La semana pasada este Web publicó una especie de homenaje a la alegría, que hice en forma de declaración sobre mi estado de ser.
He recibido algunos e-mails que están publicados en mi página y otros que no he publicado porque aprovecharé su contenido como inspiración para el artículo de esta semana.
Resumiendo, los mensajes decían más o menos esto: Izabel, cómo puedes sentirte feliz lejos de tu país, de tu familia, de tu casa; viviendo sola en un país extranjero. ¿Cómo es posible esto?
Agradezco a todos los que me han enviado los e-mails, pero voy a responder empezando por preguntar:
- Mis queridos amigos ¿quién os ha convencido de que el ser humano está solo?
No estamos nunca solos. Tenemos en cada partícula de nuestro ser todo el Universo y además toda nuestra genética: la fuerza de nuestros antepasados, la sabiduría de nuestros ancestros, el conocimiento de nuestra especie, la luz de los seres que nos han enseñado, el amor de los parientes que nos han amparado, nos han alimentado, nos han enseñado a caminar día tras día, muchas veces sin tiempo para dormir o descansar.
Tenemos además la extensión de nuestro ser viviendo de forma productiva en la energía de nuestros hijos, nietos, hermanos, sobrinos, y todo lo que nos rodea.
Claro que tenemos asimismo la compañía de algunos dolores que provocamos o que nos han provocado, pero éstos también son necesarios para que practiquemos nuestra capacidad de perdonar, olvidar y recomenzar.
Entonces ¿eso no cuenta?
- ¿Quién os ha informado, queridos amigos, de que estoy lejos de mi país?
Mi país habita dentro de mí y no tiene fronteras.
Mi país es aquello que pienso, siento, vibro y amo. Mi país es un universo en constante mutación y construcción, donde la ley que ha de ser obedecida es el desapego y el coraje de abrir todos los días un espacio para lo nuevo, para lo desconocido, para las experiencias ((Lo influenciado, inspirado por las cualidades trascendentales de la divinidad)) numinosas(*) (como dice Leloup: experiencias que nos dan miedo, pero que al mismo tiempo nos fascinan).
En el país que estoy construyendo para mí la naturaleza es madre amada, los seres humanos son vecinos del mismo barco, la educación es una virtud, el conocimiento una obligación.
Intento gobernar este país mío con verdad, generosidad, nutrida diariamente por la voluntad insistente de acertar para mí y para los otros.
El lema de mi país es aprender todos los días una cosa nueva, el desafío de mi país es vencer las tentaciones, la bandera seguramente es un gran trozo de tela blanca y el himno de mi país habla de seres despiertos que buscan, a través de la inteligencia del cerebro, de la fuerza de la mente, del poder organizado de las emociones y de la fortaleza y sabiduría del espíritu, crecer en dirección a la luz, sabiendo que también hay tinieblas, para que desarrollemos la bravura de luchar cada día un poco más para mandarlas de vuelta para la tierra del nunca.
Espero, apreciado amigo, apreciada amiga, haber contestado a vuestros e-mails.
¡Piensa en esto cada vez que te sientas solo!
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor