Carnaval, días festivos, viaje, expectativa de unos días para reponer las energías, un descanso para después retornar al trabajo, a las actividades rutinarias, hasta la próxima oportunidad, con otro festivo prolongado. Por una parte, todos tenemos la necesidad de un descanso extra, pese a que algunos trabajarán normalmente, pues algunos servicios son esenciales y no pueden parar, pero ¿cómo podemos descansar tranquilamente ante los acontecimientos aterradores que venimos presenciando en el mundo y, principalmente, en nuestro país? ¿Cómo mantenernos tranquilos, en paz, participando en los desfiles, después de lo ocurrido en Angra, en Haití, en cada parte del mundo? ¿Cómo estar alegre, hacer como si nada ocurriese, frente a las desatenciones ante el sufrimiento humano, con familias que pierden a personas amadas, aisladas dentro de sus propias casas?
Estamos viviendo un momento de impotencia ¿o lo que realmente falta es una actitud por parte de todos? Es cierto que muchos sienten y muestran su indignación mediante e-mails, peticiones de oración, de actitudes por parte de los políticos, pero ¿será suficiente? Ciertamente es un momento de reflexión para muchos de nosotros, que aun no habiendo sido afectados directamente, sabemos que estamos todos sujetos a ser la próxima víctima.
¿Qué hacer frente a tanta violencia, crueldad, lluvias, desmoronamientos, terremotos? El salir para bailar en el club más cercano, o el desfilar pisando firme con un bello disfraz en la avenida, ¿será que van a disminuir el sufrimiento de quienes han sido afectados directamente? Puede ser que alivie el propio dolor durante algunas horas, digamos un paliativo, pero ¿se ha puesto alguno en el lugar de quien ha perdido a sus familiares?
¿Es posible aun así actuar como si nada y vestirnos literalmente de máscara? Al fin y al cabo, la época es propicia... ¿Será que en estos cuatro días es posible olvidar todo esto y disfrutar, sonreír, y cuántos otros no habrán de irse a beber, a consumir drogas para olvidar la terrible realidad en que viven? ¿Cuántos otros no habrán de ser irresponsables y podrán contraer el virus VIH, PVH? Sin mencionar que 1 o 2 meses después del carnaval es cuando se verifican los mayores índices de abortos.
Las agresiones que hemos venido viviendo no se limitan a los hechos de violencia y muerte más recientes, sino a la suma de violencias que presenciamos en la falta de respeto por el ser humano, que afortunadamente muchos de nosotros todavía somos... Es la inflación, que es negada, pero quien va al supermercado a hacer sus compras sabe muy bien que cada semana los precios suben; es el salario de los funcionarios públicos congelado desde hace más de 10 años, mientras muchos cargos están siempre actualizando los suyos, ya bastante elevados; la falta de dignidad y respeto para con los jubilados; es la precariedad y la falta de humanidad en la atención médica, con colas de espera de horas para una atención urgente y meses para una consulta; la educación pública, que se ha vuelto un caos total; son los traficantes con sus drogas que rondan a los hijos de muchas familias; son nuestras casas y apartamentos que se están convirtiendo en verdaderas cárceles. En fin, si voy a enumerar las agresiones diarias que estamos recibiendo de todas partes, se extendería mucho este artículo, pero todos saben... ¿Cómo soportar todo esto con equilibrio emocional? ¿Será posible?
Sinceramente, me parece difícil, pero -podemos y debemos- demostrar toda nuestra indignación contra la realidad que vivimos, haciendo algo por un mundo mejor, sea para nuestros hijos, hermanos, sobrinos, para nosotros mismos. Cada cual debe hacer lo posible para vivir en paz cuando menos dentro de su propio hogar, lo cual una minoría consigue. Y ¿qué decir acerca de vivir en paz con uno mismo? ¿Cuántos no viven verdaderos terremotos dentro de sus propios hogares? Estamos todos luchando por justicia, dignidad, respeto, pero no podemos olvidar que antes tenemos que llevar a cabo ese trabajo dentro de cada uno de nosotros. Tú ¿has venido haciéndolo? Si no lo has hecho ¡empieza! Esto no quiere decir dejar de luchar por leyes más justas, sino fortalecerse para que sea posible luchar cada vez con más fuerzas frente a hechos como los que estamos presenciando.
Aunque cada uno de nosotros seamos tan solo uno en este Universo repleto de violencia y maldad, donde el poder y la fuerza de los más fuertes imperan, busquemos la paz aunque sea dentro de nuestro pequeñito corazón entre las personas que amamos, con la esperanza de que esa energía crezca fortalecida, contagiando a todos cuantos están de una manera o de otra distantes de la luz y de la paz tan anhelada, para que verdaderamente seamos todos uno.
Juntemos nuestra sensibilidad y capacidad de oración para que en este festivo prolongado podamos reflexionar y alcanzar a aquellos que sufren y no seamos uno más que va a escapar de sus dolores, sino que consigamos en cada acto demostrar nuestra fuerza y fragilidad por ser simplemente humanos.
A los familiares que están pasando por la pérdida tan dolorosa de las personas que aman, solo puedo desearles fuerza, luz, coraje y, sobre todo, mucha paz en sus corazones y recordarles que los lazos de amor no mueren jamás, éstos son eternos y tiernos.
Rosemeire Zago é psicóloga clínica CRP 06/36.933-0, com abordagem junguiana e especialização em Psicossomática. Estudiosa de Alice Miller e Jung, aprofundou-se no ensaio: `A Psicologia do Arquétipo da Criança Interior´ - 1940.
A base de seu trabalho no atendimento individual de adultos é o resgate da autoestima e amor-próprio, com experiência no processo de reencontrar e cuidar da criança que foi vítima de abuso físico, psicológico e/ou sexual, e ainda hoje contamina a vida do adulto com suas dores. Visite seu Site e minha Fan page no Facebook. Email: [email protected] Visite o Site do Autor