Hace nueve años, desde que abrí mi sitio web personal que acabó integrándose en el STUM, escribo semanalmente (salvo raras excepciones) un artículo mediante el cual procuro compartir con los internautas mis experiencias y reflexiones sobre la vida, orientada por el conocimiento astrológico y ocultista que practico desde hace varios años.
Siempre que me siento a escribir procuro orientar a los lectores sobre los aspectos astrológicos, actuantes en el cielo, que habrán de influenciar nuestra vida durante la semana o semanas siguientes. De vez en cuando recibo elogios, otras veces recibo críticas y hasta broncas. Forma parte del juego cuando uno se expone públicamente. No protesto. Solo reflexiono. ¿Cómo hacer siempre lo mejor posible? ¿Cómo agradar a ‘tirios y troyanos’? Imposible, especialmente cuando lidiamos con miles de personas. No obstante, procuro perfeccionarme cada día haciendo adaptaciones, modificaciones y readaptaciones en mi trabajo semanal.
La orientación astrológica tiene por objeto ayudar a la persona a integrarse mejor en el medioambiente en que vive, ayudándola además a aceptarse como un ser íntegro, independiente y único, indicándole la forma ideal para interactuar con el mundo a su alrededor. A mi modo de ver, únicamente logrando la armonía interior podremos conectarnos con el Todo y sentir la Unidad. En mi horóscopo semanal, procuro esclarecer al lector sobre los peligros que encontrará en su camino. Algunos internautas agradecen la advertencia, otros me critican por considerarme pesimista.
Yo diría que procuro ser realista, teniendo en cuenta que la orientación es general y no individual y que los consejos pueden ser atendidos o no, dependiendo de cada cual. Imagino que cuando nos ponemos en la carretera para hacer un viaje, nos sentiremos más seguros si a lo largo de camino no falta la señalización: ‘atención: curva peligrosa a la derecha’, ‘reduzca la velocidad’, ‘cuidado, carretera sin arcén’, ‘cuidado con los baches’, etc., etc. Nótese que hay más señales de ‘prohibido’ y ‘cuidado’ que de ‘permitido’. Esto sucede porque nosotros deberíamos saber de memoria el código de la circulación y tendríamos que seguir de una manera natural las reglas de lo que está permitido. Lo que nos está permitido ya fue aprendido e incorporado a nuestra manera de conducir, ¿no es cierto? Por tanto, si la carretera es buena, bien señalizada y bien asfaltada, nuestro viaje será tranquilo: basta seguir las reglas que hemos aprendido. Por eso encontraremos pocas señales de ‘permitido’ en el camino. Claro que éstas existen, especialmente las del tipo de: ‘vista panorámica’, ‘gasolinera’, ‘restaurante’, etc. Y cada cual elegirá detenerse o no.
Pienso que en la carretera de la vida las cosas suceden de la misma manera. Y procuro reflexionar de esa forma en mi orientación semanal, colocando los avisos que, al examinar los aspectos astrológicos, puedan servir de alerta para evitar los eventuales peligros.
¿De qué sirve que yo no indique más que los buenos aspectos astrológicos, solamente para hacer feliz al lector (o al que consulta)? Y si le sucede algo grave en su vida sin habérselo advertido, ¿no me condenará por no haberlo avisado y no me echará a mí la culpa? ¿No dirá que soy una pésima astróloga? ¿O me echará la culpa si le sucede una desgracia, considerando que yo lo influencié? Es verdad que algunas personas tienen mayor inclinación a tapar el sol con el cedazo y muchos me piden no me digas nada de lo malo, o no me hables de muerte. Entonces, pregunto yo, ¿qué es lo que han venido a buscar? ¿Qué orientación desean? ¿Debo decirles que hay un peligro allí adelante?
Mi tarea es difícil, creedme. No obstante, he de ser realista, mantener los pies en el suelo, lidiar con los hechos reales, llamados ‘mundanos’ en Astrología.
En este momento Saturno, (Señor del Karma) está en retrogradación en Virgo, sin aspectos, o sea, él ya no está formando la oposición con Urano de la que tanto he hablado en mis artículos anteriores. A mi modo de ver, Saturno va a darnos una tregua para que tengamos tiempo de hacer una ‘revisión’ antes de la jornada, de tomar las medidas necesarias y hacer reajustes, si fuese el caso. Indica también que debemos proceder con prudencia, que las cosas parecen acomodadas, pero que todavía no están enteramente asentadas. El peligro no ha pasado. En nuestro día-a-día tendremos aún que apretarnos el cinturón, controlar el presupuesto, quitar las piedras del camino una a una, con paciencia y perseverancia.
¡Por otra parte, Júpiter se junta con Neptuno y estimula nuestro lado más optimista y soñador! Ambos están en Acuario, signo que rige las reagrupaciones, asociaciones, cooperativas, y estimula la fraternidad y los sentimientos humanitarios.
En las últimas semanas hemos visto producirse en el mundo varias reuniones de jefes de estado, en América Latina y después en Ginebra.
Los medios de comunicación nos presentaron imágenes de fraternidad, distensión, demostraciones de simpatía mutua, en las cuales los jefes se han declarado listos para actuar conjuntamente a fin de superar la crisis mundial. El aspecto acuariano de las reuniones me pareció evidente, al igual que el talante optimista. Ellos están optimistas y nos ayudan a mirar la crisis de manera positiva. Pero yo me pregunto, ¿sabrán ellos que no deben dejarse influenciar por una falsa euforia? ¿Sabrán que cuando Saturno poco a poco inicie la marcha directa (el 17 de mayo) al oponerse nuevamente a Urano, tendremos que enfrentar más turbulencias? Yo afirmé (en las Previsiones Astrológicas de 2009) que a partir de julio, cuando los dos planetas vuelvan a alinearse, seremos obligados a hacer una nueva evaluación de nuestros actos, pues podría ocurrir algún que otro batacazo económico importante.Los aspectos astronómicos indican que la crisis económica no será resuelta inmediatamente con la inyección de dinero y que tendremos aún grandes turbulencias por delante, incluso en 2010. Por otra parte, el aspecto Júpiter/Neptuno que está estimulando nuestra fe y nuestro optimismo y nos hace creer que juntos podremos cambiar el rumbo de los acontecimientos ¿debe ser considerado malo? Está claro que no. Incluso porque ese aspecto estimula nuestro lado soñador y sabemos que, sin sueños, el hombre no vive. Creer que podemos marcar la diferencia, manteniéndonos unidos en un solo objetivo común, solo puede ser saludable. ¡Si no soñamos y no tenemos fe no llegaremos a ninguna parte! Si no confiamos en un mundo mejor, acabaremos sucumbiendo a las adversidades. ¡Del mismo modo que ser pesimista en exceso es perjudicial, el optimismo excesivo también lo será! Al fin y al cabo, es posible que el Brasil no salga tan mal de toda esta crisis, pero nosotros estamos insertos en un contexto mundial, ¿no es cierto? Entonces, procuremos proceder de forma realista, pero sin dejar de soñar. ¡Todo en su justa medida, manteniendo el camino de en medio!
Esta semana podremos orar al Genio Cabalístico Haamiah, el de Nº 38. Esa vibración del Nombre de Dios anula las influencias maléficas, la mentira y la violencia. El planeta de vibración es Saturno. El salmo de oración es el 90.
MEM AYIN CHET
Léase de derecha a izquierda
38. CIRCUITOS
¡Uniéndonos marcaremos la diferencia!
¡Una semana llena de Luz!
São Paulo, 21 de abril de 2009