consecuencias); fracturas
óseas; hematoma cefálico; hemorragia subdural, ocular, de órganos
abdominales y de genitales externos; hipocalcemia y magnesemia; parálisis
facial, diafragmática y cerebral; lesiones en el plexo braquial y de los
nervios del brazo, malformaciones cardiaca, renal, esquelética y del sistema
nervioso. ¿Queda algo? Y eso si el bichito sobrevive en vez de engrosar
las estadísticas de la mortalidad infantil.
Bebé gordinflón
La distrofia farinácea es un cuadro clínico descrito por la escuela
pediátrica alemana del siglo XX. Las criaturas víctimas de esa condición
son regordetas y presentan un falso aspecto de salud. Se trata de una gordura
fofa y flácida, debido al edema que la acompaña, sobresaliendo en
las extremidades bajo la forma de hinchazón en el dorso de pies, manos
y párpados. Son criaturas frágiles, basta una pequeña infección
de garganta para que redunde en vómitos y diarrea que pueden llevar a la
muerte.
Eso ocurre con críos que en vez de alimentarse de la leche de la madre
son obligados a ingerir alimentos industrializados (harinas lácteas, papillas
de maicena). He dicho: hay una gordura saludable (marrón y vascularizada)
que resulta del consumo de alimentos normales (sin azúcar). La gordura
mórbida (blanca y flácida) es la que resulta del consumo de la dieta
azucarada moderna.
Texto extraído del libro negro del Azúcar - Fernando Carvalho Ferdo
- edición independiente.
Consulte grátis | |||||