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Lo que se oculta por detrás de la rabia
por Elisabeth Cavalcante
Traducción de Teresa
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La rabia es una de las emociones más intensas que el ser humano experimenta. Tiene como base una necesidad del ego de siempre tener satisfechos todos sus deseos.
En la fase infantil, totalmente dirigida por las reacciones instintivas, la frustración de un deseo suele generar explosiones de rabia, y el pequeño llora, grita y patalea cuando aquello que desea le es negado.
Aunque el adulto, pacientemente, intente explicarle las razones por las cuales no puede tener aquel objeto o situación, las más de las veces el ego infantil se niega a aceptarlo.
Ello porque no se rinde a argumentos racionales, ya que está movido únicamente por el placer inmediato, el sentimiento de bienestar que la satisfacción de su deseo de provoca.
Y, del mismo modo, en el mundo adulto las reacciones de rabia por lo regular revelan un ser inmaduro, que permanentemente está exigiendo que todas sus peticiones sean atendidas.
La rabia, las más de las veces, oculta un dolor latente, una herida generada por una circunstancia en que la vida nos negó algo que, según nuestro parecer, nos haría felices. Y, cada vez que experimentamos la misma sensación, la reacción será visceral.
El deso, ya sea de una conquista material, afectiva o de cualquier otra naturaleza, tiene como base la búsqueda de un estado permanente de bienestar que todo ser humano persigue.
Y, cuanto mayor sea el vacío interior, mayor será la intensidad con que se intentará llenarlo con las victorias provenientes del exterior. Mientras no nos hagamos conscientes de ese mecanismo, la reacción será siempre de rabia, ya se manifieste explícitamente o de manera reprimida y, con el tiempo, se verá transformada en algún desequilibrio en el cuerpo físico.
Reconocer los motivos ocultos por detrás de la rabia es esencial para poder aprender a lidiar con la vida de modo más equilibrado, sin depositar nuestra felicidad en objetos o situaciones cuya conquista no depende únicamente de nuestra voluntad.
...En la vida, recuerda una cosa: nunca desees nada tan intensamente como si ello fuese una cuestión de vida o muerte. Sé un poco juguetón.
No te estoy diciendo que no desees - porque eso se convertirá en una represión en ti. Te estoy diciendo, desea, pero deja que tu deseo sea juguetón. Si puedes realizarlo, estupendo. Si no lo realizases, quizá no fuese el tiempo oportuno; veremos la próxima vez. Aprende algo del arte de jugar.
...Eso es lo que quiero decir cuando te digo que no tomes nada en serio. ni siquiera a ti mismo. Y así verás que la rabia simplemente no sucedió. No hay ninguna posibilidad de rabia. Sé juguetón con tus deseos, y así permanece el mismo, en el triunfo o en el fracaso.
Sólo empieza a pensar sobre ti mismo a tu comodidad, nada especial; no que tengas que ser victorioso, no que tengas que triunfar en cada situación. Este es un mundo grande y somos personas pequeñas.
Una vez que esto se establece en tu ser, entonces todo es aceptable. La rabia desaparece y su desaparición te aportará una nueva sorpresa, porque cuando la rabia desaparece, deja tras de sí una tremenda energía de compasión, de amor, de amistad.
Osho
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Elisabeth Cavalcante é Taróloga, Astróloga, Consultora de I Ching e Terapeuta Floral.
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