Hace dos o tres semanas... me sentí muy incomodada con una situación que, inesperadamente, me llegó en las primeras horas de la mañana...
Ni siquiera tuve cómo contener la irritación... que fue mi reacción inmediata... pero, en cuanto me percibí reaccionando de aquella forma, el Ho’oponopono se hizo presente, y todo cambió...
Con la seguridad de que allí estaba algo que solo apareció en mi realidad como oportunidad para limpiar lo que estaba dentro de mí, y de lo cual yo era al 100% la responsable, me dediqué a su práctica...
En principio, sentí cierta opresión en el pecho, que intentaba arrastrarme a la auto-piedad... la respiración parecía haber quedado comprimida... sin espacio, y pude observar cómo todo mi cuerpo reaccionaba ante alguna memoria que vino con aquella situación...
Recibí todos esos síntomas con amor y gratitud porque sabía que representaban también el camino para la liberación.
Mientras practicaba el Ho’oponopono repitiendo “¡Yo Te Amo! ¡Yo Te Amo! ¡Yo Te Amo!”... podía sentir que el malestar físico y emocional iba disolviéndose poco a poco... y el alivio, bajo la forma de paz y expansión, llegaba mansamente...
Esa vez, al mismo tiempo que fue intensa la reacción, parece que la liberación también se produjo en forma muy rápida... todo se fue disolviendo como por magia... y, en poco tiempo, lo que me había dejado tan irritada... ya no tenía poder alguno para sacarme de quicio... dejó de ejercer cualquier efecto... se hizo neutro... y yo quedé libre...
Lo que antes podría haberse extendido durante días, y haber generado más y más memorias equivocadas, provocadas por quejas y por tentativas de comprensión racional, fue cortado de raíz...
Parece que el Universo me mostraba allí cómo actúa el Ho’oponopono... y yo observaba encantada.
Y es que algunas veces pensamos, equivocadamente, que las cosas no están siendo limpiadas... y solo percibimos la liberación cuando, algún tiempo más tarde, nos deparamos con el mismo tipo de situación y ya no nos produce reacción... Lo que antes nos quitaba de lo serio y provocaba muchas emociones, ya no tiene poder sobre nosotros...
Por haber hecho ya mucho Ho’opopopono... alcanzando muchas bendiciones y por estar muy segura de que funciona de veras, no desisto... incluso cuando “parece” que no está funcionando, porque sé que sí está...
A veces tenemos una paciencia enorme para mantener los mismos patrones durante vidas y vidas... y muy poca para resolver de una vez el problema...
Y el Ho’oponopono actúa limpiando la causa, de la cual nuestros problemas son solamente el efecto.
Con el tiempo se hace natural la certidumbre de que todo está dentro... y ya no perdemos mucho tiempo echando la culpa a otro y al mundo por lo que nos ocurre...
Sé que muchas veces parece que es cierto que no tenemos, en absoluto, nada que ver, con cosas que nos llegan “de fuera”.
Sin embargo... por qué han llegado precisamente a nuestra vida, nuestra casa... nuestra realidad... nuestra historia... y ¿por qué nos sentimos tan afectados por ellas?
Después del Ho’oponopono, esa comprensión se va haciendo tan clara... que ya ni siquiera perdemos más tiempo y partimos directamente a la limpieza de las memorias equivocadas, que se proyectan en nuestra realidad, como cualquier tipo de problema.
Sea de salud... emocional, de dinero, de amor... de algo que se estropea... en fin, para todo lo que sea un problema podemos hacer el Ho’oponopono a fin de limpiar la causa...
Si ya no existe la causa, ya no existe el problema... y nuestra vida pasa a fluir en mayor armonía...
Si antes intentaba huir de las cosas que me incomodaban, hoy sé que puedo armonizarme con ellas... Agradezco a cada “problema” porque sé que son oportunidades de limpieza... y que limpiando las memorias estoy abriendo espacios para que la Divinidad fluya...
El Ho’oponopono para mí es una bendición... agradezco profundamente a Morrnah Simeona, al Dr. Len y a Mabel Katz... con mucho Amor...
Publicado dia 10/20/2009 12:53:48 PM em STUM WORLD
