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¿Cómo Perdonar a quien Maltrata o Abandona a un Animal?
por WebMaster
Autora: Paula Teshima
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Traducción de Teresa
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¿Será posible perdonar a quien ha maltratado, agredido o abandonado a un animal? ¡Sí! Mejor dicho, es posible perdonar verdaderamente en cualquier situación, por mala que sea, empleando las claves que doy a continuación.
Si eres capaz de comprender al agresor, el por qué de haber procedido así, por qué actuó de esa forma, cuál era su pensamiento y sentimiento en aquel momento, de observar su pasado, en fin, de analizar lo que está por detrás de esa actitud, probablemente encontrarás una respuesta plausible. De esa forma será mucho más fácil aceptar ese acto equivocado y perdonar a aquella persona.
Si ella no tiene ningún trastorno grave en el cerebro o algún problema de conducta, si se le explica bien el por qué de haber actuado así, probablemente comprenderá, reconocerá su error y además pedirá perdón a quien se ha sentido ofendido.
Preparación
Para que llegues a comprender al otro es preciso que te detengas a reflexionar, en un momento en que te sientas completamente tranquilo y calmo. Recuerda lo que sucedió. O habla con la persona, escucha atentamente lo que ella tenga para decir. Y después, extrae tus propias conclusiones.
En la mayoría de casos de maltrato a animales, o es una persona que no mide las consecuencias de sus actos, por ignorancia o por no creer en las leyes universales; o es alguien que lleva algún trauma del pasado no curado todavía.
Si eres una persona muy cercana a ella y consigues escuchar su historial de vida, tendrás muchas más posibilidades de comprender lo que hizo. En caso contrario, recomiéndale un buen profesional para que le ayude a lidiar con sus emociones mal resueltas. Pero jamás se lo impongas o le obligues a ello, ya que puede que todavía no se encuentre preparada para lidiar con esa cuestión. Respeta su tiempo y quédate tranquilo, porque has hecho tu parte.
Sé una luz
Hay muchos casos de personas que no poseen una conciencia más elevada, no tienen amor propio y están llenas de emociones mal resueltas dentro de sí, que acaban por reflejarse en agresiones a los animales, por ejemplo.
Son humanos que necesitan una ayuda, una orientación, un autoconocimiento, para mejorar varios aspectos de su vida. Tú puedes salvar a esas personas de la ignorancia, de la falta de amor, de la falta de prosperidad. Pero no les des el pez, enséñales a pescar. Es decir, ofrece tu conocimiento, tu sabiduría, tu palabra de cariño. Dales claves y técnicas para que lidien con sus emociones, sus ansiedades, sus frustraciones. Así les ayudarás a no repetir los mismos errores del pasado y a tener una vida mejor.
Abandono
Abandonar a un animal en la calle, en el veterinario, en el hospital cuando está enfermo, cuando ya es viejecito o en cualquier otra circunstancia, genera un karma negativo muy fuerte, porque todos sabemos que eso no se debe hacer. Una cosa es hacer algo negativo por ignorancia, otra cosa es hacerlo a sabiendas de que está mal. En este último caso, las consecuencias serán más graves e intensas. Puedes estar seguro de que la ley divina hará que esas personas reciban lo que merecen.
No obstante, hay personas que, por algún motivo, se deparan en una situación en que desean vender o donar al animal. En esos casos, lo mejor es reflexionar, meditar, esperar una respuesta, una intuición, una visión interior proveniente de tu ángel, de tu mentor espiritual, que te guíe por el mejor camino a seguir. Y tras la decisión, espera una semana, y verifica si es eso lo que realmente quieres y si tu idea no ha cambiado.
En ciertos casos, este alejamiento puede significar que tanto la persona como el animal ya no poseen un vínculo de relación del cual se beneficien ambos. O entonces, que el animal ya no tiene la capacidad de ayudar a esa persona a evolucionar. Ésta, inconscientemente, capta las proyecciones del animal, que empieza a crear situaciones de auto-sabotaje, pensamientos y sentimientos de rechazo, abandono, falta de amor para con el animal.
Puede ser que en ese momento la persona ya no necesite del animal para continuar evolucionando. Puede ser que surjan nuevas obligaciones, nuevas relaciones, nuevas oportunidades que no surgirían si continuase de la misma forma.
Sólo no perdona quien continúa con la mente cerrada, contemplándose a sí mismo, considerando que lo sabe todo y tiene siempre la razón. Pero cuando entendemos y tenemos la consciencia de que todo tiene un motivo, un por qué, una razón de ser. y que nada sucede por acaso, la aceptación y el perdón surgen de forma natural y espontánea.
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