Una persona está escondida o desaparecida en un lugar y tienes que buscarla; construye su imagen mental, o si no consigues visualizar su rostro “generalmente esto es muy difícil”, intenta sorprenderla por la espalda: construye una imagen de su nuca, recuerda su manera de andar, sus posturas típicas.
Si tienes un objeto suyo a mano “un jersey, por ejemplo”, úsalo también como muestra.
Pide al péndulo la dirección inicial, no donde ella está ahora, sino la dirección inicial en que ha empezado. Recuerda que quieres encontrar el camino que ella ha elegido, así como dónde está ella ahora.
Sigue el camino, en cada ramificación comprueba con el péndulo; pero también busca pistas que lo confirmen, como la huella de sus pisadas, si es posible.
Este es un juego interesante y que tiene aplicaciones prácticas. Conozco algunas personas que emplean el péndulo y se han especializado en casos de “personas desaparecidas” con enorme éxito.
Si deseas seguir ese camino, ¡cuidado con la ética! ¡Algunas personas llamadas desaparecidas no desean ser encontradas, y tienen todo el derecho y la necesidad de mantener la privacidad!