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Terapia de pareja: objetivos y tratamientos
por WebMaster
Susana de Oliveira
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Traducción de Teresa
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Revisión
Cogniciones inadecuadas o disfuncionales - pensamientos automáticos y creencias - pueden estar en la base de una variedad de desórdenes psicológicos. Se ha señalado que muchos problemas vivenciados dentro del matrimonio también podrían tener relación con las cogniciones disfuncionales de ambos miembros de la pareja. Algunos estudios ratificaron esa hipótesis sobre el papel negativo de los pensamientos, creencias, expectativas o atribuciones, entre otros, en la calidad de las relaciones maritales.
Los pensamientos automáticos vienen siendo concebidos como ideas o imágenes que pasan desapercibidas y de forma muy rápida por la mente de las personas. Esos pensamientos no son adecuados o inadecuados por sí solos. Debido a que los pensamientos de ese tipo no son siempre racionalmente evaluados, tienden a ser aceptados como algo razonable, en situaciones específicas. Se ha señalado que ese flujo de ideas instantáneas, que pueda pasar por la cabeza de uno de los cónyuges, puede influenciar sus estados emocionales y sus actos negativamente. Por ejemplo, cuando una esposa no recibe la atención que le gustaría recibir de su marido, respecto de un problema de trabajo, puede llegar a la siguiente conclusión: "él nunca me hace caso". En esa situación, la mujer puede encolerizarse y gritarle a su pareja diciéndole que él no vale para nada.
Los pensamientos automáticos disfuncionales pueden ser influenciados por distorsiones cognitivas. Éstas serían distorsiones sistemáticas en el procesamiento de la información, fallos de interpretación y razonamientos desprovistos de lógica. La lectura mental, por ejemplo, es una distorsión en que la persona se cree capaz de leer los pensamientos de alguien. Por ejemplo, cuando un hombre está hablando con la esposa y ésta bosteza por estar cansada, él puede pensar: "ella se aburre charlando conmigo". Él, entonces, puede sentirse herido y evitar a su pareja a lo largo del día. Hay otras innumerables distorsiones relatadas en la literatura especializada que pueden tener influencia sobre la relación de pareja; ciertos estudios indicaron que la aparición de las creencias intermedias y centrales se produce durante la interacción de los niños con personas significativas en sus vidas y están asociadas a factores socioculturales. Son ideas que una persona tiene sobre sí misma, sobre las otras personas de un modo general, sobre el mundo, sobre las relaciones, entre otros aspectos. Las creencias más centrales tienen mayor impacto sobre el pensamiento de forma general, son más rígidas y más difíciles de modificar que las creencias más periféricas. Ambos tipos pueden ser inadecuados y llevar al aumento de conflictos en una relación amorosa. Por ejemplo, un marido puede tener la siguiente creencia central "no soy persona digna de ser amada". Para intentar no creer en ese pensamiento, el esposo puede desarrollar una creencia intermedia del tipo de "si yo siempre recibo apoyo en todas mis decisiones, entonces sí soy amado", o bien "si mi esposa no está de acuerdo conmigo en todo momento, entonces yo estoy siendo rechazado". Puesto que la esposa no endosa todas las ideas del marido, éste puede ponerse triste y no expresar sus pensamientos, por creer que realmente no puede ser amado por alguien.
La atención selectiva se entiende como un proceso de percepción en el cual una persona capta informaciones de una situación conforme a categorías que tienen sentido según su punto de vista. Además de esto, ignora los datos que no se encajan en su perfil de relación. Por ejemplo, una mujer, cuando cree que es débil, puede permanecer atenta a los comportamientos de su marido que considere como de dominación. Cuando ella le pide ir a visitar a los padres de ella, y él no quiere ir, la esposa puede pensar que él nunca atiende sus deseos porque no la respeta. Entonces, ella puede sentirse frustrada y pasar a evitar al marido. Sin embargo, el compañero no aceptó la invitación por estar padeciendo una jaqueca. En diversas situaciones, esa mujer busca hacerle diferentes solicitudes, que en su mayoría el marido atiende. Pese a todo, ella generalmente presta atención a sus propios deseos que él no atiende.
Tratamiento
Se puede afirmar que los principales objetivos de la terapia cognitivo-conductual en el tratamiento de parejas en conflicto, son la reestructuración de cogniciones inadecuadas, el manejo de las emociones, la modificación de pautas de comunicación disfuncionales y el desarrollo de estrategias más eficaces para solución de problemas cotidianos. Otros procedimientos utilizados son las alteraciones de comportamientos que forman patrones específicos negativos. La evaluación es normalmente la etapa inicial y fundamental del tratamiento de problemas de cualquier naturaleza dentro del abordaje cognitivo-conductual. Se hacen diferentes tipos de entrevistas, inventarios y escalas. Un instrumento de evaluación muy utilizado en los Estados Unidos es el Relationship Belief Inventory - RBI (Eidelson & Epstein, 1982). Otra escala bastante empleada es la Dyadic Adjustment Scale - DAS (Spainer, 1976; Spanier & Thompson, 1982). Algunos instrumentos fueron validados para la población brasileña, como el Inventario de Satisfacción Conyugal (Dela Coleta, 1989) y la Medida de la Satisfacción en Relación de Pareja (Wachelke, Andrade, Cruz, Faggiani & Natividade, 2004).
Habitualmente, la primera sesión se realiza con la presencia de ambos cónyuges. Esa es una oportunidad para que el terapeuta verifique las áreas problemáticas en la relación, la interacción entre la pareja, el modo que tienen de comunicarse, los puntos fuertes de la relación, los factores externos que puedan estar estresando a la pareja, etc. Las informaciones obtenidas en esa sesión ayudarán a formular hipótesis preliminares sobre los motivos del conflicto conyugal. Tras la entrevista inicial, suele haber dos sesiones conducidas. Cada una con la presencia de uno solo de los miembros de la pareja. El objetivo sería recopilar informaciones que quizá no se hayan presentado inicialmente. Uno de ellos podría sentirse inhibido en presencia del otro y no revelar situaciones como, por ejemplo, abuso en la infancia, violencia intrafamiliar, adulterio y deseo de divorciarse. Ciertas cuestiones éticas se imponen en esas entrevistas individuales. Las informaciones prestadas en esas sesiones sólo pueden ser reveladas con la autorización de los participantes, excepto en ciertos casos específicos. Por ejemplo, en el caso de violencia física es necesario que el cónyuge abusado sea encaminado a instituciones competentes.
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