A veces nos ocurren experiencias tan fuertes que nos marcan para siempre… y no pasan desapercibidas debido a la emoción que nos causan… otras veces, cosas muy simples que nos suceden sutilmente y casi pasan inadvertidas… pero… si observamos el cambio que están indicando, esto nos da un impulso enorme porque nos muestra que ya hemos alcanzado la liberación de algunas cosas…
Esta vez fue algo así… muy sutil y casi imperceptible que me descubrió nuevas posibilidades…
Me he visto frente a una situación en que siempre me parecía que tenía que hacer algo… y esa vez, naturalmente… no lo hice… no dije nada… y me sentí tan bien dentro de mí… con tanta calma que, de repente, me descubrí observando, libre de algo… vi el exacto momento en que no reaccioné solo por reaccionar, y a continuación advertí la libertad en que me encontraba en aquel espacio interior de calma y observación silenciosa…
Noté que innumerables veces reaccionaba frente a aquella situación porque de alguna forma me sentía deudora… y siempre consideraba que tenía que hacer algo.
Ahora… quieta y silenciosa, podía disfrutar de la libertad de no tener que…
Y fue tan especial aquel momento en que me he visto en un estado de conciencia de no-reacción… sin sentirme deudora de nada, que la libertad me envolvió con suavidad y, a partir de ahí, algo ha cambiado profundamente dentro de mí…
Parece que las memorias nos hacen siempre reaccionar por sentirnos deudores… culpables… víctimas… y la mayor parte del tiempo estamos actuando compulsivamente, siempre haciendo algo… o diciendo algo… solo para colocar palabras y actos todo el tiempo en todas las situaciones.
¿Habéis notado cómo siempre estamos hablando cuando estamos con alguien, casi como si el silencio fuese algo absurdo?
Ahora todo parece más calmo y consigo percibir que puedo permanecer quieta ante una situación sin tener que estar todo el tiempo haciendo algo… diciendo algo… y he descubierto qué bueno es fluir con el silencio…
Y fue con sorpresa y alegría como me he percibido así… y esto lo atribuyo mucho a mi práctica del Ho’oponopono que me ha venido encantando cada vez más…
Vamos limpiando… limpiando… hasta que un día percibimos los cambios nítidos y reales produciéndose dentro de nosotros.
A cada aparente problema, que hoy sé es mucho más una oportunidad… hago el Ho’oponopono… sea lo que fuere… un sueño… un pensamiento triste… una enfermedad… cuando comprendemos que todo viene de memorias equivocadas y que tenemos en las manos las herramientas para liberarlas, estamos creando una realidad más leve para todos… una realidad en la cual podemos ejercer nuestra verdadera naturaleza con libertad…