Un día mi Maestro ND me dio una misión: Saul, analiza a las personas de éxito de los Estados del Sur de Brasil. Después haz lo mismo con cada una de las otras regiones y preséntame un informe con tus conclusiones.
Hice un estudio de las personas que encontré conveniente analizar. Busqué entender sus raíces familiares, si eran herederos, si habían contraído sus bienes por sí mismos con su esfuerzo y capacidad. Se trataba de inmigrantes, descendientes de éstos ó brasileños natos.
Y así fui haciendo mi análisis hasta concluir el trabajo.
Cuando entregué el informe a mi Maestro, él sin leer, me dijo: Ahora estudia a los inmigrantes ó a los descendientes de japoneses que tuvieron éxito en Brasil. Fui en dirección de las ciudades que poseen mayor número de Isseis, Inmigrantes; Niseis, Hijos; Senseis, Nietos y Yonseis, Bisnietos. Repetí la dosis de mi receta personal para buscar entender el origen del éxito de estas personas.
Una cosa puedo afirmar: ninguna de las personas analizadas tuvo suerte. Es común en todas ellas, mucho, pero, mucho trabajo. Ninguno consiguió obtener buenos resultados sin haber sacrificado un domingo, ó hasta años sin saber lo que era irse de vacaciones, ó sin una dosis peculiar de determinación. Creer en sus sueños fue algo importante para cada uno de ellos. Pocos aumentaron su patrimonio cuando su origen estuvo originado en herencias…
Muy bien.
Concluido el trabajo, entregué a mi Maestro la segunda etapa. Sin mirar me dijo: Muy bueno su trabajo. Acompañé sus estudios y veo que olvidó de percibir dos cosas que diferenciaron a los japoneses – y sus descendientes – de los brasileños. ¿Y por qué solamente un grupo pequeño de japoneses tiene éxito comparado con la enorme cantidad de brasileños? Saul, la cultura Japonesa exige MODERACIÓN EN LA BOCA. El Brasileño habla demasiado. Mucho chusmerío. Cuenta demasiadas cosas. El Brasileño deduce muy bien. Deducir es malo porque lo acertado en la deducción es íntimo. Bien, ¿ahora aprendiste no? Te deseo mucha, mucha, mucha buena suerte…
Fue un excelente curso de Moderación en la Boca. Obviamente antes yo ya había estudiado sobre la fuerza de la palabra y también de los pensamientos, que podemos clasificar como “achometros”.
Pensamientos “achometros” son aquellos que las personas utilizan para analizar una historia ó un objetivo. Normalmente, para corromper los objetivos con más energía. Por lo tanto, si queremos que nuestra vida tenga éxito, la primer cosa que tenemos que hacer es guardar en secreto nuestros objetivos.
Existen ciudades donde el secreto es la cosa que se mezcla con Superman, Caperucita Roja, siendo por lo tanto LEYENDA. Mientras la ciudad sea más politizada, menor es la posibilidad de mantener un secreto. En la política la información lo es todo. Expuesto así, las personas conviven y necesitan del secretito. Es a través del secreto que las personas adoban las relaciones. Aquí en Florianópolis el tránsito se vuelve caótico con cualquier accidente. Los otros vehículos permanecen mirando la placa del carro para saber si conocen al conductor para después poder contar a los otros lo que sucedió. ¡Pienso como será la vida en Brasilia!
La vida está llena de sorpresas, pero, por otro lado, es fácil de ser encarada. Tenemos que tomar decisiones a cada segundo. En este exacto momento no percibes que tus ojos pestañean…En este exacto momento no percibes que estás juzgando el texto…En este exacto momento ya definiste si te gustaron o no mis palabras…En este exacto momento tienes alguna cosa que contarle a alguien. Éste es el gran obstáculo que necesitamos superar: Moderación en la Boca.
Otro gran problema es el no saber como producir energía en nuestras vidas y así olvidamos de darle el valor debido. Pero, sin duda alguna, el mayor daño que nos causamos a nosotros mismos es no tener moderación con las palabras que brotan de nuestra boca.
La palabra es como una flecha, después de disparada, el daño ó acierto en el blanco son inevitables. Pocas personas están preparadas para entender, aceptar y gustar de nuestro éxito. Por lo tanto, una vida feliz EXIGE Moderación en la Boca.
El camino para volvernos sabios pasa, necesariamente, por el hábito de solamente expresar palabras adecuadas en tiempo y lugar correctos.
Saul Brandalise Jr. é colaborador do Site, autor do livro: O Despertar da Consciência da editora Theus, onde mostra através das narrativas de suas experiências como extrair lições de vida e entusiasmo de cada obstáculo que se encontra ao longo de uma vida. Email: [email protected] Visite o Site do Autor