Separación y Superación
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 07/09/2010 12:42:26
Traducción de Teresa - [email protected]
El dolor de una separación es algo que solo quien lo ha sentido un día puede decir lo que significa; es un dolor de alma, es una sensación de fracaso y al mismo tiempo de vacío. ¡Es una sensación de que algún pedazo de nosotros ha sido arrancado!
En la fase inicial de una separación hay cuestionamientos internos y, en algunos casos, la esperanza de que la situación pueda ser revertida; hay también la sensación de ser la única persona sobre la faz de la Tierra que está sufriendo todo aquello y, muchas veces, por más intenso que pueda parecer, nos da la nítida impresión de que todo aquello que sentimos nunca acabará de pasar.
La óptica con que enfrentamos esa dolorosa situación es lo que nos hace ser diferentes, crecer como persona y transformarnos en alguien mucho mejor, simplemente por el hecho de producirse el crecimiento interno y, entonces, pasar la luz a formar parte de nuestra vida.
Si esto te ocurre a ti es porque había esta propuesta en tu vida para que algo se transformase. A veces vivimos en zonas de absoluto confort que en nada nos modifican, somos capaces de vivir la mismidad del día a día sin ningún sabor por la vida y continuar allí durante años y años.
Cuando surge aquella típica pregunta: ¿eres feliz? Entonces el torbellino interno puede comenzar a hervir, como un volcán cuestionándolo todo y a todos en nuestro entorno. Muchas decisiones de separación se toman gracias al despertar de ese volcán interno, que, puedes estar seguro, siempre te llevará a un nivel de vida mejor que ese en que vives hoy.
En el auge de la situación de la separación, esto es muy difícil de apreciar, pero son innumerables los relatos posteriores de cómo la vida ha mejorado; y la gran mayoría de las veces la vida se rehace ¡y la superación se concretiza!
Cuando se produce una situación de ruptura, ya sea emocional, profesional o familiar, es debido a que tu ser quiere vivir una vida más plena y significativa; este mensaje viene de tu esencia y te conduce a un camino que te llevará a encontrarte con quién realmente eres.
El dolor sentido te traerá informaciones y vivencias que te proporcionarán una comprensión más profunda y plena de la causa y efecto de todo lo que ha ocurrido; esto es crecimiento, comprender por qué has atraído eso a tu vida, qué momento energético estabas viviendo que te ha llevado a eso.
En ese momento entonces, se despierta la superación, pues comprendemos que si no cuidamos de nuestra energía atraeremos el mismo tipo de situación a nuestras vidas.
Este momento de superación es exigente, te obliga a dejar patrones que hasta entonces han formado parte de tu vida, y te hace salvar situaciones arriesgadas dentro de tu ser, simplemente porque tu yo interno, tu esencia, sabe que hay cosas mucho mejores para vivir.
En ese momento de vida, hay también una inmensa necesidad de decretarte a ti misma que deseas convertirte en un ser mejor, y que nunca serás víctima de ninguna situación.
Las víctimas de situaciones se apegan al momento vivido y allí permanecen durante años, crean una serie de difíciles y complicadas circunstancias para sus vidas, del tipo de: ponerse enferma, amargarse con la vida, estar infeliz e incluso quedarse sin recursos económicos, apegarse a vivir de lo que otra persona le da como ayuda de subsistencia y permanecer pensando: ¿qué haré cuando se acabe esta ayuda?
El poder de realización interna queda adormecido y la superación no se verifica. Por eso, si un día te has sujetado a una situación de víctima, deja eso de lado, pues ten siempre la más absoluta certeza de que, como seres de luz que somos, hay siempre en nuestras vidas algo reservado inmensamente mejor que la situación dolorosa que estábamos viviendo.
Todos hemos oído ya la típica frase: cuando se cierra una puerta, se abre una ventana… y esto quien ha vivido y sentido el poder de la superación, sabe que es la más pura verdad, esto es tan verdad que cuando todo se transforma para mejor, sentimos un inmenso deseo interno de agradecer a quien ha dado lugar a la ruptura en nuestras vidas, en cualquier ámbito que fuese.
En el caso de un empleo, lo ideal es agradecer de corazón al jefe que te despidió, pues si no lo hiciese, tú no serías el que te has vuelto hoy después de la superación; es de agradecer al compañero o compañera que dio lugar a la ruptura en el matrimonio y así sucesivamente, en cualquier situación de separación y superación victoriosa.
Por detrás de toda esa superación está, sin duda alguna, la inmensa necesidad de cambio de condición energética, está la necesidad de cuidar de tu energía, de cambiar tus frecuencias vibratorias y deshacer los bloqueos energéticos formados, a fin de que esas situaciones repetitivas no se instalen en tu vida nuevamente.
Todo esto es posible con la ayuda de la Radiestesia; con el auxilio de la mesa radiónica todo ese equilibrio volverá a formar parte de tu vida y, en el momento de deshacer los bloqueos, la mesa radiónica identificará fechas que te llevarán a preguntarte por qué todo eso ha sucedido; cuando esto se revela, la superación se instala y de ahí en adelante es vida nueva, pues aquella energía enfermiza deja de formar parte de tu campo vibracional.
En esa parte también, la Radiestesia te enseñará a vibrar y a trabajar energéticamente rumbo a lo que tú deseas; aprenderás a vibrar por lo que quieres y a dejar de lado lo que ya fue, aprenderás a cuidar de la energía de tu casa, a fin de eliminar las memorias de pared que se han creado allí durante los momentos de sufrimiento.
En ese momento, la ventana se abre en tu vida y el nivel de vivir en una condición distinta será mérito tuyo, porque tú has decidido superar lo que has vivido y transformarte energéticamente en un ser de luz listo para unirte a otros seres de luz, pues a fin de cuentas, ¡somos todos uno!
