¡Protégete!
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 18/10/2010 12:31:32
Traducción de Teresa - [email protected]
La semana pasada hice algunas reflexiones sobre nuestro campo magnético, que muchas veces entra en colapso causando bloqueos emocionales y enfermedades. Sobre ese tema hemos reflexionado en varios artículos y ya hemos llegado a la conclusión de que para mantenernos en equilibrio energético hemos de vigilar nuestros pensamientos, nuestras actitudes y nuestros actos. Sentimientos y emociones negativas, inestabilidades hormonales, alimentación y hábitos equivocados y nocivos para nuestra salud, vida desreglada, o demasiado estresante, contribuyen ciertamente para el desequilibrio en nuestro campo energético. Ya hemos comentado también en artículos anteriores que es la energía bloqueada lo que impide que nuestro cuerpo se mantenga saludable. No obstante ¿quién no ha tenido ningún ‘bloqueo emocional’ en la vida? ¿Cómo evitar las amarguras, cómo no sentir tristeza o melancolía cuando la vida parece estar fuera de control? ¿Cómo evitar que las preocupaciones se vuelvan nubes negras sobre nuestra cabeza? No siempre podemos evitar las tempestades ¿no es cierto? Merecidas o no, (no siempre comprendemos la Ley de Causa y Efecto) éstas aparecen y deterioran nuestro equilibrio energético.
Los mecanismos para conseguir el equilibrio entre la mente y el cuerpo son varios: los libros de autoayuda y las enseñanzas contenidas en las teorías filosóficas y religiosas son algunos de ellos. Otros recursos son las técnicas contenidas en las llamadas ‘terapias alternativas’ como, por ejemplo, los remedios florales, la relajación y la meditación, la práctica del yoga, los baños energéticos, el Reiki, los masajes ayurvédicos, el alineamiento craneosacral (también llamado osteopatía), o bien la Técnica de EFT* (Terapia de Liberación Emocional) son herramientas de gran ayuda y logran excelentes resultados. Pero… ¡sí, hay un pero! ¿Sabéis qué es lo más importante de todo eso? ¡Vuestra actitud! La actitud es todo, creedme. De nada sirve la ayuda externa si no nos comprometemos con ella.
Hay tres actitudes que podemos practicar en nuestro día a día, que habrán de protegernos contra la negatividad que desalinea nuestro cuerpo energético. La primera actitud que podemos adoptar atañe a la neutralización de las energías negativas de otras personas para que no comprometan nuestro equilibrio. No me refiero solamente a la envidia, sino a la energía negativa transmitida por personas que padecen algún problema físico o emocional.
Durante estas semanas en que he estado en contacto directo con personas enfermas – y no me refiero solamente a mi hermana, sino a otros enfermos presentes en el hospital – he necesitado protegerme para que mi energía no fuese completamente absorbida. Lo explico: aun dedicándome con cariño y determinación y empleando toda mi fuerza energética para ayudar a mi hermana, he necesitado distanciarme emocionalmente para no ‘llevarme la basura’ conmigo. Cuando me sentía agotada, sorbida, sin energías, llegaba a casa y empleaba una de las técnicas que he aprendido a practicar. Confieso que llevar a la práctica todo aquello que aprendimos en los libros, en los artículos o en los cursillos de autoayuda no es fácil, pero esto es a lo que llamo ‘actitud’. ¡De nada sirve llenar nuestra cabeza con informaciones que luego no ponemos en práctica! Yo suelo practicar la EFT* diariamente, encuentro las frases adecuadas para resolver los problemas que surgen en mi día a día y alejo el peligro de ponerme enferma por desequilibrio energético. Las oraciones también forman parte de mi ‘cajita de los remedios’, pero también hago uso de los remedios florales, de la homeopatía o de cualquier otra terapia que considere útil en los momentos cruciales. Mi actitud es primeramente mental: ¡esta es mi protección! Estoy segura de que, al alcanzar esta postura serena y equilibrada, consigo ayudar a quien lo necesita, al tiempo en que me protejo física y mentalmente. Obsérvese bien, ¡no estoy afirmando que la persona que sufre está sorbiendo mis energías intencionadamente! No se trata de eso, no. Las personas enfermas acaban ‘robando’ nuestra energía para poder recuperar las energías que han perdido, ¡pero no lo hacen por maldad! Maldad es tener pensamientos de rabia, de odio, de celos, de envidia, eso sí es maldad ¡y eso también sorbe energía! De cualquier manera, la protección que debemos mantener es siempre la misma. ¡Protégete y no permitas que sorban tus energías!
Para concluir, recordemos que cuando escuchamos el problema de una persona, o asistimos a una persona enferma, nos acomete un sentimiento de piedad, una compasión que nos hace compartir el dolor de esa persona. Sin embargo, el sentimiento que experimentamos no debe acabar robando nuestra energía, puesto que incluso como oyentes estamos ‘receptivos’ a esta misma energía negativa que ha promovido la enfermedad. ¿Cuántas veces hemos entrado en un ambiente cargado y nos hemos sentido extraños, como vampirizados? ¡El ambiente contaminado por esa energía negativa no es saludable, como tampoco lo es una sala llena de humo de tabaco! ¿Sabéis que Neptuno es el planeta relacionado con la negatividad? Pero de Neptuno hablaremos en otro artículo. Léase sobre ese planeta en los artículos de mi Website.
Finalmente, me gustaría conocer vuestros trucos, vuestros consejos. Cuéntame cómo te proteges y cómo haces para recuperar tu equilibrio energético. Comparte tus experiencias, ¡eso es enriquecedor! La próxima semana continuaremos nuestras reflexiones.
Quienes se interesen por magias y rituales de protección pueden bajar mi libro virtual (e-book) La Magia que viene de los Astros, disponible en mi Website personal. Te inscribes en el Website de la editora y bajas el software que posibilita la lectura del libro virtual ¡y puedes quedarte con el libro de magias!
¡Deseo a todos una semana llena de Armonía y Luz!
São Paulo, 15 de octubre de 2010