Cuando estamos ante un problema y… queremos resolverlo enseguida con lo que tenemos en manos, no tenemos en cuenta el tiempo propicio… y, mucho menos el hecho de que nuestros juicios pueden ser muy poco frente al todo… Nos apegamos y defendemos nuestro punto de vista, como si fuese verdad absoluta, olvidando que no es más que una parte infinitamente pequeña… ante lo que no conseguimos vislumbrar ni percibir.
Y, así, vamos reaccionando a la vida intentando resolver las cosas con nuestra percepción equivocada y no damos tiempo a que las cosas se resuelvan solas…
De alguna forma, por lo que me ha venido ocurriendo, estoy muy atenta a cómo “percibo” la realidad y procurando no juzgar apresuradamente las situaciones, porque sé que lo que veo es muy poco… y que si no atropello a la vida, intentando resolverlo todo basada en lo que veo, ciertamente el Universo se encargará de traer más claridad a la situación… y muchas veces ésta se resuelve naturalmente…
En especial el juzgar la acción del otro puede hacernos cometer muchas equivocaciones, porque hay implicadas muchas más cosas que las que podemos percibir.
Hoy, frente a cualquier problema, primero hago el ho’oponopono para limpiar las memorias equivocadas contenidas en la situación… y, o se resuelve naturalmente… o la Divinidad nos guía hacia la acción correcta.
Parece que el Universo está pidiéndome más entrega… al mostrar con tanta insistencia cómo nuestra percepción filtrada por las memorias puede ser imperfecta y cómo al intentar resolver nuestros problemas basándonos en esa percepción, podemos cometer errores e injusticias.
Y lo que más aprecio es que… Él también me ha mostrado que, si tengo calma y confío… todo llega naturalmente, y la situación se esclarece de una forma inesperada.
La verdad se revela por sí sola… si le damos espacio…
Nuestro tiempo casi nunca está en sintonía con el tiempo del Universo y, al querer resolver apresuradamente un problema, podemos correr el riesgo de estorbar lo que ya estaba siendo resuelto y habría de manifestarse en el momento oportuno…
Casi nunca estamos en el fluir natural de la vida… que siempre nos suple de todo cuanto necesitamos momento a momento… Queremos garantía y control sin darnos cuenta de cuán ilusorios son…
Aprendemos a creer y a confiar en cosas increíbles, si contempladas bajo el prisma de la verdad… y nos resistimos a creer en esa parte en nosotros que fluye silenciosa… que nos une a todo y a todos… en una sinfonía orquestada con la más absoluta precisión…
Tenemos todo y nos prendemos a la nada…
Pero nunca es tarde para recomenzar… para fluir naturalmente en sintonía con el Universo y recibir sus dádivas y bendiciones… que siempre nos son ofrecidas abundantemente en el eterno presente…
Publicado dia 3/26/2010 6:45:58 PM em STUM WORLD
