Es de suma importancia dejar claro que la Radiestesia es un apoyo en este campo; jamás interfiere o proporciona un diagnóstico, a pesar de la precisión de éste. Cabe al médico identificar y medicar. Respetamos los límites, pero ayudamos ¡y mucho!
A fin de pesquisar posibles desequilibrios energéticos que se caracterizan como dolencia, el radiestesista que se dedica a esta práctica debe conocer muy bien los tres aspectos ligados a la medicina, que son: fisiología, anatomía y las patologías.
Los datos proporcionados por un diagnóstico radiestésico dan al médico un apoyo en el tratamiento, verificando de inmediato los aspectos indicados, realizando exámenes de constatación, elaborando así un diagnóstico más rápido y, por último, eligiendo la mejor dosificación de medicamentos según la sintonía del paciente con éstos.
Otro factor que desencadena necesidad de atención es que el diagnóstico radiestésico se preocupará con la causa, o sea, qué es lo que de hecho ha conducido a aquel desequilibrio energético y, por tanto, curando la causa hacemos que el efecto que en este momento se traduce como dolencia, no aparezca nuevamente.
El radiestesista que se propone hacer un diagnóstico ha de proceder con cuidado (al no ser médico, jamás debe proferir un diagnóstico) y si ha encontrado algo más grave, ha de revelarlo al paciente para que le sirva al médico como indicación del camino que se ha de seguir.
Hoy a esto yo le llamaría un arte, pues, pese a la seguridad que ofrecen los diagnósticos radiestésicos, hemos de respetar siempre a la medicina tradicional. Por tanto, es el arte de decir en palabras sutiles el camino que el enfermo ha de seguir.
El diagnóstico se hace de la siguiente forma: hay una convención mental que se hace cuando empezamos a utilizar los péndulos, que dice que cada vez que el péndulo gire en el sentido horario, tendremos una respuesta afirmativa SÍ, y cuando gire en el sentido inverso a las agujas del reloj tendremos una respuesta negativa NO.
Entonces, con una plantilla anatómica iniciaremos el diagnóstico. En primer lugar, verificamos los siete centros básicos de energía que son nuestros chakras; sabemos que cada uno de estos chakras corresponde a una glándula y esta glándula a los órganos.
En visión muy resumida mostramos el siguiente cuadro:
CHAKRA CORONARIO – se sitúa en lo alto de la cabeza y no corresponde a nuestra parte física, está relacionado con la parte mental y espiritual. Cuando está cerrado, probablemente la entrada de la energía está produciéndose a través de la nuca o la frente y necesita un análisis más profundo;
CHAKRA FRONTAL – está localizado entre las cejas, es responsable por la energía de los ojos, oídos y cráneo;
CHAKRA LARÍNGEO – está localizado en el centro de la garganta, siendo responsable por la energía de la parte inferior de la cara hasta la nariz, aparato respiratorio, tiroides y para-tiroides;
CHAKRA CARDÍACO – se localiza a la altura del corazón y se relaciona con la glándula timo, corazón, torrente sanguíneo y es responsable por la vitalidad del cuerpo;
CHAKRA PLEXO SOLAR – está localizado a la altura del estómago y tiene conexión directa con cinco órganos: estómago, hígado, vesícula, bazo y páncreas;
CHAKRA UMBILICAL – localizado dos dedos más abajo del ombligo, corresponde al aparato urinario (riñones, uretra, vejiga y uréter) y a los intestinos;
CHAKRA BÁSICO – se localiza en la base de la columna vertebral y está ligado directamente a los órganos reproductores, masculinos y femeninos.
Además del péndulo, empleamos también el aurameter, a fin de detectar dolencias que estén en el campo energético, pero que todavía no se han manifestado físicamente. Delineamos el aura de la persona, verificando qué puntos presentan pérdida de energía; estos puntos requerirán entonces atención y estudio más centrado.
Tras chequear cada órgano de cada sistema, se obtiene un cuadro que deberá entonces ser comparado a los síntomas descritos por la persona.
La Radiestesia en este punto proporcionará las indicaciones médicas que la persona deberá buscar y podrá entonces actuar como indicación de equilibrios energéticos y canalizaciones de energía, haciendo que el órgano u órganos afectados se vuelvan positivos y repletos de energía; podrá además proponer el empleo de técnicas terapéuticas naturales, pero jamás interferir en la utilización de medicamentos, que es una práctica exclusiva del área médica.
Aquí hay también una presencia fuerte de la Radiestesia, cuando el médico prescribe un medicamento al paciente; a través de la Radiestesia podemos verificar si hay sintonía energética entre tal medicamento y la persona y además si la dosis es la correcta. Esto evita pérdidas de tiempo, además de muchos efectos colaterales.
Cuando hablamos de técnicas de fitoterapia, florales, acupuntura, magnetismo y psicoterapia, la presencia de la Radiestesia se hace fundamental, pues ésta conduce a la elección exacta del medicamento o técnica que ha de utilizarse y a la dosis y frecuencia del tratamiento. La elección de un floral, por ejemplo, cuando se hace a través de la Radiestesia, nos lleva a encontrar energías sutiles presentes, que muchas veces, si hubiésemos de prescribir solamente por la aplicación de los florales, no los recetaríamos, pues el aspecto presentado en la medición radiestésica muchas veces ni siquiera es mencionado por el paciente, o incluso él mismo lo desconoce.
Yo misma tengo experiencias personales de presentar ciertos síntomas y después de una evaluación radiestésica para elección de florales encontrar cosas que realmente estaban presentes y verdaderas.
En la homeopatía, la presencia de la Radiestesia también es fundamental, incluso porque la elección de medicamentos homeopáticos se hace por semejanza, al revés de los alopáticos; encontrar entonces de inmediato la semejanza que se necesita, facilita y mucho el tratamiento además de acortar el tiempo para la curación.
En la homeopatía no hay receta o medicamento que imponer. La elección terapéutica es realizada caso a caso, llamándose a esto individualización, lo cual significa seleccionar un tratamiento entre muchos, que corresponda al conjunto de los síntomas presentados.
En el tratamiento homeopático, de entrada, se percibe la intensificación o resurgimiento de los síntomas. Este agravamiento significa una elección correcta del tratamiento y la reacción del organismo, sin embargo, lo que ocurre en la mayoría de los casos es una tardanza muy grande, puesto que se emplea el sistema de prueba-error hasta encontrar el medicamento de fondo correcto. Todo podría ser más rápido con el auxilio de la Radiestesia en la elección del medicamento de fondo.Cuando hablamos de animales, la homeopatía con empleo de la Radiestesia se hace fundamental, por la imposibilidad de poder individualizar el caso patológico, pues el animal no describe sus sensaciones; se prescriben normalmente fórmulas complejas hasta llegar al punto, mientras que con el auxilio de la Radiestesia todo se haría más fácil y rápido.
Por más que caminemos y explanemos por diversos puntos, la conclusión a que llegamos siempre es que la gran mayoría de los desequilibrios energéticos presentados por seres humanos y animales tienen su origen en el lugar en que viven.
¡Por eso, cada semana afirmo la necesidad de medir la energía del lugar en que vivimos y jamás mudarnos a un ambiente nuevo sin verificar las energías allí presentes!
Todo esto está al alcance de todos, pues la Radiestesia es de fácil aprendizaje y puede modificar situaciones en nuestras vidas y ayudarnos a encontrar caminos.
¡Nos vemos la próxima semana, con mucha energía buena!
Publicado dia 8/22/2009 10:36:22 AM em STUM WORLD
