Que tú, aun estando bajo la presión del mundo, jamás niegues tu espíritu.
Que tú no permitas que tus emociones extrañas bloqueen el amor real.
Que tú no dejes de reír de las cosas simpáticas de la vida.
Que tú no permitas que nadie, hombre ni espíritu, robe tu alegría.
Que tú digas no a todo lo que pueda degradar tu integridad.
Que, por donde fueres, con quien fueres, te domines a ti mismo.
Que estés libre de los grilletes de la arrogancia y del miedo.
Que tú puedas mirarte a los ojos y sentir grandeza e integridad.
Que tú des valor a un corazón luminoso y cuides bien de tu luz.
Que tú te emociones solamente por sentirte vivo, y agradezcas a quien te ha dado la vida.
Que tú respires alegremente, al sentir la energía entremezclándose con el aire.
Que tú veas las partículas de luz danzando en la atmósfera ante ti…
Que tú te respetes como Ser universal, para respetarte como Ser humano.
Que tú no dejes a tu mente que ahogue tu corazón ni tus sueños.
Que tú eleves las manos hacia el sol y celebres la bendición de la luz.
Que tú enseñes a tus hijos a ver la gracia de la vida, pues cada día es sagrado.
Que tú llores, si quieres, pero que tu llanto sea justo y aporte lecciones.
Que tú cantes algún mantra, y que eso mejore a las personas y al mundo.
Que tú subas la montaña y prestes reverencia al viento y a los espíritus del aire.
Que tú bajes hasta la campiña y prestes reverencia a los espíritus de las brumas.
Que tú cantes una canción por tus ancestros y amigos de otrora.
Que tú no te olvides de los que se han ido al plano espiritual.
¡Que haya alegría en ese recuerdo! ¡Que haya luz! ¡Que haya bendiciones en eso!
Que tú cantes también por los amigos de ahora, pues ellos son regalos en tu vida.
Que tú ames profundamente… Y que esto dignifique tu jornada y al ser amado.
Que tú seas una presencia de luz en la vida de los demás… ¡Y que eso sea siempre!
Que tú sepas reconocer tus errores y, con humildad, corregirlos.
Que tú te perdones a ti mismo y, así, aprendas a perdonar a los demás.
Que tú reconozcas también tus cualidades y tus aciertos, y estés alegre por ello.
Que tú no te lamentes por las cosas del pasado; tan solo aprende la lección y vuela…
Que tú no te acuestes airado contra nadie ni sujeto a las cosas del mundo.
Que te duermas pensando en el cielo azul… Y que visites las estrellas, en espíritu **.
Que los espíritus de las brumas guíen tu jornada espiritual, por donde fueres…
Que tú y ellos bailéis en los aires y celebréis la gracia de la amistad y del encuentro.
¡Que tú cantes con ellos! ¡Que rías mucho allá arriba! ¡Que aprecies la vista!
Que tú aprendas algo mientras tu cuerpo duerme… ¡Y que lo recuerdes!
Que sientas que tu verdadero hogar está en tu corazón.
Que tú seas feliz, aunque nadie comprenda por qué.
Que tú agradezcas a la Presencia ***, por todo.
P.D.: Que tú leas estos renglones y creas más en ti mismo.
Que tú y yo nos encontremos aquí, por sintonía espiritual.
Que nos reconozcamos como hermanos de luz, incluso a distancia.
Que un Poder Mayor nos una, en espíritu y verdad.
¡Que tú, querido lector, y yo, el escritor, seamos uno!
Que un Gran Amor encante nuestros pequeños corazones.
Que estos escritos iluminen la dádiva de otro día más.
¡Que así sea, pues, somos todos uno!
¡Que haya Paz y Luz!
(Estos escritos van dedicados a mis grandes amigos Sergio Scabia y Rodolfo Fonseca, organizadores de uno de los mayores Websites sobre temas alternativos del país, el link – donde también tengo el honor de ser uno de sus columnistas. Por medio de ese Website, miles de personas reciben diversos toques conscienciales estupendos. Y, así, la luz viaja hacia otros corazones, por esos mundos de Dios, como debe ser.
Que el amor del Todo esté presente, cada vez más, en el trabajo de esa gente leal – incluyendo a los demás colaboradores del Website).
Wagner Borges – sujeto con cualidades y defectos, 47 años de encuadernación, espiritualista consciente y contento, maestro de nada y discípulo de cosa alguna, mirando la vida como la Luz mira… Cada vez más admirado con la humildad de un Gran Amor, que visita su pequeño corazón y le ordena: Escribe con espíritu y verdad, para otros corazones. Ellos comprenderán. Y, entonces, dentro de ellos, una voz sutil, por pura resonancia espiritual, de alguna manera, responderá: ¡Sí, somos todos uno!
- Notas:
La primera parte de este texto está publicada en el Website del IPPB:.- link – en la siguiente dirección específica:https://www.ippb.org.br/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=5936 .
** Proyección de la consciencia – es la capacidad parapsíquica – inherente a todas las criaturas – que consiste en la proyección de la consciencia para fuera de su cuerpo físico.
Sinonimias: Viaje astral – Ocultismo.
Proyección astral – Teosofía.
Proyección del cuerpo físico – Orden Rosacruz.
Experiencia fuera del cuerpo – Parapsicología.
Viaje del alma – Eckancar.
Viaje espiritual – Espiritualismo
Viaje fuera del cuerpo – Diversos proyectores extra-físicos y autores.
Emancipación del alma (o desprendimiento espiritual) – Espiritismo.
Arrebatamiento espiritual – autores cristianos.
*** La Presencia – metáfora celta para el Todo que está en todo. Cuando los antiguos iniciados celtas admiraban los momentos mágicos de la aurora y del crepúsculo, solían decir: ¡Esto es un asombro! Y así era para todas las cosas consideradas como manifestaciones grandiosas de la Naturaleza y del ser humano. Ver el brillo de los ojos de la persona amada, la belleza plácida de la luna, la alegría de la sonrisa de un hijo, o el abrir de una flor eran acontecimientos maravillosos. Entonces, ellos osaban escuchar a los espíritus de las brumas, que les enseñaron a valorar el Don de la vida y a percibir la pulsación de una PRESENCIA en todo.
A partir de ahí, pasaron a referirse al TODO QUE ESTÁ EN TODO como la PRESENCIA que anima la Naturaleza y los seres. Si la luz de la vida era un asombro de grandiosidad, mayor aún era la maravilla de la PRESENCIA que generaba esa grandiosidad. ¡Percibir esa PRESENCIA en todo era un asombro! Y saber que el sol, la luna, el ser amado, los hijos, las flores y la Naturaleza eran expresiones maravillosas de esa totalidad, llevaba a los iniciados de aquel contexto antiguo de Europa a decir: ¡Qué asombro!
Hoy, inspirado por los amigos invisibles celtas, dejo registrado aquí en estos escritos el tierno asombro que siento al meditar en la PRESENCIA que está en todo. Y recuerdo las enseñanzas herméticas inspiradas en el sabio estelar Hermes Trismegisto, que decía en el antiguo Egipto: ¡EL TODO está en todo! El Inefable es invisible a los ojos de la carne, pero es visible a la inteligencia y al corazón.EL TODO o LA PRESENCIA, tanto da el nombre que se le dé. Lo que de veras importa es la grandiosidad de meditar en ello; esa misma grandiosidad de pensar en los innumerables soles y en las miríadas de seres esparcidos por la vastedad interdimensional del Multiverso, y de maravillarse al percibirse como una pequeña partícula energética consciente e integrante de esa totalidad, y poder decir de corazón: ¡Caramba, qué asombro!