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Si el otro no hace su parte, eso no interfiere en la parte que te incumbe
por WebMaster
Autor JOÃO LUIZ SPOSITO
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Traducción de Teresa
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Estimados, este es un tema importante porque está íntimamente ligado a las relaciones humanas. Todos nosotros, sin excepción, tenemos necesidad de relacionarnos con otros seres humanos, de forma que para que esas relaciones sean armoniosas, tranquilas y aporten felicidad, todos hemos de cumplir con la parte que nos corresponde.
Me refiero a todo tipo de relaciones humanas, familiares, profesionales, de vecinos, amigos, entre otras muchas importantes en nuestra vida.
Para ejemplificar mejor, empezaré mencionando las relaciones familiares; padres e hijos forman un tipo muy íntimo de relación, porque hablamos de la raíz de la familia, y siendo así, siempre será muy delicado hablar de esta relación; sin embargo, en bien del esclarecimiento y del aprendizaje que esto traerá, me he decidido a hablar.
En esa relación, cada parte tiene sus derechos y sus obligaciones, que la sociedad ha estandarizado según consenso general. Al padre y a la madre, por ejemplo, se atribuyen obligaciones como cuidar, mantener, educar, orientar y preparar para la vida a aquellos que son sus hijos.
Los hijos también tienen sus obligaciones y derechos, según el modelo de la sociedad, cuidar, atender, tratar con cariño y atención a sus padres, principalmente en las fases avanzadas de su jornada terrestre.
Marido y esposa, hermanos, abuelos y otros más, siguen la misma regla, pero cuando una de las partes no cumple la parte que le toca, sea por incapacidad, por desconocimiento o por estar al margen del sistema, queda ahí la pregunta:
El supuesto fallo o falta de cumplimiento de una parte, ¿justifica el fallo de la otra?
¿Qué mérito tendría una de las partes en igualarse en procedimiento a la otra parte?
Si un padre o madre no cumplió su papel, ¿justifica eso la falta de cumplimiento del papel de los hijos o viceversa?
Bien, de eso se trata aquí, todos debemos cumplir la parte que nos toca en las relaciones humanas, con independencia del cumplimiento de la parte de otros.
Nuestro error como ser humano no puede ser justificado por el error de otro ser humano, eso no es viable para la evolución humana.
La evolución humana pide que hagamos la parte que nos corresponde, la parte del otro incumbe al otro, sólo podemos hacer nuestra parte; es preciso que tengamos la consciencia y la empatía con ese ser humano que comparte relación con nosotros, sea afectiva, familiar, profesional, de vecindad, en fin, todo tipo de relaciones.
Por tanto, esta es la reflexión del momento, haz tu parte, trata con educación y respeto a todos los seres humanos que se relacionan contigo, aunque ellos no lo hagan de la misma forma; así es como se da ejemplo, y donde un ser humano enseña a otro, no respondiendo en la misma baja frecuencia sino elevando el patrón vibratorio; así modificamos una relación para mejor.
Haz tu parte y no te preocupes; cumplir la parte que te corresponde ja te garantizará mucha tranquilidad de alma, porque tu conciencia estará tranquila; y una conciencia tranquila es todo cuanto se necesita para estar en paz con uno mismo.
Sed felices y haced la parte que os toca, dormid y despertad en paz con vosotros mismos...
João Sposito - Brasilia - DF
Noviembre 2018
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