Podemos percibir por lo que anda sucediendo en nuestro planeta... que estamos en un fin de ciclo... y que todo está muy acelerado. Las noticias sobre el derretimiento del hielo en las regiones polares de forma mucho más rápida que lo previsto, además de otros fenómenos, nos muestran claramente que estamos pasando por transformaciones intensas que indican el final de un ciclo y el comienzo de otro.
La Tierra se transforma de manera rápida y eso refleja lo que sucede también dentro de cada uno de nosotros...
Si pensamos en resolver los problemas que se presentan, en nuestro planeta y dentro de nosotros, guiados por las memorias de lo que ya hemos vivido y pasado, de lo que es conocido, vamos a perder un tiempo enorme buscando soluciones... allí donde no es posible encontrarlas.
Considero que... al mismo tiempo en que pasamos por problemas muy nuevos, también estamos recibiendo soluciones muy nuevas... nuevas herramientas que pueden resolver los problemas de este tiempo... de forma más rápida y simple.
Sin embargo para ello es preciso abrir mano de lo viejo... y de todo cuanto nos sujeta y limita.
Tuve un sueño, que me mostró cómo muchas veces creemos que las cosas solo pueden solucionarse de determinada forma... sin embargo... cuando desistimos de ese camino, podemos recibir soluciones inesperadas... y mucho más sencillas.
Soñé que estaba lavando las piezas de una licuadora de mi madre, que estaba estropeada... y que el técnico vendría a repararla al día siguiente.
El técnico se llamaba Renato.
Eran muchas piezas... tubos de ensayo de vidrio... otras piezas también de vidrio... Era una licuadora muy complicada con muchas piezas. Lavo todo y lo dejo encima de una mesa para al día siguiente entregarlas al técnico.
Al día siguiente cuando voy a recoger las piezas en la mesa, veo que faltan dos... el tubo de ensayo y otra de forma alargada... también de vidrio, como si fuese un tubo de ensayo grande con tapadera. Busco esas piezas y no las encuentro... abro cajones llenos de cosas antiguas, armarios... busco en varios sitios y nada... hasta que una mujer dice que ella ha guardado las piezas, pero... no recuerda dónde.
Empezamos a buscarlas juntas, abrimos cajones llenos de cachivaches, de objetos viejos, y nada de las piezas... Abrimos armarios con muchas cosas antiguas que yo ni siquiera sabía que tenía... parece imposible encontrar cualquier cosa allí en medio de tantos trastos guardados...
No encontramos las piezas, sin las cuales la licuadora no puede ser reparada.
El tiempo va pasando y yo empiezo a preocuparme porque el técnico ya ha llegado y sé que su coste es muy alto. Hasta que desisto de encontrar las piezas y mando marcharse al técnico.
Cuando desisto de buscar me veo caminando con mi madre, mi hermano y otra persona que no conozco... y esa persona nos dice que tiene una licuadora equivalente a aquella... aunque más moderna y cuesta 60 reales en una tienda... y precisamente vamos pasando por delante de ella. Es tan barata que me cuesta creerlo... mucho más barata que el arreglo... Entro en la tienda y pido la licuadora.
El nombre de Renato vino en otra experiencia mía en que también tuve un sueño en el cual estaba con una amiga querida llamada Renata... Entiendo que esto indica la posibilidad de un renacimiento... si bien para que éste se produzca tengo que abrir mano de las viejas fórmulas e ideas que limitan las soluciones de los problemas a caminos antiguos.
Creo que por muy mal que nos pueda parecer que están las cosas en nuestro planeta y nuestro entorno, siempre tenemos a disposición nuevas soluciones que se manifiestan cuando entregamos el control a nuestra parte Divina...
Considero que, cuando desistimos de resolver las cosas con nuestros recursos conocidos, el Universo puede manifestar sus soluciones de forma rápida y mucho más simple... y siento que en estos tiempos se nos pide más soltura... desapego a lo conocido... para que lo nuevo pueda llegar y sorprendernos.
Publicado dia 12/11/2009 12:57:02 PM em STUM WORLD
