¡Deprisa, deprisa! No va a dar tiempo, vas con retraso, están esperándote y además el tráfico, la lluvia... ¡Qué horror todo eso! Muchas y muchas veces así es como vivimos. ¡Así es como muchas personas viven!
Afuera cae la lluvia y parece envolver a la ciudad en un sopor total, como si las personas, los árboles, las casas, todo estuviese húmedo y envuelto en una somnolencia, que trae consigo no la serenidad de nuestras almas, sino el desasosiego general.
Los días parecen arrastrarse penosamente.
El ser humano desde hace algún tiempo ha perdido el sentido de las cosas y no consigue reconocer las señales que la vida nos da.
Cuando nos sumimos en ese mundo de falta de calma, serenidad y tranquilidad, creamos a nuestro alrededor un remolino de energías densas que nos ciegan hacia las energías que nos llevarían a caminos ideales.
Los sabios antiguos tenían otra forma muy inteligente de explicarlo; hablaban de la importancia de vivir el momento presente, entender y vivenciar cada energía, cada persona, cada circunstancia que surja en el aquí-ahora. Sumergirte de veras en tu momento actual. Haciéndolo así, percibirás que la vida te da señales que pueden transformar tu existencia.
La Radiestesia es la ciencia capaz de hacer que te encajes en ese universo actual limpiando y equilibrando tu energía. Cuando estamos en nuestra frecuencia plena de energía, sin interferencias externas o mentales ¡todo nos sucede!
Sabemos que nuestro inconsciente puede contener informaciones de todo cuanto nos rodea. Sin embargo, para que se produzca el acceso a estas informaciones, es necesario y fundamental el equilibrio energético.
La Radiestesia forma parte de mi vida desde hace 22 años y lo que hago en mis atendimientos y cursos es transmitir a las personas formas de equilibrio y curas de energías personales a través de desbloqueos energéticos. Pero cuando hago esto, ya he podido comprobar las enseñanzas a través de alguna experiencia personal.
¡Todo cuanto se vivencia en la práctica puede ser transmitido al otro con una confianza totalmente distinta, simplemente porque ya has comprobado en tu vida que aquello realmente funciona! Quiero, entonces, en este texto, exponeros una experiencia personal que he vivido en los últimos 20 días:
Hice un viaje a Portugal, un poco a trabajo, pero también por unas vacaciones.
Sin embargo, antes del viaje, decidí hacer una preparación energética toda especial, trabajé mucho mi equilibrio personal, procuré alejarme de situaciones estresantes y mantenerme muy positiva y confiada; todo ello con el auxilio de los gráficos radiónicos y de la pirámide.
Hice uso, además, de la mesa radiónica en beneficio propio, elevé mis frecuencias energéticas al máximo y observé, en cada segundo que precedía al viaje, las cosas que pudiesen alejarme de estas frecuencias elevadas y simplemente las descartaba. Toda esa experiencia personal tenía para mi vida un sentido mayor. El objetivo era poner a prueba en una condición personal lo que todo esto pudiese significar, a fin de transmitir después a otros lo que había vivido.
Después de utilizar la mesa radiónica y elevar mis frecuencias personales ya empecé a sentir que las cosas sucedían de forma más tranquila y armoniosa; todo salía bien en la planificación del viaje. ¿Sabes? aquel tipo de situación en que necesitas determinada información y aparece una persona adecuada que te la trae, eso era lo que yo estaba viviendo.
