El Administrador del Dolor es una función psicológica importante. Es aquella parte en nosotros que racionaliza, que teme al dolor, al sufrimiento, a la muerte; así como a la pérdida, al revés, al rechazo, al fracaso, a lo inesperado y que, más que nada, trapichea con el propio Dios y con todas las situaciones y personas del mundo, para garantizarse alguna protección y seguridad básica.
Cuando el AdmDolor extrapola sus naturales prerrogativas ? como función psicológica ? o sea, cuando él está exagerado y desequilibrado, acaba por causar una especie de ?ruptura? entre nuestra conciencia individual y nuestro proceso vital, es decir, una separación entre nosotros mismos y la naturaleza (¡El Inconsciente!) que hay en nosotros.
Si doy al término ?naturaleza en nosotros? el nombre de Inconsciente, entonces se concluye que esta ruptura nos roba lo que hay de más esencial y de más vital en nuestro vivir: la conexión con el plano psicológico.
En este contexto de ruptura ocurre que nos quedamos sin nuestro sentido de orientación personal, hacemos lo que no deseamos y dejamos de hacer lo que deseamos. De cualquier modo, siempre resta el sufrimiento y la frustración.
Podemos vivir una vida ilegítima ? fácilmente ? pues podemos sucumbir a las formidables presiones, tanto externas como internas y, desorientados, sin consistencia en nuestra voluntad personal, acabar sucumbiendo al sin sentido de una existencia sin sueño personal, sin meta y sin un objetivo verdaderamente personal.
Cualquiera (divorciado de Sí Mismo) puede sufrir por no haber dicho (o hecho) algo, en consonancia con lo que su corazón deseaba...
Con todo tenemos que comprobar y observar que podemos sufrir mucha frustración, tanto por NO HACER lo que deseamos, como por HACER lo que NO deseamos...
Como sabemos, hay muchos modos de equivocarse y es siempre mucho más fácil destruir que construir.
En tu caso, como en el mío o en el de cualquiera, hay la necesidad de examinar las circunstancias en que se ha producido la desconexión y al mismo tiempo aumentar la sintonía con el propio íntimo.
Esto solo se consigue trabajando la conciencia individual para que se fortalezca de cara al AdmDolor. Es preciso salir de este estado de conciencia que merecería el nombre de trance mecánico / repetitivo (¡y absolutamente circunstancial!).
Solamente como UN ejemplo (¡entre los miles posibles!), vamos a imaginar (¡y a dramatizar!) a una persona viviendo una situación en que uno de los padres siempre hacía comentarios irónicos de desprecio en cuanto a su talento para el dibujo (¡en vez del dibujar, podría ser el acto de jugar, el de hablar, el de danzar y/o cualquier otro acto o expresión personal!)
Si la situación indicada ha generado un sufrimiento (¡especialmente si nuestro ejemplificado amigo ha sufrido rechazo después de trabajar intensamente en una obra personal!) podemos fácilmente imaginar a esta persona EVITANDO DIBUJAR LO QUE SEA, DURANTE EL RESTO DE SU VIDA, pues una de las características del Administrador de Dolor es su rigidez y fijación, en la medida en que ya no son posibles adaptaciones nuevas.
Podemos imaginar la tensión de la persona en cuestión si alguien le pide que dibuje algo en el trabajo o en la escuela.
Queda automáticamente excluida la profesión de dibujante o de artes visuales ya que el Administrador de la persona le hará evitar tales situaciones por todos los medios posibles e imaginables, para todo el siempre...
Queda excluido cualquier juego que incluya dibujar o pintar.
Naturalmente todo depende de que el actuar dibujando se haya vuelto motivo de vergüenza o inadecuación. Sin un componente, digamos, trágico, el AdmDolor no se instala y no se hacen efectivas las consecuencias descritas.
En este ejemplo queda claro que el AdmDolor puede tener una acción corrosiva a cualquier nivel, inclusive a nivel de las expectativas y de los deseos. La adaptación a la realidad queda comprometida, el poder de decisión y de elección queda perjudicado y así en adelante.
Al dicotomizar, al radicalizar sus puntos de vista, en cualquier persona se acaba creando una grieta psicológica terrible y esto nos causa sufrimiento, más que lo evita...
Esto debería servir como llamamiento a la necesidad de esta nuestra reflexión, pues si el AdmDolor es eficaz, debería evitar el dolor y no causarlo.
Es preciso salir de un funcionamiento psicológico preso al pasado (¡nuestro mayor miedo es a la REPETICIÓN DEL PASADO frustrante o doloroso!) y, para tanto, es necesaria, si no imprescindible, la presencia atenta de otra conciencia, de preferencia más despierta, para que consigamos romper los ?círculos viciosos? en que nos hemos enredado a lo largo de años de falta de sintonía con el Sí-mismo.
