Hay traumas que están grabados en la psiquis, de forma inconsciente, pero activa, causando bloqueos y fobias. Esto ocurre en el cuerpo sutil y se refleja en el cuerpo denso.
Los chakras* guardan informaciones preciosas sobre ese proceso. Cada uno de ellos es un pequeño portal psíquico y energético, que refleja las condiciones del Ser.
Hay diversas alternativas para tratar esos síndromes psíquicos:
- Visualizaciones creativas, terapias descondicionadores, tratamientos psíquicos adecuados, meditaciones, conversaciones profundas con terapeutas correctos – con el abordaje más adecuado al temperamento de la persona – rituales de rompimiento con el pasado, técnicas retrocognitivas – regresiones de memoria – o prácticas espiritualistas – chamánicas, naturalistas, animistas, mediúmnicas, yoghis y otras en que la persona se sienta bien.
Lo que no se puede hacer es dejar el problema de lado, pues los bloqueos interfieren directamente en la vida de la persona. Es preciso correr en busca de soluciones, para devolver el brillo de los ojos y el goce de vivir.
No obstante, por mejor que sea el camino elegido en esa búsqueda de la curación, el proceso es siempre dentro de la psiquis de la propia persona. La cura reside en ella misma.
Técnicas y terapias son herramientas de fuera; ayudan mucho, principalmente, en momentos de crisis. Pero son alternativas de fuera y valen como medio para llegar al verdadero objetivo: la propia psiquis.
Una de las técnicas alternativas sugeridas por los sabios espirituales de la antigua India es la inmersión consciente en los chakras. Entrar psíquicamente en ellos, de uno en uno, desde la base de la columna hasta el centro coronario, en lo alto de la cabeza.
Considerar cada chakra como un portal sagrado en sí mismo. Entrar por ellos con respeto y admiración, como se entra en un templo espiritual. Con amor y paciencia, orar dentro de cada uno de ellos. Procurar localizar cuál es la fuente del problema y saber calcular cuál es el chakra que hay que trabajar más específicamente en la cura en cuestión.
Por ejemplo: bloqueo sexual: chakra sexual. / Bloqueo afectivo: chakra cardíaco. / Bloqueo de expresión: chakra laríngeo; y así sucesivamente.
Hay casos en que más de un chakra están implicados; por eso es bueno trabajarlos a todos regularmente, de la mejor forma en que la persona pueda adecuarse y sentirse bien. Lo importante es entrar en ellos con amor y paciencia. Nada surge de la casualidad o sin trabajo. Todo demanda tiempo y esfuerzo. Es necesario tener constancia y calidad en el trato con las energías sutiles.
No es solo llenar los chakras de luz o colores, o incluso realizar alguna técnica bioenergética; ¡hay que trabajar la parte psíquica también!
Sin amor no hay curación; sin transformación no hay alquimia alguna.
Desde la base de la columna hasta lo alto de la cabeza, de uno en uno, llenándolos de luz y orando al Amor Que Ama Sin Nombre, con modestia, lucidez y alegría serena.
Paciencia en la jornada. O, mejor diciendo, ese es el arte de la PAZ-CIENCIA.
Observación: Las personas en tratamiento no deben abandonar sus medicamentos o terapias por el trabajo con los chakras. En los momentos de crisis es necesario buscar ayuda cualificada. Este trabajo que aquí se sugiere es para aquellos que quieran colaborar en el propio proceso de cura. Conocer un poco de sí mismo es siempre bueno. Ayuda en cualquier caso, siempre que sea realizado con discernimiento y conciencia de las cosas**.
- Notas:
*Para facilitar la comprensión de los lectores, dejo a continuación una síntesis sobre los chakras:
Chakras – del sánscrito – son centros de fuerza situados en el cuerpo energético, que tienen como función principal la absorción de energía – prana, chi – del medio ambiente hacia el interior del campo energético y del cuerpo físico. Además, sirven de puente energético entre el cuerpo espiritual y el cuerpo físico.
Los principales chakras, que están conectados con las siete glándulas que componen el sistema endocrino, son siete: coronario, frontal, laríngeo, cardíaco, umbilical, sexual y básico. Sus características básicas son las siguientes:
- Chakra Coronario – es el centro de fuerza situado en lo alto de la cabeza, por donde entran las energías celestes. Es el chakra responsable por la expansión de la conciencia y por la captación de las ideas elevadas. Llamado también chakra de la coronilla. En sánscrito su nombre es Sahashara, el loto de los mil pétalos. Está ligado a la glándula pineal.
Observación: La pineal es la glándula más alta del sistema endocrino, situada justamente en el centro de la cabeza, bajo los dos hemisferios cerebrales. Esa glándula está ligada al chakra coronario, que, a su vez, se abre en lo alto de la cabeza, pero tiene su raíz energética situada dentro de ella. Debido a esa ligazón sutil, la pineal – llamada también epífisis – es el punto de conexión de las energías superiores en el cuerpo denso y, por extensión, tiene mucha importancia en los fenómenos anímico-mediúmnicos, en los cuales se incluyen las proyecciones de la conciencia para fuera del cuerpo físico.
