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Los siete planos de la existencia
por Elisabeth Cavalcante
Traducción de Silvana Partucci
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Entender los siete planos de la existencia o los siete cuerpos del ser humano no es simple, ya que es difícil usar palabras para describir los niveles superiores al material. La vida en el plano terrestre nos lleva a ver las cosas de modo automáticamente limitado y con la tendencia a describir cada plano como algo separado y distinto, pero, necesitamos verlos tanto inter penetrándose como rodeándose los unos de los otros.
El plano físico incorpora las partes de nuestro cuerpo que pueden ser vistas en un microscopio, en equipamientos físicos, analizadas y testadas para saber el grado de salud y equilibrio. La bionergia responsable por la conformación, estructuración y alimentación energéticas del cuerpo celular es denominada cuerpo etérico o vital.
El plano astral, descripto también como psíquico o emocional inferior es el plano de consciencia regido por nuestra naturaleza inferior. La vida experimentada básicamente en este plano es gobernada por las emociones y por la gratificación exclusiva de deseos egoístas.
La polarización, la vida experimentada solamente en ese nivel, puede llevar a una persona a ser totalmente controlada y gobernada por sus pasiones. Sentimientos negativos como enojo, odio, miedo, celos pueden controlar a una persona en lugar de la emoción más elevada del amor. Pero este plano también tiene su lado positivo, que es el astral superior. Sentimientos de un estado emocional más elevado como el amor romántico, pueden existir en esta esfera.
El plano mental puede ser llamado mente concreta. En este plano de la existencia, todas las experiencias son procesadas por las funciones del lado izquierdo del cerebro. Esta persona puede ser escéptica o apenas dependiente de todo lo que puede ser visto, analizado o medido. Es viciada en hechos y, por lo tanto, visiones, sueños y conceptos tienen poco interés para ella.
Para que la energía superior pueda penetrar a los planos inferiores y, de esa manera, crear mejores condiciones de salud, es necesaria una percepción consciente del estar asentados de forma adecuada en el cuerpo físico.
Los medios de elevación artificial como las drogas, las substancias psicodélicas o el alcohol no traen el equilibrio necesario para la integración total. La práctica de la meditación es esencial en la tentativa de establecer contacto con los planos superiores de consciencia. Cuando la energía superior recorre todos los sistemas y vehículos de consciencia, se vuelve más fácil dirigirlos todos al mismo tiempo y percibir la Unidad.
El plano intuitivo, cuarto plano, es el primero en relacionarse con la consciencia superior, esto es, la consciencia de energías superiores que no pueden ser medidas, tocadas, sentidas o vistas. Ese plano es llamado de intuitivo o mental superior. Allí se incluyen los místicos y visionarios, así como los artistas, músicos y personas muy creativas.
El quinto plano es el espiritual, un estado alcanzado a veces de forma inesperada, en momentos de verdadero éxtasis espiritual. Son aquellos momentos de sintonía con la centella de energía divina. Es en ese plano que la voluntad espiritual comienza a surgir y a remplazar la voluntad inferior.
El desarrollo consciente de ese plano posibilita la fusión de la consciencia con el plano siguiente, que es el plano espiritual superior o monádico.
En el sexto plano, el monádico, la existencia no implica obligatoriamente la necesidad de un cuerpo físico. Algunos avatares, santos y sabios alcanzaron este plano cuando aún estaban en el cuerpo físico, pero son relativamente pocos. Este estadio representa la vida experimentada en sintonía absoluta con la voluntad divina.
El plano divino o séptimo plano, también llamado de plano átmico, es indiferenciado, cósmico y fundido con la consciencia monádica. Es imposible decir muchas cosas sobre ese estadio de consciencia, a menos que se tenga llegado a la experiencia de ese plano, pues en él las palabras son inexistentes, ya que todo se encuentra fundido y en Unidad.
Personas muy evolucionadas operan en muchos planos al mismo tiempo. La vida es una lucha constante para integrar y equilibrar la expresión de los diversos planos de la existencia. La meditación es el camino supremo para energizar cada plano de la consciencia y construir puentes a lo largo del camino.
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Elisabeth Cavalcante é Taróloga, Astróloga, Consultora de I Ching e Terapeuta Floral.
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