Esta semana, leyendo nuevas de mi mentor espiritual y cabalístico, me deparé con ese tema y quiero compartir con vosotros mis reflexiones sobre la cuestión.
¿Qué es Ecosistema Espiritual? Los cabalistas explican que estamos todos comprometidos con el ecosistema espiritual, que es el conjunto de la energía proveniente de la mente del TODO. Por ello todos deberíamos poder recibir esa energía que nos trae la dicha, la prosperidad, la salud y la felicidad disponibles en el universo.
Del mismo modo que el ecosistema de la Madre Tierra nos alimenta a todos físicamente, ofreciéndonos la energía física, el ecosistema espiritual nos suple con la otra energía que alimenta el campo espiritual y que permanece en aquello a que los orientales llaman Campo Akáshico.
El campo Akáshico es como un enorme banco de datos holístico a nuestra disposición en nuestro sistema solar y, quizá, mucho más allá de él. Pero entonces, ¿por qué algunos reciben más bendiciones y otros menos? ¿Por qué todo no es distribuido de forma igualitaria? La única razón por la cual algunos experimentan esa carencia, ya sea en la salud, en las finanzas o en el campo emocional al tiempo que otros la poseen en abundancia es porque hemos ocasionado un ‘bloqueo espiritual’, en esta encarnación o en otra anterior. No obstante, reflexiono: si toda esa abundancia divina está a disposición de todos de forma igual, ¿dónde, entonces, irá toda la que yo no estoy recibiendo? Y ¿cómo tener acceso a ella? A mi modo de ver, toda esa bendición divina queda almacenada en un campo neutro, en una especie de banco espiritual y será posible tener acceso a ella al abrirnos para el campo espiritual y también al ejecutar ‘el intercambio’.
¡Probablemente hay también otra explicación, pues sabemos que existen personas que tienen mucho y otras que no tienen nada o casi, incluso aunque aparentemente algunos son buenos y otro son malos! ¿Serán algunos más merecedores? Y esos que lo tienen todo en abundancia, ¿estarán quitándoselo a alguien carente?
El cabalista afirma que esto es exactamente lo que sucede y sucede porque el otro – ese que no tiene nada – no logra recibir su parte por ‘fallo espiritual’. O sea, aquello que ‘sobra’ y que algunos no utilizan es utilizado por otra persona. Considero un poco difícil ese concepto, pero así es como funciona. Imaginemos que este ‘banco espiritual’ tiene un depósito donde vamos a buscar aquello que necesitamos. ¡Si sacamos más de lo que necesitamos, estaremos proporcionando una carencia a otros, ya que el montante inicial es el mismo y no nos pertenece!
Cuando comprendamos perfectamente esa noción, podremos también deducir que aquello que cada uno posee en abundancia y que forma parte de este Ecosistema Espiritual, tiene que ser devuelto para que otros puedan utilizarlo.
Así, cuando damos a alguien algo que está en abundancia en nuestra vida, no hacemos más que devolverle lo que ya le pertenecía, pues pertenece a todos. Deduciendo: ¡si tú no das a otros lo que tienes de sobra estarás perjudicando a alguien, del mismo modo que alguien que tiene de sobra algo que te falta estará perjudicándote a ti! Simple y verdadero.
Esa es una importante noción y debe ser comprendida en toda su complejidad. Pese a parecer fácil en la teoría, no es tan fácil ponerla en práctica. Por ejemplo, si tú tienes una ‘cualidad’ en abundancia (paciencia, gentileza, habilidad manual, generosidad, etc.) podrás compartirla con alguien que no la tiene. De esa forma, si esta persona tiene también una cualidad que tú no tienes, podrá enriquecer su vida devolviéndola a ti.
Es de esta forma como se alimenta el Ecosistema Espiritual, que es como una corriente energética capaz de restablecer el equilibrio de toda la humanidad. ¡La acción de no compartir sería equivalente a robar algo a alguien de manera intencionada!!!
Es importante reconocer que este ‘algo’ que tú tienes en abundancia y no te pertenece, no es algo ‘tuyo’, por eso, al donarlo a la otra persona tú le darás algo que ya es de todos desde el principio. Tú no eres más que un guardián de esa ‘cualidad abundante’ hasta que el otro, al despertar para la espiritualidad, lo pida de vuelta.
Con esa noción en la cabeza, podemos aprender a pedir al TODO, pues solo de así RECIBIREMOS, siempre recordando que hemos de pedir con humildad y agradecimiento.
Jesús dijo: ¡pedid y recibiréis! En mi aprendizaje con la Cábala y el estudio del Árbol de la Vida he aprendido también que todos los frutos penden de las ramas de este único Árbol; sin embargo esos frutos nos serán dados según nuestro merecimiento espiritual.
La mayoría de las personas piensa que cuando está ayudando a alguien menos afortunado está haciendo algún bien espiritual, llevando a cabo una buena acción. Esas personas piensan que la elección de ‘dar o no dar’ es una elección personal, una opción. ¡Sin embargo, esta es tan solo una ‘media verdad’, pues al donar algo que tenemos ‘sobrando’ no estamos donando algo que en realidad nos pertenezca desde el principio!!!
Por eso es importante comprender la existencia del Ecosistema Espiritual, pues comprendemos también que nuestra abundancia no es solo nuestra, ¡y además que no existe la ‘elección de donar’ sino el ‘deber de donar’! Cuando reconozcamos nuestros dones bajo este concepto, empezaremos a compartir porque ‘estaremos haciendo nuestra parte’ en el ecosistema, y tendremos finalmente acceso a los frutos del Árbol de la Vida, esos frutos que nos faltan. Esa conciencia es lo que crea una gran apertura para recibir de los demás aquello que ellos poseen en abundancia. ¡Es así como funciona un Ecosistema!
Espero que este concepto empiece a quedar claro en vuestras cabezas y sirva de reflexión para modificar vuestros actos diarios. Un pequeño gesto de generosidad, la ayuda dada a alguien en la calle, un hombro ofrecido a un amigo, una lágrima secada a alguien que sufre pueden cambiar tu vida, pues ciertamente recibirás algo como retorno. De pronto, se producirá un milagro y recibirás una oferta de empleo, un aumento de salario, habrás recuperado la salud ¡y percibirás que esto es resultado de haberte comprometido con el funcionamiento del Ecosistema Espiritual!
Escribidme vuestras opiniones, compartid vuestras reflexiones. ¡Estaré feliz de contestar a vuestros emails!
¡Deseo a todos una semana llena de Luz y Felicidad!
São Paulo, 25 de marzo de 2010