En las veredas de Luz del Eterno
por Wagner Borges em STUM WORLDAtualizado em 24/12/2010 12:23:50
Traducción de Teresa - [email protected]
Amigos y hermanos de senda espiritual, elevad la mirada y los pensamientos hacia el infinito.
Con el corazón, que sabe ver al Eterno, mirad la Mano del Gran Anciano de los Días sosteniendo miríadas de orbes y soles en la inmensidad sideral.
Contemplad la Vía Láctea, que es grande a los ojos de los hombres, pero un minúsculo punto ante la mirada cósmica de Él.
Pensad en las luces de los incontables soles, todos encendidos y brillando gracias a la Luz de Él.
Ahora, miraos a vosotros mismos y pensad en el Inconmensurable Poder que os trajo a la existencia. Percibid el milagro que es existir.
Meditad: Aquel que ha encendido todos los soles, también ha encendido todos vuestros chakras.
Aquel que, con nada más que un soplo creó el infinito, también sopla en vuestros corazones.
¡Él es la respiración de todo lo que respira! Es el Soplo Vital del Eterno.
Luz de las luces, Amor del amor, El Gran Espíritu sopla donde quiere…
Entonces, la vida se expresa, en todos los planos.
A un gesto suyo, todo vive. Brillamos en la Luz de Él.
Él, El Gran Arquitecto del Universo, que engendró el gran misterio.
Él, El Gran Anciano de los Días, que enciende los soles y sopla en nuestros corazones.
El Único. El Profundo. El Supremo. El Inefable. El Todo.
P.D.: Tal como enseñaba el sabio estelar Hermes Trismegistro a los iniciados de otrora, “El Inefable es invisible a los ojos de la carne, pero es visible a la inteligencia y al corazón”.
- Nota: Estos escritos han sido inspirados espiritualmente por uno de los mentores extra-físicos que me orienta hace muchos años, e iban dirigidos a los participantes del grupo de estudios y asistencia espiritual del IPPB, durante una de sus reuniones.