Aceptar el final
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 03/09/2010 12:31:53
Traducción de Teresa - [email protected]
Resistirse al cambio es una actitud bastante común en los seres humanos. Tendemos a querer permanecer en una zona de confort, donde solo experimentamos lo que es conocido, aunque no necesariamente bueno.
Aceptar que todo en la existencia tiene un tiempo de duración, - no solamente nuestra vida -, es una lección que tenemos que aplicar a cada minuto de la jornada en el planeta, si queremos dejar de sufrir.
La metáfora de la muerte se repite en incontables situaciones de nuestro cotidiano, en el empleo que ya no nos hace felices, en la relación que ya no colma nuestra necesidad de afecto, y en muchas otras circunstancias.
En cambio, seguimos negándonos a dejar marchar lo que ya no nos sirve, con una terquedad que tiene sus raíces en el miedo a lo desconocido. ¿Por qué insistimos tanto en contemplar los nuevos desafíos como una amenaza?
Quizá porque no nos consideramos capaces de dar cuenta del recado y vislumbramos en cada situación inesperada una armadilla que nos conducirá al abismo.
Entregarnos confiadamente a los acontecimientos que escapan a nuestro control, respecto de los cuales nada podemos hacer, es la manera más sabia de fluir con la corriente de la vida, que siempre nos lleva a la evolución y al crecimiento interior, por más que dudemos de esto.
Sin confianza, la aceptación no es más que un discurso vacío, que no encuentra eco en nuestro corazón, sino que tan solo repite conceptos asimilados por la mente, que no se sostienen mucho tiempo.
Mientras nos mantengamos resistentes a toda forma de renovación en nuestra vida, seguiremos como robots, solo repitiendo viejos programas que ya no se armonizan con nuestro presente, movidos por el miedo a dejar venir una nueva experiencia.
…!Has de estar preparado! A esto es a lo que llamo meditación: has de estar preparado. ¡Cuando algo se va, has de estar preparado! Debes dejar que se vaya. No debes protestar. No debes hacer una escena – ¡cuando algo se ha ido, se fue!
Has amado a una mujer; has amado a un hombre y, entonces, llega el momento de la despedida. Ese momento muestra al hombre real. Si protestas, te opones, tienes mala voluntad, te sientes airado, violento, destructivo, no has amado a esa persona en absoluto. Si la has amado, la despedida será un bello fenómeno. Te sentirás gratificado. Ha llegado el momento de partir y puedes decirle adiós de todo corazón - ¡si has amado a la persona te sentirás gratificado!
Pero nunca la has amado – has pensado sobre el amor, has hecho de todo, menos amar. Ahora ha llegado el momento de la despedida y no puedes dar un bello adiós, porque ahora comprendes que has perdido la oportunidad, que has perdido el tiempo – nunca has amado, y el hombre o la mujer está partiendo. Sientes rabia, te vuelves violento, agresivo.
…Mientras estés con alguien, ama, pues nadie conoce el próximo paso, y el momento de la despedida llega. Si amas a alguien realmente, la despedida será bella. Si has amado la vida, te despedirás de ella de un modo bonito también. Sentirás gratitud.
…Hubo miserias, pero hubo bendiciones también. Hubo sufrimiento, pero hubo felicidad también. Y si has vivido las dos cosas, sabrás que el sufrimiento solo existe para que tú seas feliz. La noche existe para otorgarte un nuevo día.
Osho – La Armonía oculta.