Informaciones banales del tipo de: ¿dónde voy a dejar el perro mientras me voy de viaje? Como nos apegamos mucho a esos bichitos, eso acaba convirtiéndose en una gran preocupación en un viaje más largo, ya que, además, él solo tiene un añito. Un día, en la Tienda de Animales charlando con una persona que estaba allí, ésta me dijo que la hija de la dueña de la Tienda hace en su casa un Hotel para Mascotas y las cuidan como si fuesen propias. Fui entonces a la casa de esa persona y sentí en el mismo instante que ese sería el mejor lugar ¡y realmente lo fue! Cuento esto para elucidar la sintonía plena con las señales que la vida nos da cuando hacemos uso de nuestras frecuencias elevadas. El viaje comenzó y todo iba bien. Encontré personas maravillosas que me daban consejos estupendos sobre lugares, amigos que podrían hacerse comunes, ¡en fin, sobre todo lo que era bueno! Durante el período en que estuve en Portugal atendí a personas maravillosas que entraron en contacto a través de mi e-mail, en principio sin saber que yo estaba en Portugal; simplemente solicitando una consulta a distancia; yo de inmediato respondía y el encuentro se verificaba.
Cada cual con una historia de vida, con una necesidad y sed de cambio, que fue posible a través de la aplicación de la Radiestesia, y que dejará un marco para una vida mejor. Siempre fui recibida por la gente con una excelente energía.
¿Sabes? ¡la sintonía de la persona acertada, en el lugar oportuno! ¿Sabes qué es eso? Sintonía perfecta, así era como yo me sentía.
A cada momento también se producían circunstancias personales, era el universo diciendo: estás donde debes estar. Entonces, para celebrarlo, haré que las cosas vayan a ti.
Llegué a Portugal el día 12/11, un poco cansada del viaje. Decidí entonces quedarme por allí cerca, sin grandes paseos. Al día siguiente, me desperté temprano y dije: ¿vamos hasta Fátima? Yo no sabía siquiera qué día era... (¿Sabes? cosa de turista).
Cuando allí llegamos, tan pronto como bajamos la escalinata principal, pudimos ver una escena muy linda y emocionante: la imagen salía en procesión y pasaba por delante de nosotros, sentimos una energía maravillosa y reparadora. ¡Qué momento mágico e inolvidable!
Otras coincidencias se produjeron, en el transcurso de los días, siempre como si de lo inesperado algo bueno pudiese suceder. Cada día yo daba las gracias al universo diciéndome: voy a transmitir a todos estas experiencias que estoy viviendo y, principalmente, a demostrar y a enseñar cómo he conseguido todo esto.
Para terminar mi narrativa de sintonía perfecta con el universo, quiero contaros una escena de un restaurante al que fuimos en una ciudad llamada Leiría.
Este restaurante es caro, pero es una referencia turística. Decidimos entonces hacer una excepción de gastos y darnos ese regalo.
Tan pronto como llegamos a las 12h, estaba todo cerrado; llamamos a la puerta y la dueña vino a recibirnos, lo cual ya no sería de esperar debido a la estructura enorme del local; charló con nosotros un poco y leyendo en la puerta verificamos que se abría tan solo a las 13 h. Dijimos que volveríamos más tarde, y ella nada dijo.Cuando retornamos, estaba repleto de personas con ropa de fiesta, pero un tipo de ropa bastante diferente, eran personas que pertenecían a una cofradía gastronómica.
Bueno, para abreviar la historia, aquel día celebraban un premio de excelencia gastronómica de toda Europa y era una fiesta cerrada, a la cual fuimos invitados, siendo tratados como si fuésemos las personas más importantes del local y sin coste alguno... ¡otro regalo del universo!
Para finalizar toda esa sintonía del universo, a la vuelta, encontré en el aeropuerto a unas primas a quienes no veía desde hace unos 15 años y que no había conseguido localizar. Estaban en el mismo local de embarque acompañando a una amiga que se iba de viaje. ¡Qué momento mágico!
Todo lo que he expuesto aquí ha sido con el propósito de decir que esto es posible en tu vida también. ¡Cuidar de tu energía, vivir cosas positivas y elevar tu frecuencia energética solo te traerán momentos mágicos! Y ¿sabes una cosa que también ocurre con todo esto? Comprendemos de hecho nuestra misión de vida, el lugar donde debemos estar y actuar en beneficio de los demás.
¡La Radiestesia puede, sí, aportar todo esto a tu vida!