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LA MIRADA DICE MUCHO SOBRE TI Y LOS OTROS
por WebMaster
Autor JOÃO LUIZ SPOSITO
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Traducción de Teresa
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Dice un antiguo refrán que los ojos son las ventanas del alma, pero la interpretación mejor sería que la mirada, sí, es lo que revela lo que está dentro de cada alma.
Porque no son los ojos físicos, sino la energía que emana a través de los ojos, la intención que brota de cada alma; incluso en el mundo animal se consigue notar la energía de la mirada.
Cuando creamos un pensamiento, una idea, inmediatamente una energía es canalizada, condensando la intención.
El dolor, la alegría, la tristeza, el hambre, la sabiduría, la ignorancia, en fin, todos los sentimientos y estados emocionales, mentales y espirituales están ahí en nuestra mirada.
Para ser mejores observadores en nuestras relaciones interpersonales basta que nos fijemos con más detenimiento en la mirada de las personas, pues en ella están informaciones mucho más confiables que en las palabras o gestos.
Sólo quien ya ha sentido una mirada amorosa, de puro amor incondicional podrá decir que es imposible describir con palabras la energía allí contenida, emanada, sentida.
Lo mismo pasa con las miradas cargadas de sentimientos negativos, como odio o envidia, que también son muy significativas.
Por tanto, saber interpretar señales a través de las miradas es provechoso, al igual que saber emanar nuestras intenciones para otras personas a través nuestras miradas es sabiduría, incluso porque las palabras son imprecisas, mientras que una mirada envía un mensaje perfecto entre un alma y otra.
No hay diferencia de comunicación entre las miradas como la hay en los idiomas de los seres humanos, las miradas son como la música, algo que es universal.
Tu mirada es tu ficha mental, emocional y espiritual, tu carácter está expuesto a través de estas ventanas.
Una mirada bien entrenada puede hacer como un verdadero Rayo X para el que va dirigida, si se combina con el potencial mental.
¿Quién no ha detectado una mirada de amor, de ira, odio o reprobación de otras personas?
Sin embargo, cuando quieras ayudar a alguien sin usar palabras, mira en sus ojos y haz una plegaria silenciosa en su beneficio con tu pensamiento, y percibe la potencialidad pura emanada de un alma para otra y los efectos que vendrán.
Dice un antiguo refrán espiritual que somos constantemente observados por dos pares de ojos, uno de la espiritualidad mayor y el otro de la menor.
Sed felices y desarrollad cada vez más vuestras habilidades.
João Luiz Spósito- Brasília-DF
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