¡Cayendo es como se aprende!
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 01/11/2007 11:43:35
Traducción de Teresa - [email protected]
La Cábala nos enseña que: “la manifestación de cada acción ya está incluida en el primer incipiente pensamiento.” ¿Qué quiere decir esto? El maestro cabalista enseña que todas nuestras acciones e incluso el pecado original ya estaban codificados en el acto de la creación, porque aquello ya formaba parte del acuerdo entre Dios y sus criaturas: o sea, ¡Dios sabía que necesitaríamos ‘caer’ para que aprendiésemos a levantarnos! Él sabía que la caída era necesaria para nuestra evolución espiritual.
¿Debemos entonces pensar que Dios ‘quería desde el principio que cayésemos’? No, no es esto lo que estoy diciendo. ¿Cuál es el padre que no queda con el corazón en un puño cuando ve caer a su hijo? Un padre o una madre no desea que sus hijos caigan, pero sabe que durante el proceso de crecimiento las caídas serán ineludibles. Cuando mis hijos todavía pequeños estaban aprendiendo a andar en bicicleta, yo intentaba evitar que cayesen, pero las caídas eran inevitables. Formaban parte del aprendizaje. Y cada uno de mis hijos reaccionaba de modo diferente ante una caída: uno de ellos se levantaba furioso y pateaba la bicicleta como si ella hubiese tenido toda la culpa de la caída. ¡El otro corría a mis brazos lloriqueando y diciendo que nunca más montaría en bici! Sin embargo, aunque mi corazón se despedazase viendo a un hijo lastimado o llorando, yo continuaba incentivándolos a recomenzar, a montar nuevamente en la bicicleta hasta que consiguiesen andar, ¡para que pudiesen entonces sentir el placer de la victoria! Sus diferentes actitudes ponían de manifiesto formas distintas de encarar la caída, pero ambos estaban, de alguna forma, aprendiendo, evolucionando y yo, como madre, tenía que estimularlos a levantarse y recomenzar. Sin caída no hay aprendizaje. Así es como funciona con la Luz de Dios que siempre nos ayuda a levantarnos.
Todos nosotros sufrimos nuestras caídas en la vida, nos equivocamos y caemos, entonces nos levantamos ¡y volvemos a equivocarnos!
Dios mío, yo quiero conocer a alguien que nunca haya caído, nunca se haya equivocado, nunca se haya arrepentido de algo que hizo. ¡Si esa persona existe, ciertamente su vida debe ser como mínimo muy monótona! ¡No cae quien no se arriesga, no cae quien no experimenta, no cae quien no tiene osadía! Es cierto que cada uno de nosotros tiene una forma distinta de encarar sus fracasos y eso depende mucho de su carácter, de su personalidad. Esa personalidad está inscrita en su Mapa Natal y un buen astrólogo podrá describirla, ayudando a la persona a conocerse. Un buen astrólogo ofrece los medios, las herramientas, para que lidies mejor con tus caídas, con tus obstáculos, con tus frustraciones, porque él puede ayudarte en el camino del auto-conocimiento.
En el momento del primer aliento, de la primera respiración del recién nacido, cuando el espíritu que se ha unido al cuerpo físico en el momento de la concepción comprende finalmente su misión terrena, el cerebro se impregna de determinada cantidad de influjos energéticos provenientes de la configuración astrológica de aquel momento, y entonces el cerebro empezará a funcionar en armonía con el cosmos. Al hacer una pesquisa sobre el mapa de criaturas gemelas (publicada en el STUM) he llegado a la conclusión de que ni el tipo de parto ni el hecho de que el crío sea prematuro, o no, es importante para determinar su carácter y consiguientemente su destino. Lo que importa es el momento del primer hálito: este es el factor determinante de la personalidad. El cielo del momento exacto imprime de forma innegable una cualidad única al funcionamiento del cerebro. Será ese cerebro el que habrá de determinar nuestra forma de pensar y proceder, así como las elecciones que haremos y nuestras reacciones frente a los obstáculos.
Mi experiencia como astróloga me ha demostrado que las personas de signos de Tierra – Tauro, Virgo y Capricornio – por ejemplo, son naturalmente más prudentes y pesimistas que las personas de Fuego – Aries, Leo y Sagitario. El planeta Saturno en destaque en el mapa (en conjunción con el Sol, la Luna o el ASC) vuelve a la persona muy responsable y bastante pesimista y le impide exponerse a riesgos innecesarios. ¡El saturnino ve obstáculos antes incluso de que aparezcan! Por el contrario, el planeta Júpiter en posición de destaque en el mapa, ofrece una característica expansiva y optimista a la personalidad de este ser, que tendrá más coraje para superar eventuales obstáculos, ¡pero que también tendrá inclinación a correr más riesgos, y podrá caer más veces! Y los signos de Agua, ¿cómo reaccionan ante los obstáculos? Los signos de Agua son bastante maleables y procuran contornear las situaciones, adaptándose a ellas y no luchando en su contra. Sin embargo, dependiendo de otras configuraciones astrales, pueden ser depresivos y por esa razón acaban desinflándose ante un eventual fracaso. Algunos de ellos se sirven de la fuga como solución frente al malogro y, simplemente, huyen ante el obstáculo ¡o se sientan y lloran sobre sus desgracias! ¡Otros procuran desconocer la dificultad y cierran los ojos hasta que alguien venga en su socorro!
Y los signos de Aire, ¿cómo reaccionan frente a los obstáculos? Siendo los signos de Aire los más racionales del zodíaco, procurarán obtener resultados por medios racionales, analizando eventuales soluciones para superar las dificultades. Ante una caída, ellos siempre buscarán una razón que la justifique y después procurarán, racionalmente, una solución para darle la vuelta y seguir adelante. Difícilmente los signos de Aire se dejan abatir, pero pueden racionalizar sin adoptar iniciativa alguna, ya que no son signos de acción, sino de razón.
Llegamos, pues, a la conclusión de que nuestro destino está determinado por nuestras acciones y que éstas están comandadas por un cerebro que posee una característica energética especial, debido al momento exacto de su nacimiento. Sin embargo, aun existiendo bastante determinismo en nuestro ‘hado’ (destino – que puede ser analizado por un astrólogo a través de nuestro Mapa Natal), aun así, podemos sustraernos a las influencias más nefastas impuestas por nuestro karma, si evolucionamos en el camino de la espiritualidad. Dios no quiere castigarnos, quiere ayudarnos a evolucionar. ¡Él permite nuestra caída para que sepamos levantarnos! Ese es el camino de la Luz. Ese es nuestro Libre Albedrío: evolucionar espiritualmente a través del aprendizaje físico.Nuestra reflexión para la semana debe llevarnos a examinar cómo reaccionamos frente a una caída, a un fracaso o a una dificultad. Es muy importante que reconozcamos que esos obstáculos son una necesidad y que podemos elegir si serán útiles para nuestro crecimiento, revelándonos oportunidades de evolución, o si serán simplemente motivo de caos y desesperación.
Para conseguir obtener un mejor discernimiento acerca de las consecuencias de nuestras opciones a largo plazo, podemos pedir ayuda al Genio Cabalístico nº 37, ANIEL, cuyo Salmo de oración es el 79. Él nos ayudará a adquirir las habilidades necesarias para superar los obstáculos que la Luz nos envía para nuestro crecimiento espiritual.
¡Una semana llena de LUZ!