Enciende tu Fuego Interior
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 12/12/2007 19:21:16
Traducción de Teresa - [email protected]
El día 22 de noviembre a las 13:49h (horario de verano) el Sol ingresó en Sagitario. Ese ingreso del Sol promueve un cambio profundo en las energías cósmicas que llegan hasta nosotros. Sagitario es un signo de Fuego y corresponde a la Casa IX (9) del zodíaco. Júpiter, regente de Sagitario, es el mayor de los planetas que giran alrededor del Sol y lleva el nombre del Dios romano, Zeus para los griegos. Estaba considerado como el Padre de los Dioses, rey del Olimpo, el gran Benéfico y también se le conoce como el Dios del Rayo. Su diámetro equivale a 12 veces el de la Tierra y su volumen es 1.370 veces el de nuestro planeta. Su masa es tres veces mayor que la de todos los planetas reunidos y su peso es 310 veces mayor que el de la Tierra. Su diámetro es de 142.100 Km. Su distancia media hasta el Sol es de 779 millones de Km. Le lleva cerca de 12 años hacer una revolución completa en torno al Sol a una velocidad de 46.660 Km/h. Júpiter tiene una inclinación de 1º18’31 con relación a la eclíptica y gira sobre su propio eje en tan sólo 9h55min. Posee 16 satélites (o ‘lunas’) identificados, de los cuales, cuatro son bastante más grandes que los otros y tienen nombre. Júpiter cuenta además con anillos formados de polvo de asteroides, como los que hay alrededor de Saturno, pero bastante menos visibles. Por ser el planeta más grande de nuestro sistema solar, Júpiter con su fuerza gravitacional atrae hacia sí la basura errante de nuestro sistema. Debido a eso acaba ‘desviando’ muchos asteroides que podrían alcanzar a nuestro planeta de forma desastrosa, como ya ha ocurrido en el pasado. Está formado primariamente de hidrógeno, helio y metano, que circundan un núcleo bastante macizo y denso, cuyo diámetro no se ha podido medir.
Esas son las informaciones astronómicas acerca de Júpiter, pero ¿cuál es su influencia en nuestra vida?
Astrológicamente, hemos consultado el arquetipo al objeto de hacer las analogías necesarias para nuestra vida diaria y extraer provecho de la posición celeste de este planeta. En este momento Júpiter forma una conjunción con Plutón, en los últimos grados de Sagitario. Júpiter fue el regente de 2007 y su influencia ha sido ampliamente descrita en el artículo: Júpiter, Regente de 2007 publicado en el STUM a finales de 2006 (Link al final).
El signo de Sagitario tiene relación con esa energía e irradia una sensación de optimismo y de entusiasmo que son naturalmente contagiantes. Ese signo tiene analogía con los grandes viajes y las aventuras que nos llevan a conocer países extranjeros y nuevas culturas; tiene relación además con el intercambio entre países, el comercio exterior, las apuestas y los juegos de azar. Su energía estimula los ejercicios físicos, la vitalidad, las actividades al aire libre, las carreras de caballos, los deportes colectivos y los deportes radicales. Ese signo tiene relación además con la religión, el clero, las cosas legales y los jueces, la corte suprema, las leyes. Para aprovechar adecuadamente las energías de este signo debemos recuperar dentro de nosotros todos esos símbolos, que tienen relación con el elemento FUEGO. El fuego es indispensable para el comienzo de la vida. La relación del hombre con el Fuego, durante la evolución de las especies, fue indispensable para que llegase a salir de las cavernas y empezase a crear: el Fuego es creador, estimula nuestras facultades, tornándonos audaces, activos y optimistas en relación al futuro. Sin el Fuego no habría vida, pues él representa el semen que fertiliza el óvulo, dando origen a la vida.
En nuestro cuerpo físico ese signo está relacionado con las nalgas, las caderas y también con la sangre. Júpiter, a su vez, rige además el páncreas y el hígado. Los jupiterianos son normalmente personas joviales, de buen humor, altas y bien dispuestas, ¡que ocupan espacio cuando llegan a algún lugar! Es difícil que un jupiteriano (o sea, alguien regido por Júpiter o que tiene a ese planeta en una posición de destaque en su mapa) pase desapercibido. Su humor contagia, su risa alegra cualquier ambiente, y su optimismo es excelente para espantar cualquier tristeza. No obstante, su disposición es bastante imprudente, su moral es elástica (¡él cree que todo está permitido!) y le gusta exagerar en todo. Comida, bebida, sexo, juego y todos los placeres de la vida son disfrutados sin moderación, con gran quebranto de la salud. Ese es un desequilibrio que habrá de ser controlado para conseguir alcanzar el bienestar.
¡Si queremos entrar en sintonía con esa energía debemos, antes de cualquier otra cosa, encender en nuestro corazón el calor del Fuego Sagrado generado por la alegría de vivir! Este es el mayor recado que podemos recibir del cielo en este momento. ¡Encender el Fuego de nuestro corazón, para que la sangre corra caliente por nuestras venas, nos llene de vitalidad y de alegría, nos contagie con el buen humor, ponga una sonrisa ancha en nuestros labios, abra nuestro pecho para acoger a todos cuantos necesitan de ese ‘calor humano’! Podemos aprovechar también para buscar una conexión con Dios, bien en una religión, en una creencia, en una filosofía espiritual, en una fe interior que oriente nuestras opciones futuras. El Sagitario es el filósofo del zodíaco, siempre dispuesto a asimilar nuevos conceptos, buscando la superación de su condición humana para crecer espiritualmente y alcanzar el punto más alto de su evolución en la Conciencia Cósmica, que no conoce fronteras ni prejuicios.
Al encender nuestro fuego interior alejamos el miedo a la oscuridad y podemos enfrentarnos al futuro con coraje, pese a los percances y a las amenazas.
Esta semana ¿hacemos ese ejercicio de ‘calentamiento del corazón’?
Imaginemos que estamos encendiendo una hoguera y empezaremos a sentir un gran calor interior, en nuestro corazón. ¡Después, bastará esparcir esa sensación para que todas las personas en torno a nosotros puedan también aprovecharse de esa energía! ¡El amor es contagioso y nos pone de mejor humor y más optimistas, podéis creerlo!
Abandonemos los pensamientos malos, que traen oscuridad a nuestra mente y enfrían nuestro corazón, con la oración del Genio (Ángel) YELALEL, cuyo Salmo para oración es el 58.
¡El Señor fortalecerá tu voluntad y te ayudará con su Amor!
¡Una buena semana a todos!
São Paulo, 22 de noviembre de 2007