Esta sintonía o resonancia es justamente lo que se espera de una psicoterapia que ponga en movimiento los procesos del ego en dirección a una integración de la mente consciente con el inconsciente. Esta simple conexión, una vez reconstruida, abastece al ego de novedades y soluciones para los más variados desafíos, devolviéndole la aventura de vivir y la libertad de elegir la dirección de sus pasos en la andadura de la vida.
No hay cómo describir alto tan grande con tan pocas palabras.
Es frustrante solo repetirte día tras día. Es terrible, pues te descubres empequeñecido y tu auto-estima solo puede construirse mediante esfuerzos y adaptaciones, pues la frustración ? que trae una postura tímida ? está siempre presente y hay que alejarla para no contaminar las seguridades débilmente estructuradas por toda una vida de rutinas y repeticiones.
Al hacer la represión y la censura encontramos que algo ha sido resuelto y esta ilusión aleja la posibilidad de re-elaboración de la decisión de apartarnos de los estímulos, personas o situaciones que nos han vencido y que nos han herido.
Tenemos más miedo a la repetición del pasado que realmente miedo a lo nuevo, al futuro o a lo desconocido.
En este sentido, estamos todos, indistintamente en el mismo barco:
Percibimos y perseguimos un sentido o entonces estamos miserablemente vacíos e inseguros, con baja autoestima y temerosos, en lo que se refiere a la expresión legítima de nuestro potencial. Podemos estar alejados de nuestro destino mayor: el de ser una conciencia espiritual por una parte, y por otra, una conciencia materializada.
El impulso de soñar, el de tener esperanza y el de desear lo posible (¡y también lo aparentemente imposible!) son impulsos de crecimiento absolutamente naturales en nosotros, no necesitan ser intencionados, pensados ni buscados lejos de nosotros, pues son parte integrante de nuestro existir psicológico natural.
Solo cuando pensamos así la vida puede revestirse de un sentido y una finalidad. Quien niega esta evidencia está, de algún modo, deprimido.El AdmDolor ? debido a su típico funcionamiento ? es mucho más una función psicológica ligada a la conciencia materializada y, debido a esto, sirve muy poco al desarrollo psicológico / espiritual.
¡Estamos en esta vida para APRENDER! O sea, para una ?jornada? cuyo punto de partida es la inconsciencia, la inmadurez y la falta de sentido y cuya meta, el punto de llegada, es la consciencia plena, la madurez y la sabiduría, entonces no estamos completamente felices aunque todo pueda parecernos ?bajo control?.
Cuando presos y circunscritos al funcionamiento del AdmDolor consideramos que ya sabemos casi todo lo que hay para saber...
Quien sigue inconscientemente el discurso de su AdmDolor acaba no ?teniendo nunca tiempo? para realizar un deseo o impulso.
El ADMINISTRADOR DEL DOLOR hace siempre un aplazamiento del día en que la conciencia individual será autorizada (¡o tendrá el derecho!) a funcionar.
Casi nada ? que implique energía psíquica ? es atendido prontamente, pues el AdmDolor solo sabe atender a las presiones externas y casi siempre ignora / reprime / censura las presiones internas o íntimas.
Por cuenta de administrar la huida del sufrimiento el AdmDolor acaba induciendo a cualquiera de nosotros a un igual alejamiento de las oportunidades de placer, especialmente si éstas demandan algún riesgo o incertidumbre. De este modo acabamos teniendo que contentarnos con una vida ?MÁS O MENOS?, o sea, sin gran dolor, pero también sin gran placer, una vida MEDIANA; sin gracia, tediosa, monótona y, sobre todo, absolutamente previsible.
La Realización personal queda SIEMPRE aplazada... Claro, siempre que aceptemos este discurso interno, sin darnos cuenta de que no es más que esto: un discurso interno o interiorizado...
El AdmDolor se caracteriza por ser un ?discurso? en la mente de cada uno y, lo que es peor, cada uno de nosotros cree que el pensamiento del AdmDolor ? su ?discurso? ? constituye nuestro propio pensamiento.
En realidad, estos ?pensamientos? están COMPUESTOS de una enorme cantidad de VALORES y CONCEPTOS adquiridos a lo largo de la vida.
Lo que ocurre es que, inconscientemente, nos IDENTIFICAMOS con su contenido y tomamos como NUESTRO este discurso.
Uno de los medios más eficientes para conseguir RELATIVIZAR el AdmDolor (¡y reducir su dominancia exagerada!) es prestarle una VOZ (en nuestro íntimo).
El acto de prestarle una voz construye una situación psicológica, o sea, una escena psíquica, donde existe el AdmDolor y existe la conciencia individual. Existe lo que han querido hacer de mí y existe un YO que decide qué hacer con lo que han querido hacer de mí.
De este modo se crea un proceso a través del cual podemos diferenciarnos gradualmente del Administrador del Dolor.
Publicado dia 10/17/2009 7:21:44 PM em STUM WORLD