- Chakra Frontal – es el centro de fuerza situado en el área del entrecejo, en el espacio espiritual interno de la frente. Está ligado a la glándula hipófisis – pituitaria – y tiene relación directa con los diversos fenómenos de clarividencia, intuición y percepciones parapsíquicas. Es el chakra del aprendizaje y del conocimiento. En sánscrito es conocido como Ajna, el centro de comando.- Chakra Laríngeo – es el centro de fuerza situado en la parte delantera de la garganta. Es el responsable por la energización de la boca, garganta y órganos respiratorios. Está ligado a la glándula tiroides. Bien desarrollado, facilita la psicofonía y la clariaudiencia. Está considerado también como un filtro energético que bloquea las energías emocionales, para que no lleguen hasta los chakras de la cabeza. Es el chakra responsable por la expresión creativa – comunicación – del ser humano en el mundo. Su nombre en sánscrito es Vishudda, el purificador.
- Chakra Cardíaco – es el centro de fuerza responsable por la energización del sistema cardio-respiratorio. Está considerado como el canal de movimiento de los sentimientos. Por eso es el chakra más afectado por el desequilibrio emocional. Bien desarrollado, se convierte en un canal de amor para el trabajo de asistencia espiritual. Está ligado a la glándula timo. Su nombre en sánscrito es Anahata, el inviolable, el invicto, el sonido sutil del espíritu imperecedero.
- Chakra Umbilical – es el centro de fuerza abdominal, responsable por la energización del sistema digestivo. Está ligado al páncreas. Está considerado como el chakra de las emociones inferiores. Cuando está bloqueado, causa mareo, miedo o irritación. Bien desarrollado, facilita la percepción de las energías ambientales. En sánscrito se llama Manipura, la ciudad de las joyas.
- Chakra Sexual – es el centro de fuerza responsable por la energización de los órganos sexuales. Está ligado a las gónadas: testículos en el hombre; ovarios en la mujer. Cuando está bloqueado, causa impotencia sexual o desánimo. Cuando sobreexcitado, ocasiona intenso deseo sexual. Bien desarrollado, estimula el mejor funcionamiento de los otros chakras y ayuda en el despertar de la kundalini. Es el chakra del intercambio sexual y de la alegría. Su nombre en sánscrito es Swadhistana; la morada del yo – o morada del sol; o la morada del placer.
- Chakra Básico – es el centro de fuerza situado en la zona de la base de la columna. Es el responsable por la absorción de la energía telúrica y por el estímulo directo de la energía en el cuerpo y en la circulación de la sangre. Está ligado a las glándulas supra-renales y tiene relación directa con los fenómenos bioenergéticos y parapsíquicos oriundos de la activación de la kundalini. Su nombre en sánscrito es Muladhara, la base y fundamento del cuerpo.
Sobre la cuestión de la kundalini, ese es un tema demasiado complejo para ser descrito en este artículo. Su estudio envuelve el conocimiento en profundidad de los chakras, de los nadis que corren a lo largo de la columna – ida, pingala y sushuma – y de las glándulas endocrinas, así como un conocimiento básico de los yantras y bijas-mantras específicos para su activación.
Kundalini – del sánscrito – significa literalmente “enroscada”. Ese nombre se debe a su movimiento ondulatorio que recuerda el movimiento de una serpiente. De ahí la expresión esotérica “fuego serpentino”. Los yoghis también la llaman “Shakti” – del sánscrito – la fuerza divina anidada en la base de la columna.
Kundalini nada tiene que ver con el sexo directamente, aunque sea la energía que activa y vitaliza la sexualidad. Debido a la práctica de ejercicios tántricos que implican la contención del orgasmo, cuando ese conocimiento llegó a Occidente fue enseguida desvirtuado. Hoy, ese tema surge asociado a rituales y posturas sexuales aquí en el Occidente. Sin embargo, el despertar de la kundalini es un proceso puramente espiritual y energético en esencia. Implica la activación de los chakras, principalmente el chakra cardíaco que equilibra y distribuye correctamente el flujo ascendente de la shakti a lo largo de los nadis. No significa encender un cohete esotérico en el trasero y despegar por los nadis a lo largo de la columna, como mucha gente imagina. “Encender” no significa necesariamente “ascender”.
Particularmente, no me gusta el proceso de despertar de la kundalini que hacen los grupos esotéricos occidentales. Prefiero el trabajo más energético y naturalista del Yoga.
Observación: Aquí no están relacionados los chakras secundarios, incluyendo entre ellos el chakra esplénico, por encima del bazo. Para más detalles sobre esto, se ruega ver el texto “Chakras y Bijas-Mantras” – publicado en el Website del IPPB - link -, en esta dirección específica: link
Publicado dia 6/29/2010 3:22:15 PM em STUM WORLD
