Ansiedad: la puerta para la depresión
por Eraldo Manfredi em STUM WORLDAtualizado em 16/08/2007 12:18:24
Traducción de Teresa - [email protected]
Mucha gente vive con extrema tensión y expectativa en lo que se refiere a todo cuanto, de bueno o de malo, puede llegar a ocurrirle. Esto vale para una relación amorosa, donde casi todos siempre esperan encontrar al príncipe o a la princesa de los cuentos de hadas, pero vale para cualesquiera otros aspectos, tales como nuestro trabajo, nuestros bienes materiales, nuestro esparcimiento y nuestra vida como un todo.
Tanta energía puesta en algún deseo específico, puede hacer que éste venga, por fin, a manifestarse... muchas veces de una forma que en poco tiempo podrá volverse frustrante e insatisfactoria, obligándonos por veces a tener que soportar largamente situaciones que limitan y bloquean nuestras verdaderas necesidades y vocaciones...
Por otra parte, aquello que nos empeñamos en temer, como dolencias graves, violencias, separaciones, pérdida prematura de seres queridos y muchos otros, raramente llegará a manifestarse, gracias a la Divina Providencia.
Sin embargo, en muchos casos esta constante preocupación tan sólo habrá hecho estorbar nuestra vida plena y alegre, pues continuamente habremos evitado aprovechar el momento con plenitud y de manera sencilla, sucumbiendo a la vibración nefasta del miedo.
Este estado de espíritu, una vez se haya convertido en compañero constante de viaje en el transcurso de nuestra vida, conllevará, la mayor parte de las veces, un cuadro muy fuerte de depresión, con todas las consecuencias nefastas en el ambiente familiar, profesional y amoroso, sin contar con que podría desencadenar una serie de problemas físicos sin causa aparente.
Existen actualmente y nuestros lectores del STUM están bien familiarizados, infinitas herramientas que pueden ayudar a debelar de una vez este enemigo oculto, generalmente retirando el velo de la ilusión que nos impide ver correctamente, tornando clara nuestra percepción de las cosas de la vida e iluminando los aspectos sombríos de nuestra personalidad; para ello se utilizan la meditación, la regresión, la relajación, el Reiki, terapias de auto-conocimiento, esencias florales, ejercicios de imágenes mentales, musicoterapia e innumerables otras. El factor principal de cura es la concienciación en cuanto a nuestra maravillosa belleza interior y unicidad, rompiendo finalmente con patrones de control externo que contemplan estrictamente el lado material, iniciando por fin nuestro camino rumbo a la verdadera razón de existir – o sea – nuestra preciosa misión de vida.
Estudio de casos:
Rosalía, 42 años, residente en S. Paulo.
Rosalía es una persona exitosa en relación a aquello que normalmente está considerado como base para la “supuesta” felicidad: una buena casa, viajes de vacaciones en Europa, una bella casa en la playa, un apartamento en Miami, cuatro hijos saludables estudiando en buenas facultades particulares desperdigados entre los EUA, Suiza, Inglaterra...
La preocupación continua por los hijos era algo asustador.
¿Será que están seguros, será que no han sufrido algún accidente, será que están alimentándose correctamente o será que toman drogas o alcohol en exceso? Las llamadas de teléfono para confirmar que todo estaba bien eran prácticamente diarias.
¿Y el marido? Salía de casa para el bufete y durante el trayecto, que duraba menos de una hora, ya recibía tres o cuatro llamadas para saber si él “estaba bien”, si no había sufrido accidentes, atracos, etc. Llegando al colmo de preocuparse por si el marido pudiera sufrir un infarto en cualquier momento, incluso estando bien de salud.
Consecuencias de esta prisión mental: ella misma desarrolló una fobia que le impedía salir a la calle, permaneciendo prácticamente durante 6 años sin salir sola del refugio seguro que su casa representaba. No trabajaba, no tenía prácticamente placer alguno que la motivase y así pasaba muchas horas del día tendida en la cama. Este estado depresivo se había transformado en pánico de todo y de todos.
Durante la primera sesión de atendimiento, tras un relajamiento profundo, se dio comienzo a un trabajo de reprogramación mental con imágenes positivas, con visualizaciones que mostraban situaciones totalmente opuestas a las negativas que ella se proponía a cada instante.
Durante la segunda sesión, haciendo regresión a la infancia, consiguió percibir que la gran mayoría de esos sentimientos infundados tenía origen en conceptos e informaciones que habían partido de la madre y de las abuelas, repetidas hasta la extenuación durante los primeros años de vida, que habían impregnado su inconsciente sin que de esto ella tuviese control ni consciencia.
En la tercera sesión hemos llegado hasta la vida intrauterina, donde se tuvo acceso a una gran preocupación combinada con miedo, que la madre adquirió y le transmitió a ella en virtud de un serio accidente de coche cuando, en el cuarto mes de gestación, casi llega a perder a la criatura.
Además de la reprogramación con las imágenes y las palabras, siempre con Rosalía en estado de relajación profunda, ha sido utilizado una vez más el insustituible perdón juntamente con el indispensable nuevo manejo energético, que aquí sigue como de costumbre, para que más personas puedan conocerlo y beneficiarse de él. Los resultados de este tratamiento fueron muy buenos, devolviendo a la paciente la serenidad y las ganas de vivir.
“Pido perdón a mi madre por todo cuanto ella me ha causado durante mi gestación con este accidente en el cuarto mes y también le perdono por todo y pido perdón por todo cuanto le he causado a ella en el accidente y durante mi gestación.
En este momento quiero romper todos los grilletes de miedo, preocupación y ansiedad que puedan estar perjudicándome entre mi madre, mi gestación, el accidente y yo.
Y quiero devolver a mi madre una energía suya que está en mí.”
Caso quieras hacer esta devolución de energía, deberás, poniendo toda tu emoción, vibración y sentimiento, hacer la invocación que sigue y el gesto como de dar un golpe de sable con tu mano derecha, haciendo crujir al mismo tiempo los dedos, después de contar brevemente:
“En este momento yo devuelvo esta energía a mi madre... 1; 2; 3; ¡¡YA!!” El querido colaborador y amigo Eraldo Manfredi nos ha dejado el día 16 de agosto de 2006, tras larga y valerosa lucha contra la enfermedad. La contribución y la dedicación de Eraldo han sido de inestimable valor para el STUM y para muchos usuarios, y su ausencia – tan sólo física – deja en todos nosotros una añoranza inmensa.