Cuando se acaba la luna de miel y los esposos pasan a vivir juntos durante un tiempo, la realidad de romance se ve modificada o sustituida por la realidad de la relación. Cada uno empieza a desarrollar, a través de la experiencia de la vida en común, un retrato totalmente diferente del otro, y, lo que es más importante, una percepción diferente también. Conoces el lado feo. Trabajas más, juegas menos. Hay responsabilidades que atender.
Si el vínculo del amor es fuerte, la realidad de la relación permanecerá; hay entonces un matrimonio. Por otra parte, si la realidad del romance ha sido la base del matrimonio, la realidad de la relación se hace chocante en demasía. El matrimonio acaba en divorcio; el vínculo del amor es débil. El péndulo puede contribuir en mucho para un matrimonio. Cuando surgen tensiones, conflictos, desentendimientos y cuestiones apremiantes en el matrimonio, una lectura del péndulo puede rápidamente aportar luz a la dificultad en cuestión.
La consciencia disipa y disuelve las nubes de la ruina y del desánimo. La consciencia ilumina la noche oscura del alma con el sol de la claridad. Entrar periódicamente en sintonía con una relación de matrimonio proporcionará cierta sensibilidad hacia los sentimientos, pensamientos y puntos de vista del otro.
Muchas veces no conseguimos expresar lo que sentimos. Uno de los miembros de la pareja puede estar pasando momentos emocionales difíciles. Con el péndulo puedes descubrir inmediatamente qué es lo que está pasando. Inténtalo, haz una serie de preguntas específicas al péndulo. Las respuestas afirmativas con lecturas escalonadas de 0 a 10 pueden señalar el problema con precisión. Podrás descubrir, por ejemplo, que el problema de tu matrimonio no tiene conexión con tu relación, puede ser una influencia externa.
Aquí está una lista de preguntas que pueden ayudarte a descubrir la causa del problema. “¿Es algo específico que hago? ¿Digo? ¿Pienso? ¿Siento? ¿Creo? ¿Qué es lo que perturba a Fulano?”
Si recibes una respuesta afirmativa a una de estas preguntas, sé cada vez más específico. Una serie de respuestas negativas puede indicar que el problema puede estar en la otra persona.
Seguidamente evaluamos los resultados y adoptamos las pertinentes directrices, caso tenga solución; algunas veces podemos llegar a la conclusión de que, para estas dos personas, el momento de estar juntas ha llegado al fin.
Ya han vivido y aprendido lo que debía ser aprendido juntos y ahora ha llegado el momento de que cada cual tome un rumbo diferente, con el objetivo de la felicidad de ambos.