¿Alguna vez has tenido pensamientos repetitivos? ¿Te has sorprendido pensando y repensando siempre lo mismo, sin tregua? ¿Por qué ocurre eso? A veces, yo pienso que es a causa de un ‘corto circuito’. A veces, debido a mi formación como astróloga, deduzco que estoy en ‘mal aspecto de Mercurio’. Pero hagamos ahora una pequeña reflexión.
Los pensamientos no son originados en la parte física y material del cerebro. En realidad, el cerebro funciona como un receptor radiofónico que recibe las ondas y las transmite al aparato cerebral físico. Ni los médicos saben de dónde provienen esas ondas cerebrales, pero saben que cuando cesan se produce la llamada ‘muerte cerebral’. El corazón puede incluso seguir palpitando para mantener la funcionalidad del cuerpo físico, pero el cerebro ya no recibe las ondas vibratorias y no posee, por tanto, actividad mensurable. Entonces ¿de dónde vienen las ondas vibratorias? ¿De dónde viene la transmisión? Los cabalistas afirman que hay dos tipos de transmisión: una proviene del lado luminoso de la Fuerza, la llamada Luz, y la otra proviene del lado oscuro de la Fuerza, la llamada Sombra. Las dos emisoras funcionan las veinticuatro horas, cada una transmitiendo informaciones positivas o negativas. Depende de nosotros el sintonizarnos en una u otra transmisión.
¿Sencillo? Pues no lo es tanto. La transmisión proveniente de la Sombra es muy intensa y fuerte y funciona a tiempo integral en conexión directa con nuestro ego. El ego condicionado por el ambiente en que hemos sido criados, en astrología cabalística se relaciona con la Luna en nuestro mapa, sus aspectos y posición.
En función de esto, parece que los pensamientos negativos y egocéntricos dominan nuestro cerebro y comandan nuestro comportamiento reactivo, provocando duda, miedo, agresividad, ira y todo tipo de reacciones emocionales negativas.
En cambio, la transmisión proveniente de la Luz es más tenue, más suave, su vibración es sutil y puede no ser notada en el tumulto de la transmisión negativa generada por la Sombra.
A nosotros corresponde sintonizar esa transmisión en frecuencia más elevada, aquietando el guirigay de los pensamientos negativos, de forma que logremos recibir la señal proveniente de la Luz.
Por esa razón es tan importante conseguir hacer una pequeña meditación diaria. Al comienzo, con la falta de práctica para aquietar (o incluso desconectar) la transmisión de la Sombra, los pensamientos negativos van a interrumpir repetidamente la transmisión de la Luz. Ellos generan ‘interferencias’ e irán provocando en nosotros miedo, ansiedad e incertidumbre, pudiendo incluso dar lugar a un comportamiento obsesivo.
El propio desarreglo llamado ‘comportamiento obsesivo-compulsivo’ es generado por esas transmisiones negativas repetitivas. Los pensamientos negativos pueden llevarnos a considerar a las demás personas igualmente negativas e incluso agresivas para con nosotros, y en consecuencia, pueden desencadenar reacciones violentas y hostiles por nuestra parte. ¡Mucha violencia podría evitarse si, por lo menos, consiguiésemos ‘desconectar’ un poco esos pensamientos obsesivos!
El cabalista nos enseña que un corazón frío, privado de amor, es una estación sintonizada para recibir la transmisión de la Sombra. Un corazón que vibra amor sintoniza la Luz y no genera violencia. Este es un hecho fácilmente verificable: ¡cuánta Paz sentimos dentro de nosotros cuando nuestro corazón ama!
Para cambiar la sintonía, tal como hacemos cambiando la emisora de la radio, debemos orar y meditar. Esto es lo que hacen los monjes cuando se aquietan en la soledad de los templos. De este modo, sintonizan su cerebro en las ondas de transmisión de la Luz. Alejan los pensamientos del Ego y armonizan su Yo interior que está siempre en contacto directo con Dios.
Al comienzo esto puede parecernos difícil, casi imposible. Tantos son los pensamientos que atiborran nuestra cabeza que ni siquiera logramos canalizar bien la frágil transmisión de la Luz. Por esto es importante que hagamos silencio en nuestra mente, que cambiemos la sintonía. Podemos ayudarnos con música suave, que nos aísle del mundo exterior. Sentados en la postura del loto o en una cómoda butaca (esto no tiene importancia), podemos empezar vibrando pensamientos positivos, orando con los salmos, o con las oraciones que nos fueron enseñadas. Todas las religiones poseen sus propios mantras. La repetición del mantra nos ayuda a poner la sintonía correcta.
Cuando meditamos en el nombre del Genio Cabalístico y oramos con su salmo de oración, ayudamos a nuestro cerebro a hacer ese cambio de sintonía. El 4º Genio, Elemiah, puede ayudarnos a alejar de la mente los pensamientos negativos. Tiene analogía con el planeta Mercurio. Su salmo de oración es el 6. Procurad escanear con los ojos las letras que componen Su nombre y después, con los ojos cerrados, dejad que su vibración modifique la sintonía de vuestros pensamientos. La Luz empezará a fluir y los pensamientos negativos se alejarán poco a poco, dando lugar a la irradiación del Amor de Dios.
Publicado dia 4/5/2009 8:45:25 AM em STUM WORLD
