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MÚLTIPLES PERSONALIDADES E INDIVIDUACIÓN
por WebMaster
por João Carvalho Neto -
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Traducción de Teresa -
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A lo largo de mi práctica clínica, me he deparado con observaciones significativas sobre la estructuración y desarrollo de nuestro psiquismo transpersonal, que en mucho han contribuido para mi comprensión del ser humano.
Una situación incitante está siendo percibir que las personas no poseen una personalidad única y global, construida a partir del sumatorio de los contenidos acumulados de las vidas sucesivas. Es un hecho que esta personalidad existe en formación; no obstante, no elimina de pronto la existencia de las anteriores personalidades ya vividas, que continúan cohabitando el psiquismo con ella, guardando cierta independencia, muchas veces durante tiempo prolongado.
O sea, somos el sumatorio de diversas personalidades que vivimos en las múltiples reencarnaciones, construyendo aquello que podemos denominar una personalidad transpersonal o cósmica; pero en esa construcción las personalidades anteriores no quedan inmediatamente absorbidas en el conjunto, todo lo contrario, algunas de ellas permanecen activas y relativamente autónomas, manteniendo sus características originales, emergiendo para la superficie del psiquismo y ejerciendo influencia directa sobre el pensamiento y el comportamiento según las circunstancias que puedan evocarlas.
Intentaremos explicarlo mejor, incluyendo en esa explicación un resumen del modelo teórico de desarrollo del psiquismo.
Las experiencias vividas por las diversas personalidades que ya tuvimos van quedando registradas en las áreas superficiales del psiquismo. Cuando de la muerte del cuerpo físico, la personalidad no se extingue, continuando como protagonista en el período entre vidas (hablo aquí de individualidades espirituales a nivel primario y mediano de evolución, y no de aquellas que ya van más adelantadas). En el proceso de retorno a una nueva encarnación, la personalidad anterior, entonces, va siendo transferida para las zonas más profundas del psiquismo, a nivel del inconsciente, manteniéndose más o menos en la superficie o a más profundidad según la actualidad de las experiencias o de la intensidad con que éstas marcaron las estructuras energéticas. Esto quiere decir que vidas pasadas más recientes o que fueron muy significativas desde el punto de vista emocional, y no debidamente elaboradas, permanecen más en la superficie.
¿Por qué ocurre eso? Porque todas las experiencias que ya vivimos deberán transformarse en algún producto de aprendizaje, convirtiéndose en patrimonio inalienable de la individualidad. Cuanto más reciente y más intensa la experiencia, más difícil será elaborarla y transformarla en ese producto de aprendizaje. Por eso permanece más en la superficie, aguardando las nuevas experiencias que ayudarán a promover la elaboración necesaria de esos contenidos.
Entonces, existen personalidades que permanecen activas en el psiquismo y otras que ya fueron elaboradas y que se diluyeron como productos de aprendizaje en las profundidades psíquicas, formando, entonces sí, la definitiva personalidad transpersonal o cósmica.
De esa forma, podemos identificar, en terapias regresivas que traten de vidas pasadas, personalidades anteriores que aún están activas en el psiquismo de ese paciente, dependiendo muchas veces de circunstancias específicas que funcionan como detonadores para su emersión.
Casi siempre son aquellas situaciones que el Ego actual dice no ser capaz de controlar, que le llevan a pensamientos y actitudes que preferiría no realizar, ya que son más fuertes que él.
Un ejemplo bastante significativo de esa realidad fue un paciente, hoy del sexo masculino, que ya tuvo una vida como comandante guerrero de mucha fuerza, otra como esclavo abusado sexualmente y otra como contable traicionado por su propia hermana. En la vida actual, los comportamientos de esos tres personajes aparecen de forma casi autónoma en situaciones específicas: reaccionando con mucha agresividad y poder de fuerza, sometiéndose pasivamente o subyugado por sus conflictos sexuales.
La idea de individuación desarrollada por Carl Gustav Jung puede aplicarse de forma bastante apropiada para el formateado de esos conceptos, pese a que él al principio no levantó la existencia de múltiples encarnaciones, sino de múltiples aspectos de la naturaleza psíquica, que denominó arquetipos. Esos arquetipos, aparte de contenidos simbólicos, como él definió, me parecen estar también compuestos por las diversas encarnaciones de la individualidad.
La individuación, como meta de salud psíquica, nada más sería que el camino hacia la personalidad síntesis, transpersonal o cósmica, englobando todas las experiencias pretéritas debidamente elaboradas como productos de aprendizaje.
João Carvalho Neto
Psicoanalista, autor de los libros
“Psicanálise da alma” y “Casos de um divã transpessoal”.
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