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No serán tus palabras lo que va a convencer, sino tu energía
por WebMaster
Autor Paulo Tavarez -
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Traducción de Teresa -
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Si todavía te identificas con algún objeto externo, ya sean personas o cosas, estás en la ignorancia, pero no te preocupes, no estás solo. La ignorancia forma parte del nivel actual de la humanidad. Todos, de una o de otra forma, estamos identificados con las informaciones externas.
¿Quién consigue permanecer independiente y no crear asociaciones con lo que sucede? Únicamente los iluminados. Tú aún no has subido hasta ese peldaño, puedes incluso aspirar a esa condición, pero vives identificado con el mundo y reaccionas ante el influjo de los acontecimientos.
Eres un ser mundano, asúmelo, no hay de qué avergonzarse, no intentes mediante discursos o colgando textos de contenido elevado convencer a los demás de que tú has alcanzado la realización. Si no eres capaz de administrar tus emociones ¿cómo quieres vender la imagen de gurú cuando no eres capaz de ser siquiera gurú de ti mismo?
¿Eres capaz de poner la otra mejilla? ¿Eres capaz de aceptar al otro sin juzgamientos? ¿Consigues desapegarte de todo lo que posees? Si ese fuese el retrato de tu condición discúlpame, pero me parece que no. Todos estamos en el mismo barco, buscando luz sin renunciar a las tinieblas, por eso es difícil creer en aquellos que se erigen en 'iluminados'.
Repetir frases de Rumi, Nisargadatta, Shankara, Ramana, Ramakrishna, Francisco de Asís, Jesús etc. no va a hacer de ti alguien que ha llegado a la Verdad. Tú sólo has visto, oído y creído en esos argumentos, pero todavía no los has comprendido. Hay una gran diferencia entre conocer y comprender.
Mírate, sumérgete en tu propia sombra, disuelve esos contenidos cargados de emociones que te esclavizan y cuando te halles libre de ese material, conoce tu Verdadera Naturaleza. No serán tus palabras lo que va a convencer a los demás, sino tu energía. Todos se darán cuenta cuando estén ante de ti. Una persona así es recibida de rodillas, no necesita decir nada, pues los grandes Maestros son una fuente de sanación y transformación para cuantos se crucen en su camino y no necesitan siquiera decir una palabra. Son silenciosos como la Verdad, son amorosos porque expresan su propia esencia. ¿Eres tú capaz de ser silencioso y amoroso? Analiza, mira a ver si ese es tu caso.
No, amigo mío, tú eres un ignorante como todos. Sé humilde y reconócelo. Ese es el primer paso, no trates de correr cuando aún no has aprendido a andar.
Muchos aún están en el tramo escolástico de las religiones, abrazando doctrinas y desarrollando intimidad con el proceso de liberación. Las religiones no son más que instituciones temporales, como placas que aparecen en el camino indicando la dirección. El problema es que la gran mayoría de los fieles, en vez de continuar el camino, se quedan postrados ante esas placas con reverencia y admiración.
Avanza, no te quedes parado sólo en el discurso religioso. Puedes ir más allá, cruza las fronteras de esa programación, sigue al corazón, encuentra las respuestas para tus indagaciones en los diálogos que entables con tu propia alma; ésta sí, será la fuente de todo entendimiento.
Aprende a silenciar, a controlar los pensamientos, a acallar la mente y escuchar tu voz interior, ya que ella nunca miente y jamás te inducirá a cometer errores.
Tú ya eres todo cuanto necesitas ser, pero no lo sabes. No hay lo que mejorar, mucho menos lo que perfeccionar, pues el objetivo mayor es realizar aquello que tú siempre has sido. Sólo sé lo que tú ERES.
Suéltate, entrégate, acepta las imposiciones de la Vida, todo está conspirando para lo mejor. La dinámica del Universo está encaminada hacia tu reencuentro con la Verdad.
Tú eres únicamente un hijo pródigo, perdido, a quien el Padre está esperando de brazos abiertos.
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