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Ansiedad: una fuga de la realidad.
por WebMaster
Autor Paulo Tavarez -
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Traducción de Teresa -
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Deseos generan ansiedad. Si tú eres una persona ansiosa, es sencillo, líbrate de esos deseos, no hay receta mágica que pueda solucionar esto, tú tendrás que aprender a aceptar la realidad, aprobando la vida tal como es y no como te gustaría que fuese.
Ningún psiquiatra te va a resolver eso, él no puede hacer más que recetarte ansiolíticos. Si quieres acabar con el insomnio, librarte de las frustraciones, no sufrir con las decepciones, es fácil, deja de desear.
Los deseos son los constructores de toda esa ruina que reina en tu experiencia. Ellos son lo que convierte tu vida en un infierno. ¿Cuánto sufrimiento no podría evitarse si tú aceptases la realidad?
Observa, el propio Jesús fue compelido a pasar por una experiencia difícil. Él iba a sufrir todo tipo de injusticias que culminarían con su crucifixión, y sin embargo, en su conversación con el Padre ¿qué fue lo que dijo? "Aparta de mí este cáliz, Padre, pero hágase tu Voluntad y no la mía". Él sabía que la Voluntad del Padre es simplemente la Voluntad Universal y ésta no debe ser contestada.
No podemos luchar contra las experiencias impuestas por la Vida. Huir por los deseos de aquello que la Vida nos impone es simplemente negar el presente y refugiarnos en el futuro, esperando que nuestros sueños se realicen. El problema es que el futuro no existe, y sin darnos cuenta, nos vemos inmersos en una instancia ilusoria, donde nos establecemos de forma insensata. No percibimos la magnitud de ese error, pues esa actitud provoca una profunda desconexión con la realidad; y sólo podemos realizarnos viviendo en el mundo real, aceptando aquello que ES.
La vida pierde fuerza cuando tú te ausentas del presente. Cierto automatismo se apodera de tus actos y éstos pierden completamente su calidad. Tú, simplemente, dejas de estar presente en tus actos, y así éstos acaban siendo mal procesados y toda la enseñanza se desperdicia. Es lógico, ya que tú no estabas presente.
El trabajo ejecutado, cualquiera que fuese, no va a presentar un resultado satisfactorio, desde unos cacharros mal fregados hasta una operación quirúrgica. Es preciso estar en el presente y no actuar en el ahora pensando en el mañana.
La ansiedad es una actitud de rebeldía, propia de aquellos que no se doblegan al aprendizaje. Son alumnos que no llegarán a alcanzar la graduación deseada, serán suspendidos, pues han rechazados las enseñanzas grandiosas de la existencia.
Querer curarse de los efectos nefastos de la ansiedad por medios terapéuticos extravagantes y medicamentosos es inútil. Tú tendrás que doblegarte a los objetivos de la experiencia en curso, sea la que fuere, no hay atajos, no hay alternativas, es preciso aceptar.
Cuando hablo de aceptación, puede parecer que sólo estoy repitiendo un mantra infalible, difundido por los magos de la nueva era, pero no es eso. Estoy refiriéndome a la Lógica Universal. O te rindes o vas a sufrir. Humildad es eso: rendición.
Aceptar la vida tal como es, a las personas tal como son, las experiencias tal como se presentan, no es un acto de conformismo, todo lo contrario, es una demostración de poder.
¿Quién ha dicho que tú tienes el poder de cambiar a las personas o de ajustar el mundo de forma que él venga a atender tus anhelos? Deja ese pensamiento a aquellos que aún están en el jardín de infancia. Crece y aprende con la Vida, ella no es un adversario, al revés, todo conspira a tu favor, siempre que aceptes y vuelvas a la realidad.
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